D¨¦ficit p¨²blico: sobre culpables y soluciones

Al final Funcas ¡ªla fundaci¨®n de las cajas de ahorro, uno de los centros de estudio econ¨®mico con m¨¢s prestigio¡ª? ha tenido raz¨®n: el d¨¦ficit ha cruzado la barrera del 5% del PIB. El tama?o de la desviaci¨®n confirma que el 4.5% avanzado por el presidente del Gobierno en febrero fue un lapsus. Cualquiera puede sufrir uno. Lo que no es tan comprensible es que nadie del gobierno lo haya rectificado desde entonces.

Culpables hay muchos. Solo las corporaciones locales en su conjunto son inocentes. A fuerza de normas estatales que impiden gastar y obligan a ingresar, se han situado de forma estructural en el terreno del super¨¢vit, con una deuda en franco descenso. El desequilibrio de la Seguridad Social es muy preocupante. Frente a un objetivo de 0.6%, una realidad de 1.26%. En esencia y como algunos advirtieron en su d¨ªa, entre ellos la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), las previsiones de ingresos estaban hinchadas.

En el caso de las comunidades aut¨®nomas, tenemos de todo. Algunas que cumplen otro a?o m¨¢s, como Galicia, y otras que se mantienen muy lejos. Por eso, es injusto, impreciso y equ¨ªvoco hacer diagn¨®sticos unifactoriales y globales. La realidad es m¨¢s compleja. Existen comunidades aut¨®nomas que sufren un problema particularmente serio de infrafinanciaci¨®n, como la valenciana. En segundo lugar, algunos territorios se han esforzado m¨¢s que otros en el ajuste. Galicia es un buen ejemplo de lo primero. En tercer lugar, la senda establecida de recorte del d¨¦ficit auton¨®mico es discutible. Finalmente, el cumplimiento de la administraci¨®n central oculta el hecho de que adopt¨® decisiones, como el adelanto de la rebaja del IRPF prevista para 2016, que hicieron que su d¨¦ficit no cayese tanto como cabr¨ªa aguardar de la mejora de la coyuntura econ¨®mica.

Dicho lo anterior, existen soluciones. Primero, el ministro tiene raz¨®n en que una parte de ese 5.2% no es repetible y, por tanto, el ajuste adicional consecuencia de la desviaci¨®n en 2015 no ser¨¢ tan grande como parece. Segundo, hay que encarar el d¨¦ficit de la Seguridad Social en el marco del Pacto de Toledo. Es verdad que contamos todav¨ªa con un colch¨®n en el fondo de reserva y que las severas reformas introducidas en 2011 y 2013 van a embridar el gasto a medio plazo. Pero hay que pensar en soluciones de corto y medio plazo, como puede ser la financiaci¨®n de una parte de las prestaciones por impuestos.

Tercero, en el ¨¢mbito auton¨®mico es cierto que necesitamos m¨¢s control y que muchas autonom¨ªas pueden esforzarse m¨¢s de lo que han hecho, reduciendo gasto o dando marcha atr¨¢s en rebajas fiscales. No obstante, con eso no llega.

Toca reformar ya el sistema de financiaci¨®n auton¨®mico de r¨¦gimen com¨²n al tiempo que se va cerrando el grifo del Fondo de Liquidez Auton¨®mica, conceder una mayor cuota del objetivo global de d¨¦ficit a las regiones, y retocar la legislaci¨®n de estabilidad fiscal para eliminar lo que no es posible aplicar, y automatizar lo que permanezca. Y, en cuarto lugar, habr¨¢ que presentar en Bruselas una revisi¨®n del plan de consolidaci¨®n fiscal avalado por la AIReF; a cambio del cual se pueda ganar algo de tiempo para situarnos por debajo del 3% de d¨¦ficit.

Santiago Lago Pe?as es director de GEN (Universidad de Vigo)