Claves para la estrategia digital
La educaci¨®n, la cooperaci¨®n y la tecnolog¨ªa marcar¨¢n la diferencia entre las empresas que se quieran sumar a los nuevos retos econ¨®micos y las que se queden en la cuneta
Ese pozo de sabidur¨ªa popular llamado Wikipedia fecha el inicio de la ¡°revoluci¨®n digital¡± entre 1950 y 1970. Hace como m¨ªnimo medio siglo de aquello y, pese a todo, esas dos palabras no han perdido prestigio. Pero para tener un perfil tecnol¨®gico ya no es suficiente estar en Facebook, Twitter, tener un smartphone o vender a trav¨¦s de una p¨¢gina web. La digitalizaci¨®n es un camino mucho m¨¢s largo por el que las empresas espa?olas se resisten a transitar para estar a la altura de Europa.
Seg¨²n el Indicador de la Econom¨ªa y la Sociedad Digital (DESI) de la Comisi¨®n Europea, Espa?a se sit¨²a en el puesto 15 de la UE en digitalizaci¨®n. Es el Estado con mayor penetraci¨®n de smartphones (y est¨¢ cerca de los n¨®rdicos en cuanto a utilizaci¨®n de banca m¨®vil), pero s¨®lo un 54% de los ciudadanos poseen competencias digitales b¨¢sicas.
El estudio Transformaci¨®n digital en Espa?a, llevado a cabo por Siemens y Roland Berger, se?ala que la pr¨¢ctica totalidad de las empresas tienen acceso a Internet y que tres cuartas partes disponen de su propia p¨¢gina web. En cambio, s¨®lo una minor¨ªa utiliza procesos digitales avanzados. ?nicamente un 16% de las pymes vende online, por un 35% de las grandes empresas. No hay estrategia y, si la hay, no tiene en cuenta la tecnolog¨ªa. En el citado documento, las propias organizaciones consideran como principales obst¨¢culos los insuficientes medios disponibles, su propia resistencia al cambio y el coste que todas esas nuevas herramientas conlleva. Piden una mayor implicaci¨®n de la administraci¨®n nacional a la hora de impulsar la inversi¨®n y la investigaci¨®n, y de la UE para crear un marco regulatorio apropiado. Siemens y EL PA?S han organizado un debate para contribuir a esa reflexi¨®n.
EL PODER DEL USUARIO
?Por qu¨¦ hay que invertir recursos en la transformaci¨®n digital? ¡°Los usos de la tecnolog¨ªa que est¨¢n haciendo los consumidores est¨¢n provocando que cambien sus expectativas de mercado¡±, se?ala Rosa Garc¨ªa, presidenta y consejera delegada de Siemens en Espa?a. El mundo gira muy r¨¢pido: el poder de comparar entre distintas ofertas que tienen al menos los 1.000 millones de personas que est¨¢n conectadas a Internet hace que el mercado vaya basculando hacia productos m¨¢s inteligentes, complejos y personalizados. ¡°En las empresas eso se traduce en que el trabajo se realiza de forma colaborativa, se reducen los errores... Nosotros en Siemens podemos averiguar que vamos a tener un problema en un tren antes de que suceda¡±.
Para Josep Piqu¨¦, exministro y consejero delegado de la constructora OHL, la digitalizaci¨®n est¨¢ consiguiendo algo que economistas como ¨¦l le¨ªan en los libros de texto y hasta ahora no se produc¨ªa: ¡°La soberan¨ªa del consumidor¡±. Sus efectos pueden ser arrolladores. ¡°Mois¨¦s Na¨ªm argumenta en uno de sus ensayos que el poder es cada vez m¨¢s f¨¢cil de obtener, m¨¢s dif¨ªcil de usar y m¨¢s f¨¢cil de perder. Eso vale tambi¨¦n para las empresas y la digitalizaci¨®n. Si observamos el r¨¢nking de Fortune hace diez a?os veremos que la mayor¨ªa de las grandes corporaciones ya no ocupan el liderazgo. Han cambiado, cuando antes duraban toda la vida¡±, ilustra. Al mismo tiempo la contradicci¨®n se ha instalado en los despachos: en Espa?a el 62% de los empresarios no tienen un plan de digitalizaci¨®n, seg¨²n el estudio de Siemens, pero la gran mayor¨ªa dicen sentir la urgencia por tenerlo porque intuyen que vender¨ªan m¨¢s (y se ahorrar¨ªan un 20% en costes). La segunda contradicci¨®n es que una buena parte de las empresas no ofrece formaci¨®n a sus trabajadores. Cambiar la cultura mercantil, cooperar con la competencia, buscar apoyo p¨²blico e incidir en la educaci¨®n cambiar¨ªan mucho este panorama.
MIEDO AL CAMBIO
¡°Tenemos miedo al cambio. Nos quedamos paralizados como el ciervo que cruza la carretera y se detiene a mirar las luces del coche que est¨¢ a punto de atropellarlo¡±, reflexiona Garc¨ªa. Para esta revoluci¨®n, ?qui¨¦n est¨¢ m¨¢s preparado? ?Los ciudadanos, las empresas, los poderes p¨²blicos? Rafael Gonz¨¢lez, presidente de Airbus Operations, cree sin duda que son ¡°los ciudadanos, y los j¨®venes en particular¡±. Gonzalo Ferre, presidente de Adif, a?ade sobre esas nuevas generaciones que ¡°determinadas decisiones en tecnolog¨ªa que tomaban los padres ahora las toman los hijos¡±. Coincide Sabino Garc¨ªa, presidente de TSK, para quien la poblaci¨®n va mucho m¨¢s avanzada. ¡°Mucho m¨¢s que las administraciones p¨²blicas. Pensemos en la justicia, en las fuerzas de seguridad...¡±.
La explosi¨®n digital tiene otros efectos colaterales. ¡°En el siglo XX necesitabas capital para montar una f¨¢brica, idear un producto y promocionarlo. Ahora hay tribus de personas que recomiendan a otras esos productos. El m¨¢rketing no es lo que era. Ahora hay que tener un cliente satisfecho y ponerle un micr¨®fono¡±, identifica la presidenta de Siemens.
Para los trabajadores hay muchos par¨¢metros nuevos. La Comisi¨®n Europea ha cifrado que un mercado digital ¨²nico generar¨ªa 415.000 millones de euros adicionales en actividad econ¨®mica y 900.000 empleos hasta el a?o 2020. Para desarrollar el ecosistema propicio se necesita un marco regulatorio alineado con la era digital. ¡°La posici¨®n de Europa, y lo digo como europe¨ªsta, es que va por detr¨¢s de los acontecimientos¡±, reflexiona Josep Piqu¨¦, ¡°y eso ocurre pese a que uno de los tres apartados del plan Juncker est¨¢ orientado a la digitalizaci¨®n¡±. El presidente de Airbus Operations tampoco cree que la UE vaya por delante de los Gobiernos en el impulso de este proceso. ¡°Va un poco a remolque. Hay un abanico de pa¨ªses dentro de la UE en posiciones muy distintas¡±. En cambio, Gonzalo Ferre y Rosa Garc¨ªa s¨ª defienden su importancia: ¡°Todo ser¨ªa peor si la UE no existiese¡±, asegura el primero. Garc¨ªa recuerda que la industria 4.0 que naci¨® en Alemania ¡°surgi¨® porque la sociedad entera se despert¨®. La tecnolog¨ªa irrumpe de forma muy rupturista. Y a la UE le est¨¢ pasando lo mismo. S¨ª veo planes comunitarios pragm¨¢ticos. Se ha intentado, por ejemplo, unir industria con energ¨ªa para avanzar en eficiencia¡±.
El contrapunto pol¨ªtico lo da Piqu¨¦, para quien ¡°hay enormes resistencias por parte de los Gobiernos nacionales. Se rompe el principio de libre circulaci¨®n de personas en el espacio Schengen; en unos d¨ªas veremos el refer¨¦ndum sobre el Brexit... Creo que falta la ambici¨®n que s¨ª ten¨ªa la Europa hace unos a?os. Y esa ambici¨®n se produc¨ªa porque la UE era lo suficientemente homog¨¦nea en su interior. Ahora que el grado de heterogeneidad es de una enorme magnitud, no se me ocurre otro camino para avanzar que con las distintas velocidades, la geometr¨ªa variable y los mecanismos de cooperaci¨®n reforzada. No nos podemos adaptar a la velocidad del m¨¢s lento¡±.
Adem¨¢s del encaje legislativo, la digitalizaci¨®n tiene otros enemigos poderosos. Porque una pyme, como coinciden todos los participantes, es hoy un libro abierto: por lo tanto sus secretos pueden estar en riesgo. La peor de las debilidades es la que no se ve, y s¨®lo un 11% de las sociedades teme la fuga de datos, seg¨²n la encuesta de Siemens. Para protegerse contra los robos hay grupos del Ibex que llegan a pedirle a hackers ¨¦ticos que les muestren sus vulnerabilidades en materia de seguridad. Nadie est¨¢ al 100% a salvo, pero la protecci¨®n tiene que ser, seg¨²n los participantes en el encuentro, una prioridad. Tanto para evitar fuga de datos de clientes como para salvaguardar sus propios desarrollos, la informaci¨®n comercial o los datos de los proveedores. ¡°Para las empresas en las que la informaci¨®n contractual, de producto, es la clave, tenemos que tener mecanismos de protecci¨®n que en alg¨²n caso pueden ser un freno al avance digital, pero son fundamentales¡±, asegura el ejecutivo del grupo aeron¨¢utico.
EL EMPLEO
Y a la vez, cada empresa, como recuerda Sabino Garc¨ªa, convive con sus propias tensiones internas derivadas de la digitalizaci¨®n de la propia sociedad. ¡°Desaparecen las jerarqu¨ªas. La forma de trabajar se basa en equipos con direcciones que ya no dependen de una persona. Eso no sienta muy bien en algunas empresas, pero es m¨¢s productivo¡±. Rafael Gonz¨¢lez pide a los empresarios que den a sus plantillas ¡°la oportunidad de que hagan de otra forma las cosas. Como interactuar, dar su opini¨®n y co-decidir en los procesos de una empresa. Porque es lo que esperan los talentos del futuro y si no se lo permitimos, los perderemos. Los menores de 40 a?os est¨¢n pidiendo hacer en la empresa lo que hacen fuera de la empresa¡±.
Por si no hay suficientes retos, Espa?a todav¨ªa no ha abordado el m¨¢s importante: la educaci¨®n. Los empleos del futuro necesitar¨¢n de una formaci¨®n que ahora no se da en las escuelas. Los expertos creen que los j¨®venes necesitar¨¢n una s¨®lida base te¨®rica, una buena formaci¨®n pr¨¢ctica y estar en contacto con el mundo del hardware [los componentes, la parte f¨ªsica de un dispositivo electr¨®nico o inform¨¢tico] y del software [los programas]. ¡°El hardware se olvida, tenemos que impulsar la rob¨®tica en las aulas¡±, cree Rosa Garc¨ªa. La ¨²ltima pata estar¨ªa en la educaci¨®n para el emprendimiento, para que los j¨®venes est¨¦n dispuestos a tomar riesgos y aprendan a equivocarse. Y, quiz¨¢ lo m¨¢s importante, ¡°que la formaci¨®n no termine en las aulas, que siga m¨¢s all¨¢, a lo largo de toda la vida de la persona¡±, apunta Rafael Gonz¨¢lez. ¡°Pero adem¨¢s de digitalizar a los chavales hay que hacerlo con los profesores¡±, a?ade el exministro Piqu¨¦.
Solo el 16% de las pymes vende en Internet frente al 35% de las grandes firmas El cambio es revolucionario: el consumidor ha pasado a ser el centro
La comisi¨®n cifra en 900.000 los empleos que se generar¨¢n hasta el 2020 la seguridad es muy importante, y ninguna est¨¢ a salvo de un robo de datos
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