T¨²nez f¨ªa su econom¨ªa al FMI
Un cr¨¦dito de 2.800 millones da alas al pa¨ªs marcado por una econom¨ªa corrupta
En un mundo ¨¢rabe desgarrado por guerras civiles y las tensiones sectarias, T¨²nez se ha convertido en la ¨²nica historia de ¨¦xito de las llamadas primaveras ¨¢rabes. Sin embargo, esta visi¨®n es solo cierta en el ¨¢mbito pol¨ªtico gracias a la aprobaci¨®n de una Constituci¨®n democr¨¢tica y la celebraci¨®n de diversas elecciones libres. A nivel econ¨®mico, en cambio, no ha conseguido recuperar sus estad¨ªsticas de crecimiento previas a la revoluci¨®n de 2010 ¡ªde un 5% de media¡ª, ni tampoco generar la prosperidad esperada. Sin embargo, tanto las previsiones del Gobierno como de diversas consultoras conf¨ªan en un despegue para el pr¨®ximo lustro.
Seg¨²n el Banco Central del pa¨ªs magreb¨ª, la econom¨ªa tunecina crecer¨¢ este a?o un 2% y un 3,5% en 2017, frente al 0,8% registrado en 2015. La consultora IHS va m¨¢s all¨¢ y pronostica un crecimiento medio del 4,6% para los pr¨®ximos a?os. De hecho, lo sit¨²a, junto a Ir¨¢n y Emiratos ?rabes, entre los pa¨ªses que ofrecen unas mejores oportunidades de negocio dentro de la regi¨®n. Para los analistas, la actual negociaci¨®n de un acuerdo de libre comercio con la UE y la concesi¨®n de un cr¨¦dito por un valor de 2.800 millones de euros por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI) con un plazo de cuatro a?os son razones para el optimismo. ¡°M¨¢s all¨¢ de permitirnos aumentar la inversi¨®n p¨²blica, el pr¨¦stamo constituye una se?al de confianza hacia los inversores extranjeros. Para reactivar nuestra econom¨ªa es fundamental volver a atraer un flujo importante de inversiones¡±, declar¨® a El PA?S Yas¨ªn Brahim, ministro de Inversiones y Cooperaci¨®n Internacional. Por su parte, Amine Mati, jefe de la misi¨®n del Fondo en T¨²nez, asegura que el objetivo del acuerdo es ¡°acelerar la inversi¨®n p¨²blica, convertir el sistema fiscal en m¨¢s justo y mejorar el acceso al cr¨¦dito a las empresas peque?as y medianas. El pa¨ªs magreb¨ª ya recibi¨® un pr¨¦stamo de esta instituci¨®n en 2013, pero de menor valor: 1.500 millones.
Pocos d¨ªas despu¨¦s del anuncio del acuerdo con el FMI, el Banco Mundial hizo p¨²blico un ambicioso programa de 4.460 millones de euros, la mayor¨ªa destinados a financiar la construcci¨®n de infraestructuras. Como es habitual, los cr¨¦ditos vienen acompa?ados de reformas. Las de m¨¢s calado, ya efectuadas, son la aprobaci¨®n de una ley que blinda la independencia del Banco Central y otra que reestructura el ineficiente sector bancario del pa¨ªs. Asimismo, el FMI exige una profunda reforma fiscal, que el Gobierno ha aplicado parcialmente hasta el momento.
Las razones que explican la ca¨ªda de la producci¨®n durante los ¨²ltimos a?os son diversas. En primer lugar, la inestabilidad pol¨ªtica fren¨® la inversi¨®n extranjera y la llegada de turistas, siendo este un sector que representa el 7% del PIB. Si el turismo ya qued¨® tocado tras la revoluci¨®n, recibi¨® un golpe definitivo el a?o pasado, cuando dos brutales atentados en zonas tur¨ªsticas se saldaron con la muerte de 59 personas, la mayor¨ªa extranjeros. Estos ¨²ltimos a?os se ha disparado la conflictividad y las huelgas se han convertido en un hecho habitual. Por ejemplo, el sector de los fosfatos, una de las principales exportaciones del pa¨ªs, se ha visto seriamente afectado (el a?o pasado, la ca¨ªda en la producci¨®n minera fue del 21%).
La revuelta asest¨® un mazazo a un modelo de crecimiento, basado en un capitalismo corrupto, muy vinculado a los intereses de la familia Ben Ali, que a¨²n no ha sido sustituido por un nuevo modelo m¨¢s transparente. ¡°Desde la era Ben Ali, entre los empresarios domina la b¨²squeda del beneficio r¨¢pido. Es necesario un cambio de mentalidad hacia la inversi¨®n a largo plazo¡±, opina Salah Tagaz, ex alto funcionario del Ministerio de Transporte. De hecho, una de las iniciativas m¨¢s pol¨¦micas del Gobierno, frustrada por la movilizaci¨®n popular, era una amnist¨ªa para los hombres de negocios crecidos a la sombra de Ben Ali con el objetivo de que repatriaran sus fortunas y reactivaran la inversi¨®n.
Actualmente, el principal problema social es el paro, sobre todo entre la juventud. Si bien el registro oficial es de un 15,5%, no refleja el enorme volumen de subempleo. Tan solo un tercio de los j¨®venes cuenta con un contrato formal y cobertura de la seguridad social. En enero, una ola de protestas por este problema oblig¨® al Ejecutivo a declarar el toque de queda durante varios d¨ªas. Las movilizaciones fueron especialmente importantes en el sur y el centro del pa¨ªs, zonas tradicionalmente marginadas por el Estado.
M¨¢s all¨¢ de estos problemas, fuentes del Banco Mundial lamentan que los diversos Gobiernos que se han sucedido despu¨¦s de la revoluci¨®n no hayan sido capaces de abrir a la competencia muchos sectores en r¨¦gimen de monopolio, ya sean p¨²blicos o privados, ni tampoco de simplificar los tr¨¢mites para abrir nuevas empresas.
La firma del cr¨¦dito con el FMI ha suscitado recelos entre un sector de la poblaci¨®n que no olvida el espaldarazo que dio el Fondo al antiguo dictador y sus pol¨ªticas neoliberales. ¡°Estamos en contra por muchas razones. Para empezar, por la falta de transparencia en las condiciones que conlleva. Las que conocemos no parecen adecuadas a la realidad tunecina, m¨¢s bien una simple transposici¨®n de otros planes de ajuste¡±, critica Jelil Bedaui, economista del Foro Tunecino de Derechos Econ¨®micos y Sociales. ¡°En lugar de endeudarse, el Gobierno deber¨ªa tomarse en serio la lucha contra el fraude fiscal. T¨²nez posee suficientes recursos¡±, sostiene Bedaui, que recuerda que la econom¨ªa informal representa hasta un 40% del PIB, una cifra que ha ido en aumento los ¨²ltimos a?os.
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