La biotecnolog¨ªa ib¨¦rica se mete en la gran liga
Los acuerdos entre varias empresas ponen a Espa?a en el mapa mundial de la industria
Tras a?os de altibajos, el sector de la biotecnolog¨ªa por fin empieza a recoger los frutos de 15 a?os de investigaci¨®n. La hip¨®tesis o la idea ha salido del laboratorio para transformarse en un f¨¢rmaco, una vacuna o una terapia y llegar al mercado. Despu¨¦s de pasar una ¨¦poca de estrecheces que lleg¨® a agitar incluso el fantasma de la bancarrota de la industria, el a?o pasado empezaron a llover las buenas noticias. Los acuerdos millonarios alcanzados por las catalanas Oryzon Genomics y Palobiofarma con las multinacionales Roche y Novartis situaron a Espa?a en el mapa de la biotecnolog¨ªa. Esos casos despertaron el inter¨¦s del capital extranjero, que en los ¨²ltimos meses ha participado, junto a fondos nacionales, en rondas de financiaci¨®n por importes hasta ahora in¨¦ditos.
¡°Lo que estamos viendo es el resultado y el premio a la buena ciencia que se hace en Espa?a¡±. As¨ª define el momento actual Josep Llu¨ªs Sanfeliu, socio fundador de Ysios Capital. Y pone un ejemplo de c¨®mo la combinaci¨®n de todos los elementos puede dar lugar al ¨¦xito. El pasado mes de enero, esta sociedad de capital riesgo anunciaba un desembolso de 11,5 millones de euros junto a Caixa Capital Risc y el fondo estadounidense Johnson & Johnson. La inversi¨®n iba a la firma Aelix Therapeutics, la primera empresa surgida del consorcio Hivacat de desarrollo de tratamientos contra el VIH. El ambicioso proyecto de la vacuna terap¨¦utica lograba capital para seguir adelante sus investigaciones. Pero para el sector, por primera vez se lograba cerrar el c¨ªrculo con una operaci¨®n que implicaba a la ciencia de primer nivel desarrollada en el hospital Germans Trias i Pujol de Badalona y el Cl¨ªnic de Barcelona, el capital p¨²blico (el proyecto ha recibido fondos de la Generalitat, el Gobierno y la Uni¨®n Europea), la industria local (Esteve), la filantrop¨ªa (Obra Social de la Caixa) y los fondos privados (Ysios y Caixa Capital Risc). Y adem¨¢s lograba atraer capital for¨¢neo.
Los vol¨²menes de inversi¨®n est¨¢n a a?os luz de Estados Unidos, que seg¨²n la consultora PricewaterhouseCoopers (PwC) cerr¨® 2015 con 10.100 millones de d¨®lares (8.950 millones de euros) en 783 operaciones de biotecnolog¨ªa y ciencias de la salud. Tras el software, fue el segundo sector que capt¨® m¨¢s recursos del capital riesgo. En Espa?a, el patr¨®n fue el mismo, pero con cifras m¨¢s modestas. La biotecnolog¨ªa fue la segunda industria en la que m¨¢s invirtieron estos instrumentos el a?o pasado. En resumen, 54 operaciones alcanzaron los 117,12 millones de euros, el 20% del total.
Este a?o empez¨® todav¨ªa mejor, con anuncios de varias rondas de financiaci¨®n que alcanzan cifras r¨¦cord. No ha sido sencillo. Las empresas no lo han tenido f¨¢cil para explicar su proyecto. Estas firmas requieren de mucho m¨¢s tiempo y capital para que su producto llegue al mercado. ¡°Necesitamos alrededor de 10 o 12 a?os y cerca de 1.200 millones de d¨®lares. Esa es la inversi¨®n que se estima para todo el periodo y pocas empresas tienen esa capacidad¡±, explica Javier S. Burgos, director general de la granadina Neuron Bio, que investiga en enfermedades neurodegenerativas, en especial el alzh¨¦imer, y ha ido diversific¨¢ndose ante la necesidad de tener m¨¢s ingresos para su actividad. Antes de llegar al mercado, el proyecto de una biotecnol¨®gica deber¨¢ pasar varias fases de experimentaci¨®n y la aprobaci¨®n de las autoridades, y podr¨¢ comercializarse en caso de que todo salga bien. Porque, adem¨¢s de tiempo, el proyecto de una biotecnol¨®gica entra?a riesgos: nada garantiza que la hip¨®tesis vaya a aguantar los experimentos del laboratorio, ni que el ¨¦xito de una prueba con animales necesariamente se repita con humanos. ¡°Es un sector de ritmos de maduraci¨®n largos y que, por tanto, requiere de inversiones a largo plazo. Eso explica que ahora estemos recogiendo los frutos de lo que empez¨® hace 10 o 15 a?os¡±, declara el presidente de la patronal Asebio, Ion Arocena.
La Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo Econ¨®mico (OCDE) ha situado a Espa?a en el top 10 de los pa¨ªses con mayor desarrollo del sector biotecnol¨®gico. Est¨¢ lejos de centros como Boston, Silicon Valley, Londres o Suiza. Sin embargo, el sector aspira a situarse en un segundo pelot¨®n, a la altura del llamado Medicon Valley de Dinamarca y Suecia. Hasta hace poco, Espa?a estaba en el mapa por alguna operaci¨®n de relumbr¨®n. Por ejemplo, cuando el magnate Warren Buffett puso el ojo en el pa¨ªs para adquirir en 2012 parte del grupo biotecnol¨®gico barcelon¨¦s Lipotec, dedicado a la cosm¨¦tica y con clientes como Christian Dior y Est¨¦e Lauder. Los grandes casos de ¨¦xito se hicieron esperar, pero llegaron. ¡°Esto es una carrera a largo plazo¡±, resume Carlos Buesa, que fund¨® hace 15 a?os Oryzon Genomics. La empresa consigui¨® el a?o pasado dar el gran salto al llegar a un acuerdo con el grupo farmac¨¦utico suizo Roche para desarrollar y comercializar su f¨¢rmaco Ory-1001 para el tratamiento de la leucemia mieloide aguda. Mediante ese acuerdo, Oryzon recibi¨® 21 millones de d¨®lares (18,6 millones de euros) los dos primeros a?os y se prev¨¦ el pago de otros 365 millones de d¨®lares (323,5 millones de euros) en funci¨®n de los objetivos alcanzados a medio y largo plazo. En diciembre de 2015, Oryzon dio otro paso m¨¢s: sali¨® a Bolsa. ¡°Cuando empezamos, en 2001, la empresa val¨ªa unos 700.000 euros. Hoy est¨¢ valorada en unos 100 millones¡±, afirma Buesa, quien ha tenido que ¡°armarse de paciencia¡± para atravesar la aventura. ¡°No ha sido f¨¢cil gestionar una biotecnol¨®gica en medio de la tormenta, con v¨ªas secas, empujando, luchando para ser conocido fuera¡¡±, a?ade.
Las empresas se quejan de la ¡°baja sensibilidad¡± de la administraci¨®n por la actividad
Contratos clave
A un acuerdo de licencia tambi¨¦n lleg¨® el a?o pasado Palobiofarma, una empresa con sede en Matar¨® (Barcelona) y Pamplona, con la suiza Novartis. La multinacional desembols¨® un pago inicial de 15 millones de d¨®lares (13,3 millones de euros) para desarrollar, fabricar y comercializar una inmunoterapia contra el c¨¢ncer, adem¨¢s de varios pagos por objetivos y ventas. La otra buena noticia lleg¨® de PharmaMar (grupo Zeltia), que vio cumplido su reto hist¨®rico de lograr la aprobaci¨®n por parte de la agencia norteamericana del medicamento para el uso del antitumoral Yondelis para el tratamiento de pacientes con liposarcoma o leiomiosarcoma. La firma tiene ya autorizaci¨®n para comercializar su f¨¢rmaco en 80 pa¨ªses. Esos tres casos han supuesto un revulsivo para el sector, que hasta el a?o pasado temi¨® un retroceso fatal. Prueba de ello son los ¨²ltimos datos que maneja la patronal Asebio, correspondientes a 2013, que advert¨ªa entonces que la crisis hab¨ªa golpeado a la industria con ¡°mayor dramatismo¡±.
Ese a?o, por primera vez en la historia de la biotecnolog¨ªa espa?ola, el n¨²mero de empresas que realizan esta actividad descendi¨® un 7,77%, hasta las 2.831. El sector se qued¨® con 554 empresas que se dedicaban exclusivamente a esta actividad (el 11,4% menos), lo cual se traduc¨ªa en la destrucci¨®n de unos 800 puestos de trabajo. Estas empresas se ubican sobre todo en Catalu?a, Madrid y el Pa¨ªs Vasco, y la mayor¨ªa se dedica a la salud y a la alimentaci¨®n. En la encuesta que realizaba la patronal, las firmas apuntaban cuatro obst¨¢culos: la falta de financiaci¨®n, los altos costes de la innovaci¨®n, el largo periodo para ser rentables y la ¡°baja sensibilidad¡± de la Administraci¨®n hacia el sector.
Asebio se?ala que la crisis lleg¨® tarde al sector y que 2013 fue el peor a?o: nacieron pocas empresas y desaparecieron m¨¢s. Sin embargo, la entidad afirma que en 2014 ya vio una ¡°clara tendencia de crecimiento¡±. Hay tres datos que aportan optimismo. Ese a?o el gasto empresarial en biotecnolog¨ªa creci¨® el 3,8% y el n¨²mero de patentes se increment¨® el 8%. Esta actividad ya representa adem¨¢s el 9,07% del PIB, frente al 2,98% de 2008. ¡°El sector est¨¢ preparado para ser el motor del cambio¡±, dice con rotundidad la exministra de Ciencia y Tecnolog¨ªa Cristina Garmendia, que en 2000 fund¨® la biotecnol¨®gica Genetrix. ¡°El gasto en I+D y el empleo en esta industria subi¨® cuando en otros sectores innovadores bajaba. Sale m¨¢s r¨¢pido de la crisis que los dem¨¢s, lo que demuestra que la biotecnolog¨ªa es la palanca de la nueva econom¨ªa del conocimiento en Espa?a¡±, a?ade.
Los grupos sanitarios ya echan el ojo a las biotecnol¨®gicas m¨¢s prometedoras
Panorama despejado
El panorama ahora se est¨¢ despejando. En los ¨²ltimos meses, la financiaci¨®n ha ido goteando, incluso con operaciones de volumen. No solo la investigaci¨®n ha madurado. Tambi¨¦n lo han hecho las empresas. ¡°Hemos estado a?os haciendo milagros con el dinero que entraba. Y en cuesti¨®n de 12 o 12 a?os se ha formado una generaci¨®n de gestores que saben no solo sobre investigaci¨®n, sino tambi¨¦n c¨®mo se pilota una empresa o se consigue financiaci¨®n. Era algo habitual en Reino Unido o Suiza, que ten¨ªan cuadros procedentes de grandes grupos como AstraZeneca o Novartis. Hoy tambi¨¦n en Espa?a se han formado esos empresarios¡±, asegura Carlos Buesa. Ese avance tambi¨¦n ha favorecido ese clic entre los inversores internacionales. ¡°Las empresas han cambiado mucho, son m¨¢s profesionales, m¨¢s globales y entienden cu¨¢l es el camino para llegar al ¨¦xito. Eso ha facilitado que sean mucho m¨¢s atractivas para los inversores¡±, asegura el director de inversiones de Caixa Capital Risc, Jos¨¦ Antonio Mesa, quien a?ade: ¡°Todos los hitos que se han ido logrando en los ¨²ltimos meses han hecho que muchos inversores internacionales que no ten¨ªan a Espa?a en el radar tengan ahora la impresi¨®n de que podr¨ªan estar perdiendo oportunidades¡±.
En la industria, sin embargo, existen todav¨ªa algunas barreras que frenan el despegue. Las empresas ven con cierta amargura c¨®mo otras sociedades en Estados Unidos o Reino Unido de su mismo tama?o cotizan con valoraciones a a?os luz de las suyas. Sin embargo, a la hora de buscar un punto d¨¦bil coinciden en que Espa?a, que ha quedado siempre al margen de las grandes concentraciones de la industria farmac¨¦utica mundial, no tiene grandes gigantes alrededor que ayuden a tirar del sector. ¡°Solo con lo que invierte uno de estos grupos en I+D+i podr¨ªa adquirir todo el sector espa?ol. Y tener a una de esas grandes compa?¨ªas cerca es de suma importancia. Si surge una nueva tendencia cient¨ªfica o un nuevo tratamiento, es mucho m¨¢s f¨¢cil venderla si tienes una gran farmac¨¦utica al lado, porque aprovechas el efecto cluster¡±, asegura Miguel ?ngel Bonachera, colaborador acad¨¦mico de Esade y fundador de AB-Biotics, que el a?o pasado logr¨® cerrar un acuerdo de licencia y distribuci¨®n para Neurofarmagen, su tecnolog¨ªa innovadora en el ¨¢mbito de la farmacogen¨¦tica psiqui¨¢trica, en el mercado japon¨¦s. ¡°En Espa?a no tenemos grand¨ªsimas farmac¨¦uticas que acaben de cerrar el ciclo¡±, coincide Javier S. Burgos, de Neuron Bio.
Hay un cuello de botella en la transferencia de la universidad a las compa?¨ªas
Los grupos sanitarios espa?oles van echando el ojo a las biotecnol¨®gicas que hay en el mercado. En algunas ocasiones, la entrada de una gran corporaci¨®n puede servir para empujar el proyecto. Es el caso de una de las ¨²ltimas operaciones del sector, protagonizada por Grifols, que invirti¨® 3,75 millones de euros en AlbaJuna Therapeutics, una spin off de IrsiCaixa dedicada a la investigaci¨®n de anticuerpos terap¨¦uticos contra el VIH. En los ¨²ltimos a?os se han ido produciendo m¨¢s operaciones: Almirall ha entrado en el capital de AB-Biotics, la familia Lara entr¨® en el de Plasmia Biotech, el grupo franc¨¦s Synerlab ha adquirido Alcal¨¢ Farma, y Grifols ha ido haci¨¦ndose con participaciones en compa?¨ªas como la hispano-belga TiGenix o las estadounidenses Alkahest y Aradigm.
¡°Vamos mirando empresas especializadas en ¨¢reas en las que no tenemos proyectos concretos pero que nos interesan. No hay una ¨²nica regla en cuanto a la participaci¨®n que tomamos, eso depende de factores como el objetivo, el tama?o, la fase y el proyecto¡±, explica la directora financiera y de relaciones con los inversores de Grifols, Nuria Pascual. El grupo catal¨¢n, uno de los l¨ªderes mundiales en hemoderivados, tiene adem¨¢s una divisi¨®n que da servicio a empresas de biotecnolog¨ªa, desde la apertura de plantas hasta la fabricaci¨®n de maquinaria. ¡°En el contexto global en el que se halla la industria farmac¨¦utica, en el que la tecnolog¨ªa y la investigaci¨®n avanzan muy r¨¢pido y aumentan las demandas regulatorias para desarrollar nuevas terapias, se ha pasado de un modelo en el que todo el proceso de I+D+i estaba totalmente integrado en las paredes de los laboratorios farmac¨¦uticos a otro en el que nos abrimos y buscamos conocimiento m¨¢s all¨¢¡±, asegura Isabel Amat, jefa de desarrollo de negocio de Reig Jofre y adjunta al presidente de la asociaci¨®n de biotecnol¨®gicas CataloniaBio.
El cuello de botella, sin embargo, sigue siendo el proceso de transferencia tecnol¨®gica de la universidad a la empresa. Y la mortalidad de start-ups en los a?os m¨¢s duros para el sector y la fuga de cient¨ªficos de los centros de investigaci¨®n pueden haber hecho perder m¨¢s de una oportunidad. Garmendia recuerda que Espa?a es la d¨¦cima potencia mundial en producci¨®n cient¨ªfica, mientras que est¨¢ a la cola en patentes. Seg¨²n la revista Scientific American, Espa?a cae hasta la 23? posici¨®n en el n¨²mero de patentes. ¡°Para acelerar el despegue de la biotecnolog¨ªa hay que adoptar medidas claras y decididas, m¨¢s all¨¢ de las subvenciones. Hay que potenciar la compra p¨²blica innovadora y medir su impacto, llevar a cabo una regulaci¨®n inteligente o atraer el capital riesgo extranjero¡±, propone Garmendia. Miguel ?ngel Bonachera, de AB-Biotics, coincide. ¡°Nos fallan los grandes clientes por no poseer grandes farmac¨¦uticas para estar en la ¨¦lite mundial, pero tenemos una gran oportunidad al tener uno de los mayores compradores del mundo, la Administraci¨®n p¨²blica, que ha desarrollado uno de los mejores sistemas de salud del mundo¡±, afirma.
El entorno, no obstante, empuja a esa colaboraci¨®n, por lo que la industria da por hecho que el modelo de Aelix Therapeutics debe ser la norma. ¡°Hemos creado un ecosistema biotech. Tenemos todos los ingredientes necesarios: industrias tractoras, con farmac¨¦uticas nacionales y grandes grupos que producen en Espa?a; buena ciencia; centros de investigaci¨®n reputados, y una potente comunidad emprendedora. Y financiaci¨®n. ?Por qu¨¦ no va m¨¢s r¨¢pido? No hay ninguna excusa para que esto no salga adelante¡±, afirma Sanfeliu.
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