¡°La palabra desigualdad sigue dando miedo¡±
Martin Ravallion, exdirector del Departamento de Investigaci¨®n del Banco Mundial, ahonda en un nuevo libro sobre el acercamiento pol¨ªtico a la pobreza
El economista e investigador australiano Martin Ravallion ha dedicado su carrera a estudiar las estructuras econ¨®micas que hay detr¨¢s de la pobreza. El ¨²ltimo trabajo del exdirector del Departamento de Investigaci¨®n del Banco Mundial es un manual que ahonda en esta cuesti¨®n. Para Ravallion, la conexi¨®n es obvia, pero asegura que a¨²n hace falta comprender mejor c¨®mo sin la econom¨ªa no se puede erradicar la pobreza. Si no se entiende el desaf¨ªo al que se enfrentan los ciudadanos m¨¢s desfavorecidos, las pol¨ªticas sociales que pretenden ayudarlos pueden condenarlos a permanecer en el ¨²ltimo eslab¨®n de la sociedad. Ravallion acaba de recibir el Premio Fundaci¨®n BBVA Fronteras del Conocimiento en la categor¨ªa de Cooperaci¨®n al Desarrollo, que recoger¨¢ el martes 21 de junio en Madrid.
Los pol¨ªticos desconocen lo que es vivir en la pobreza, y los economistas hablan de ello en t¨¦rminos abstractos
Pregunta. Afirma que los economistas no saben lo bastante sobre la pobreza, ?qu¨¦ aspecto es el menos entendido?
Respuesta. La pobreza no ha recibido suficiente atenci¨®n. Yo sab¨ªa que la econom¨ªa me ayudar¨ªa a entenderla, pero la mayor¨ªa de los economistas no se interesan por este asunto. Uno de los mayores errores es la visi¨®n de que los pobres no saben lo que es mejor para ellos, y culparlos de su situaci¨®n. Esas personas est¨¢n constantemente tomando decisiones dif¨ªciles que afectan a sus familias, a sus hijos. Tanto los medios de comunicaci¨®n como los pol¨ªticos deben tener m¨¢s respeto hacia ellos, porque si no se les respeta se pueden cometer muchos errores que lleven a implementar pol¨ªticas que les fuercen a hacer cosas que no les favorecen y que, incluso, pueden resultar en un empeoramiento de su situaci¨®n. Otro error may¨²sculo es pensar que la lucha contra la desigualdad y la pobreza tendr¨¢ inevitablemente un coste en el crecimiento econ¨®mico. Esto suele ser una excusa para no tomar medidas.
P. ?Se sigue aceptando la pobreza como parte inevi?table del sistema econ¨®mico?
R. Hace 200 a?os se consideraba que la pobreza era necesaria. Hoy nos hemos dado cuenta de que, por lo menos en el caso de la pobreza extrema, se puede erradicar. Ocurri¨® en Europa Occidental y en EE UU. El crecimiento econ¨®mico fue importante, pero iba acompa?ado de seguridad, de reducci¨®n de riesgo y de una serie de pol¨ªticas sociales que apuntalan esa econom¨ªa, como la educaci¨®n y la igualdad de oportunidades. Pero en la actualidad, en la mayor¨ªa de los pa¨ªses, ricos y pobres, la desigualdad es demasiado alta. Las personas pobres tienen tantas ideas como las ricas, solo que no pueden financiarlas: es la desigualdad lo que obstaculiza sus oportunidades econ¨®micas.
P. En su trabajo se refiere a que el extremo m¨¢s pobre de la econom¨ªa cada vez es m¨¢s ¡°pegajoso¡±. ?Qu¨¦ consecuencias tiene esto en la lucha contra la pobreza?
R. En los 100 a?os que se tard¨® en erradicar la pobreza extrema en Europa Occidental y EE UU ocurrieron dos cosas: cada vez hab¨ªa menos personas viviendo por debajo de ese umbral, y el l¨ªmite inferior se elevaba. Ahora, en los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo el progreso ocurre de una forma m¨¢s r¨¢pida pero no afecta a los m¨¢s pobres. La ¨²nica explicaci¨®n es que en el pasado las pol¨ªticas sociales fueron m¨¢s efectivas a la hora de llegar a los pobres, y eso es una cuesti¨®n de capacidad administrativa y de voluntad pol¨ªtica. Deber¨ªamos aprender de pa¨ªses como los escandinavos: hay que empezar aplicando pol¨ªticas sociales universales que afecten a toda la sociedad.
P. ?C¨®mo convencer¨ªa a quienes creen que los pobres son responsables de su situaci¨®n de que las pol¨ªticas sociales universales son necesarias?
R. Es necesario entender las situaciones l¨ªmite a las que se enfrentan las personas y el contexto en el que viven. Los pol¨ªticos desconocen lo que es vivir en la pobreza. Los economistas hablan en t¨¦rminos abstractos, pero deber¨ªan ver lo que realmente implica, para internalizar los problemas que acarrea. Si hicieran esto empatizar¨ªan mucho m¨¢s y ser¨ªan menos proclives a culpar a los pobres de sus problemas. Nadie puede creer que la pobreza, en cualquier parte del mundo, sea culpa de quien la padece. Pero siempre hay quien encuentra una excepci¨®n y lo utiliza como arma pol¨ªtica. Estoy convencido de que las sociedades son fundamentalmente progresistas y avanzan.
P. ?Por qu¨¦ sigue habiendo pobreza en pa¨ªses tan ricos como EE UU?
R. Es pobreza pero tiene est¨¢ndares distintos; la l¨ªnea que marca el umbral es 12 veces m¨¢s elevada que en ?frica. Seg¨²n se desarrolla una econom¨ªa, tambi¨¦n lo hace su definici¨®n de pobreza. La trayectoria de crecimiento econ¨®mico en EE UU hasta 1980 contribuy¨® enormemente a la reducci¨®n de este ¨ªndice, pero a finales de los setenta se estanc¨®. Hubo un cambio deliberado durante la Administraci¨®n de Reagan para invertir menos dinero en ¨¢reas como la educaci¨®n. Cada vez era m¨¢s dif¨ªcil que un ni?o pobre pudiera seguir estudiando, lo que dispar¨® la desigualdad. El crecimiento s¨®lo afect¨® a la parte m¨¢s alta del espectro econ¨®mico, dej¨® atr¨¢s a los desfavorecidos, y entonces empezamos a ver un estancamiento en la lucha contra la pobreza.
P. ?Considera que EE UU no ha hecho lo bastante?
R. No se han implementado suficientes medidas sociales para luchar contra la pobreza. En EE UU descubrieron muy tarde, a finales de los noventa, que si combinas todas las pol¨ªticas sociales acabas con una tasa de impuestos elevad¨ªsima que grava a las personas m¨¢s desfavorecidas. Esto quiere decir que aunque logren una nueva fuente de ingresos, pierden todo beneficio por los impuestos. Es lo que se llama la trampa de la pobreza: destruye los incentivos para que los m¨¢s pobres escapen de su situaci¨®n por sus propios medios. Las pol¨ªticas sociales inteligentes son las que construyen esos incentivos. Pero debemos tener cuidado de no caer en el paternalismo, asegurarnos de que pensamos en esto desde la perspectiva de una persona sin medios, no desde la de un pol¨ªtico que se dedica a hacer juicios de lo que deber¨ªa o no hacer la gente.
P. ?Cu¨¢l es el mayor obst¨¢culo en la lucha contra la pobreza?
R. El desaf¨ªo est¨¢ en la desigualdad, no todo el mundo ve que la brecha es demasiado grande. Aunque aumenta el n¨²mero de pol¨ªticos que se da cuenta de que el elevado ¨ªndice de desigualdad est¨¢ destruyendo oportunidades econ¨®micas, que ven que la clase media se queda atr¨¢s y que no reducimos los ¨ªndices de pobreza; sobre esto no hay todav¨ªa un consenso. La palabra desigualdad sigue dando miedo, mientras que pobreza no. Una de las cosas que se pueden hacer es desmontar el t¨¦rmino y sacar a la luz aspectos espec¨ªficos en materia de educaci¨®n y salud. Si decimos que la diferencia en la esperanza de vida entre ricos y pobres en EE UU es de 15 a?os, la desigualdad queda retratada en t¨¦rminos que van m¨¢s all¨¢ de riqueza o dinero. Quiz¨¢ esto ayude a que el t¨¦rmino asuste menos.
El otro gran reto es la pobreza relativa. En un periodo de 10 a 40 a?os podemos haber erradicado la pobreza extrema en casi todo el mundo y eso es algo fant¨¢stico, porque es el peor tipo de pobreza. Pero seguir¨¢ habiendo pobres y la desigualdad continuar¨¢ siendo un grand¨ªsimo problema.
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