El cepo social: de los mayores a los j¨®venes
A¨²n peor que los problemas de pobreza y exclusi¨®n que sufrimos es que se acepta que lo que vivimos se parece m¨¢s al futuro que al pasado
El 36% de los menores espa?oles vive hoy, despu¨¦s de la crisis econ¨®mica, en riesgo de pobreza o exclusi¨®n, seg¨²n Eurostat. Son seis puntos por encima de la media y multiplica por tres la de los mayores de 65 a?os, un grupo social tradicionalmente vulnerable. S¨®lo cinco pa¨ªses de la zona -Ruman¨ªa, Bulgaria, Hungr¨ªa, Grecia y Macedonia- est¨¢n peor que Espa?a. Son datos aportados por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en su reciente informe "Equidad para los ni?os. El caso de Espa?a".
?Qu¨¦ tipo de pa¨ªs estamos haciendo? No es de extra?ar que con tales tendencias la generaci¨®n de nuestros hijos o nietos tenga la certeza de que, en el mejor de los casos, vivir¨¢ igual que nosotros (no habr¨ªa progreso) y en el peor, que es la opini¨®n mayoritaria, vivir¨¢ peor (retroceso). Pese a ello, nuestro pa¨ªs dedica a la protecci¨®n de los ni?os y de las familias s¨®lo un 1,4% del PIB, casi la mitad de la media de los 28 pa¨ªses de la Uni¨®n Europea (UE) y tres veces menos que Dinamarca, el Estado m¨¢s generoso con sus hijos. Con esos elevados niveles de pobreza infantil, Espa?a es la naci¨®n de la UE que menos porcentaje dedica a las prestaciones monetarias para las familias y para la infancia (el 0,5% del PIB), menos de un tercio de la media europea.
Si se compara la situaci¨®n de la infancia con la de otros colectivos tradicionalmente vulnerables, como los mayores de edad, los resultados son m¨¢s impactantes: mientras la primera ha visto deteriorarse la situaci¨®n durante la crisis (en ingresos, educaci¨®n, salud y satisfacci¨®n vital), los mayores mejoraron de manera creciente en posici¨®n relativa respecto a la media: los riesgos de pobreza se han ido desplazando de los mayores a los j¨®venes. Este resultado habla tanto de la eficacia protectora del sistema de pensiones p¨²blicas (ahora en cierto peligro por la reducci¨®n progresiva de la llamada hucha de las pensiones) como del fracaso de los mecanismos de protecci¨®n de los ni?os.
Espa?a es el pa¨ªs de la UE que menos dedica a las prestaciones para las familias y la infancia?
No hay nada m¨¢s lacerante que la desigualdad en la vida cotidiana de los peque?os. El cepo social se ha traspasado de unos a otros. El presente informe describe una realidad en la que una creciente proporci¨®n de la poblaci¨®n se ha quedado al margen del bienestar, seguridad y oportunidades de las que disfruta el resto de la sociedad, y en la que los ni?os y j¨®venes est¨¢n entre los colectivos m¨¢s perjudicados. El desempleo y el debilitamiento de las redes de protecci¨®n han generado una brecha sin precedentes entre quienes viven m¨¢s o menos seguros y quienes son v¨ªctimas de una vulnerabilidad estructural que determina su presente y su futuro. Ello lleva a una conclusi¨®n verdaderamente destructiva: "En muchos pa¨ªses [entre los que est¨¢ Espa?a] se est¨¢ llegando a aceptar que lo que estamos viviendo ahora se parece m¨¢s al futuro que lo que hemos dejado atr¨¢s".
Las desigualdades siguen creciendo. En el conjunto de la Organizaci¨®n de Cooperaci¨®n y Desarrollo Econ¨®mico (OCDE) la diferencia media entre el 10% m¨¢s rico y el 10% m¨¢s pobre es de 10 a uno, siete veces m¨¢s alta que hace un cuarto de siglo. En el caso de Espa?a la diferencia se incrementa hasta 12 a uno. Unicef se apoya en unas palabras del presidente norteamericano Franklin Delano Roosevelt en su discurso de investidura en 1937, cuando dice: "La medida de nuestro progreso no es cu¨¢nto podemos a?adir a la abundancia de aquellos que tienen mucho, sino de qu¨¦ manera podemos garantizar lo suficiente para aquellos que tienen poco". La experiencia indica que el mercado no lo garantiza, y las instituciones p¨²blicas no han sido capaces de asegurar la red b¨¢sica de protecci¨®n que hasta hace muy poco se daba por sentada. ?No es m¨¢s significativo debatir sobre esto que sobre el porcentaje de PIB al que va a crecer el pa¨ªs?
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