Bruselas ampliar¨¢ el Plan Juncker m¨¢s all¨¢ de 2018 y fuera de la UE

La econom¨ªa europea no termina de arrancar. El PIB ha tardado ocho largos a?os en recuperar los niveles precrisis, lastrado por una deuda enorme y una inflaci¨®n que no despega y es el s¨ªntoma m¨¢s evidente de una enfermedad econ¨®mica nada f¨¢cil de curar. Y las recetas de pol¨ªtica econ¨®mica no funcionan: el BCE lleva m¨¢s de un a?o con un programa multimillonario de compras de activos, pero Mario Draghi y los suyos piden desesperadamente inversi¨®n p¨²blica para complementarlo. Alemania no est¨¢ por la labor; los dem¨¢s no pueden. Solo Bruselas ha intentado movilizar recursos, con un plan de inversiones que parece la multiplicaci¨®n de los panes y los peces: con unos 20.000 millones de fondos y garant¨ªas p¨²blicas pretende levantar m¨¢s de 300.000 millones de inversi¨®n total en tres a?os, a trav¨¦s de proyectos rentables que atraigan al sector privado. El plan se estren¨® hace un a?o en medio de grandes suspicacias. Bruselas, pese a las cr¨ªticas, subraya que va en la l¨ªnea prevista: en su primer a?o ha movilizado 100.000 millones en 250 proyectos de 26 pa¨ªses.

La Comisi¨®n subraya los ¡°primeros signos¡± de recuperaci¨®n de la inversi¨®n, que tras hundirse en los a?os de plomo de la Gran Recesi¨®n ¡°continuar¨¢ recuper¨¢ndose gradualmente en 2016 y 2017, aunque sigue en niveles hist¨®ricamente bajos¡±, seg¨²n un informe que ser¨¢ presentado hoy y al que ha tenido acceso este diario. ¡°El plan no es una bala de plata¡±, ¡°no puede producir resultados inmediatos¡±. Aun as¨ª, el brazo ejecutivo de la UE subraya los progresos conseguidos en ¨¢reas como la energ¨ªa, el medio ambiente o las infraestructuras.

Bruselas no se ahorra la autocr¨ªtica: admite que hay una concentraci¨®n excesiva en algunos pa¨ªses ¡ªb¨¢sicamente, Francia e Italia¡ª, en unos pocos sectores, y en pymes, m¨¢s f¨¢ciles de movilizar. El primer a?o se ha beneficiado, adem¨¢s, de la puesta en marcha de inversiones que ya estaban en sus primeras fases de estudio. Pero Juncker no quiere quedarse ah¨ª: el jefe de la Comisi¨®n presentar¨¢ en oto?o una propuesta legislativa para ampliar el plan m¨¢s all¨¢ del horizonte temporal previsto (mediados de 2018). Seg¨²n las fuentes consultadas, la idea es extenderlo al menos dos a?os m¨¢s, con una potencia de fuego equivalente. Y buscar algo m¨¢s ambicioso, incluso permanente, una vez se negocien los pr¨®ximos presupuestos de la UE.

¡°A la vista de los resultados, el Fondo [Juncker] se reforzar¨¢ y continuar¨¢ m¨¢s all¨¢ de los tres a?os previstos¡±, seg¨²n la evaluaci¨®n de Bruselas, que insiste en el rol de ese proyecto ¡°destinado a solucionar fallos de mercado y movilizar financiaci¨®n privada en inversiones cruciales para crear empleo, crecimiento y elevar la competitividad¡±. Juncker pretende usar esa palanca incluso fuera de la UE: la regulaci¨®n actual lo impide, pero Bruselas persigue incentivar las inversiones en la vecindad de Europa. Con un claro objetivo: pa¨ªses pol¨ªticamente ¡°fr¨¢giles¡± y ¨¢reas ¡°posconflicto¡±, para aprovechar ese veh¨ªculo en proyectos relacionados con la inmigraci¨®n, una de las crisis mayores del continente.

Los datos muestran a¨²n se?ales d¨¦biles de recuperaci¨®n de las inversiones, muy lejos de los niveles hist¨®ricos. La propia concepci¨®n del Plan Juncker limita sus ambiciones: persigue movilizar inversi¨®n privada, cuando instituciones como el BCE, el FMI y la OCDE hacen hincapi¨¦ en la necesidad de que Europa refuerce su pol¨ªtica fiscal y con ella la inversi¨®n p¨²blica. ¡°Pero el primer a?o confirma que el veh¨ªculo es ¨²til, y se ha ganado el derecho a formar parte de la caja de herramientas permanente de la Uni¨®n¡±, aseguran fuentes comunitarias. El informe de Bruselas demuestra que la cobertura geogr¨¢fica y sectorial est¨¢ demasiado concentrada. Pero a la vez, el plan ha permitido desatascar ¡ªal menos en parte¡ª el Banco Europeo de Inversiones, que ha pasado a invertir 4.000 millones en proyectos de alto riesgo a ¡°m¨¢s de 20.000 millones anuales¡±, seg¨²n el citado estudio.

Reinversi¨®n

Juncker se reserva para su pr¨®ximo discurso sobre el estado de la Uni¨®n, all¨¢ por el mes de septiembre, los detalles de la ampliaci¨®n del plan, que tendr¨¢ que debatir con la Euroc¨¢mara y el Consejo Europeo. Pero su equipo ya apunta por d¨®nde van los tiros. Por un lado, se reinvertir¨¢ el dinero de las garant¨ªas que salen del presupuesto europeo. Por otro, se modificar¨¢ la estructura del plan: habr¨¢ m¨¢s fondos para pymes ¡ªlos que mejor han funcionado hasta ahora¡ª y menos en infraestructuras, que est¨¢ costando m¨¢s activar. Y Bruselas flexibilizar¨¢ el uso de fondos estructurales, para hacer m¨¢s f¨¢cil esa opci¨®n y permitir m¨¢s proyectos en los pa¨ªses que m¨¢s los necesitan.

La Comisi¨®n ya patrocin¨® un cambio en las reglas de inversi¨®n de las aseguradoras para facilitar que entren en proyectos del Plan Juncker: el pr¨®ximo paso ser¨¢ flexibilizar tambi¨¦n las reglas para los bancos, cuyas inversiones en infraestructuras consumir¨¢n menos capital.

¡°Ese plan lleva el apellido Juncker para que sea f¨¢cil se?alar culpables si fracasa, pero de momento no ha fracasado¡±, se?al¨® el jefe de la Comisi¨®n el lunes en Luxemburgo. Bruselas pretende ahora dotarlo de mayor ambici¨®n y convencer tanto al sector privado, que de momento est¨¢ respondiendo, como a los Estados miembros, que por ahora le han dado un apoyo tangencial. Las casas de an¨¢lisis ¡ªBruegel, Instituto Delors, OCDE¡ª han sido cr¨ªticas con el proyecto. Piden algo m¨¢s. Quiz¨¢ ese empuje adicional llegue en oto?o, si Europa se convence de veras de que para salir de la crisis es imprescindible activar la inversi¨®n p¨²blica.