Estabilidad fiscal en precario

La interinidad del Gobierno hace dif¨ªcil el redise?o de la estrategia fiscal

La primera quincena de abril fue la de la confirmaci¨®n de que Espa?a hab¨ªa fallado, y mucho, en la consecuci¨®n del objetivo de d¨¦ficit p¨²blico para 2015, lo que lastra el cumplimiento de la meta para 2016, al elevar el punto de partida. Como no pod¨ªa ser de otra manera, en la segunda quincena se ha comenzado a hablar sobre revisiones y remedios. Tenemos noticias buenas y otras que lo son menos. Vayamos por partes.

Es claramente positivo que Bruselas se muestre favorable a que se retrase un a?o, el calendario de recorte del d¨¦ficit p¨²blico espa?ol. De hecho, la aparente facilidad con la que el ministro de Econom¨ªa lo ha conseguido es algo que sorprende. Sabiendo c¨®mo funciona Bruselas, con su sempiterno coro de voces y multitud de instancias, no hay que descartar que acabe existiendo letra peque?a en esa cesi¨®n, que incorpore sanciones o exigencias de diversa naturaleza. Tambi¨¦n es positivo que se alivie la presi¨®n en la reducci¨®n de d¨¦ficit de las comunidades aut¨®nomas. Fijar para 2016 el objetivo que se incumpli¨® en 2015 (0,7%) no lo resuelve todo, pero ayuda significativamente. Lo m¨¢s llamativo en este caso es que el ministro de Hacienda no retrasase unos d¨ªas la reuni¨®n del Consejo de Pol¨ªtica Fiscal y Financiera de hace dos semanas, para haber llevado una oferta m¨¢s atractiva. Una propuesta que contrapusiese esta relajaci¨®n del objetivo del d¨¦ficit auton¨®mico y el arranque real de la reforma de la financiaci¨®n a la demanda de mayores esfuerzos de recorte de gastos o subida de ingresos. Cuesta creer que el ministro de Econom¨ªa no hubiese informado en tiempo real al de Hacienda de sus objetivos, posibilidades y avances en Bruselas.

En el otro lado de la balanza destaca que el Gobierno no est¨¦ trabajando m¨¢s cooperativamente con la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) en la Actualizaci¨®n del programa de Estabilidad 2016-2019. Porque su aval es fundamental para que la nueva estrategia fiscal sea cre¨ªble, especialmente a ojos de las autoridades comunitarias y los mercados financieros. Pero ese respaldo es imposible si ni siquiera se aporta toda la informaci¨®n m¨ªnima para hacer el trabajo de evaluaci¨®n, como ha denunciado la propia AIReF.

Finalmente, la interinidad del Gobierno hace particularmente dif¨ªcil el redise?o de la estrategia fiscal. Las sendas de gastos e ingresos vigentes hasta 2018 ya no valen. Por eso, se deber¨ªa trabajar con el escenario inercial que acaba de divulgar la Autoridad Fiscal; esto es, el que resultar¨ªa de no tocar nada. Y, a partir de ah¨ª, clarificar las decisiones que el Gobierno en funciones tomar¨¢ en 2016 para cumplir con el nuevo objetivo, como la congelaci¨®n de 2.000 millones de euros de gastos ministeriales que fue aprobada el pasado viernes.

El nuevo Gobierno decidir¨ªa las medidas discrecionales adicionales sobre gastos e ingresos, en funci¨®n del men¨² fiscal que quiera ofrecer a los ciudadanos en los pr¨®ximos cuatro a?os.

Santiago Lago Pe?as es director del GEN (Governance and Economics research Network) de la Universidad de Vigo.