Ojo con el gasto de los hogares
El gasto de las familias ha sido un pilar esencial de la recuperaci¨®n econ¨®mica. Durante el ¨²ltimo a?o, el consumo privado aport¨® m¨¢s de la mitad del crecimiento de la econom¨ªa. El gasto en consumo privado ha sido especialmente boyante. Solo durante el primer trimestre del 2016, las familias espa?olas se gastaron casi 157.000 millones de euros, en torno a un 57% de la renta nacional. Esta situaci¨®n contrasta con la contracci¨®n del consumo que se produjo durante la fase inicial de la crisis.
La pregunta es si es sostenible. Primero de todo, la renta de los hogares se ha beneficiado de factores transitorios. La disminuci¨®n de los tipos de inter¨¦s propiciada por el Banco Central Europeo ha reducido la carga financiera que soportan las familias. El a?o pasado, las familias se ahorraron 7.000 millones de euros en pago de intereses. Se trata de una situaci¨®n que dif¨ªcilmente se podr¨¢ repetir dado en nivel hist¨®ricamente bajo alcanzado por el Euribor.
La ca¨ªda del precio del petr¨®leo tambi¨¦n ha repercutido favorablemente sobre el poder adquisitivo de los hogares. Pero las perspectivas apuntan a una estabilizaci¨®n o un ligero repunte de los precios de las materias primas importadas, sobre todo si se depreciara el euro con respecto del d¨®lar, la moneda en que se fijan los precios internacionales.
En segundo lugar, para que el gasto pueda seguir creciendo de forma continuada, es imprescindible que se generen suficientes ingresos. Eso ocurri¨® hasta el 2014: el incremento del gasto no planteaba mayor problema porque se financiaba con ingresos de los hogares, impulsados por la creaci¨®n de nuevos empleos. Las familias incluso empezaron a reconstituir unos ahorros que hab¨ªan quedado muy mermados durante la etapa de gasto desenfrenado que precedi¨® el estallido de la burbuja financiera.
Pero ¨²ltimamente el ahorro ha emprendido una senda decreciente. Los hogares guardan el 6% de los ingresos que generan. Se trata de una tasa superior a la que se observ¨® en el 2007, pero todav¨ªa m¨¢s de cuatro puntos por debajo de la media observada en el momento de la introducci¨®n del euro. En cualquier caso no es sostenible financiar el consumo con la escasa tesorer¨ªa generada por las familias estos ¨²ltimos a?os.
Por otro lado, empieza a crecer el cr¨¦dito a los hogares para financiar el consumo. Desde mediados del a?o pasado, el cr¨¦dito al consumo aumenta a tasa anuales superiores al 2% y el cr¨¦dito para la adquisici¨®n de vivienda reduce su ca¨ªda. Parece que el proceso de desendeudamiento de las familias que se ven¨ªa produciendo desde el inicio de la crisis se ha detenido, como lo indican las estimaciones publicadas esta semana por Bankia. La deuda supera al total de ingresos anuales generados por las familias. Sin duda son estos unos niveles elevados, aunque no parecen excesivos en comparaci¨®n con otros pa¨ªses desarrollados.
El ritmo de consumo no es sostenible sin recurrir al ahorro o al endeudamiento
Una reducci¨®n de impuestos sobre el consumo o la renta dejar¨ªa m¨¢s dinero en los bolsillos, como ya ha ocurrido este a?o con la rebaja del IRPF (con un impacto nada desde?able sobre los ingresos disponibles). Tambi¨¦n estimular¨ªa la iniciativa privada, de por s¨ª un factor esencial de mejora de la productividad. Pero el impacto sobre la demanda interna se ver¨ªa reducido si se viera acompa?ada por una contracci¨®n del gasto p¨²blico.
En definitiva, el crecimiento del gasto de los hogares espa?oles observado estos ¨²ltimos tiempos no es sostenible sin recurrir a los ahorros o al endeudamiento. La previsi¨®n de fuerte reducci¨®n del ritmo de crecimiento del consumo que acaba de anunciar el Banco de Espa?a parece por tanto veros¨ªmil. Para afianzar la recuperaci¨®n, es necesario profundizar en la generaci¨®n de empleo y el aumento de las rentas del trabajo, principales sustentos de la renta familiar. Y por supuesto hay que mejorar el clima de inversi¨®n p¨²blica y privada, que deber¨ªan tomar el relevo del consumo y a la vez mejorar el potencial econ¨®mico del pa¨ªs.
Raymond Torres es Director de coyuntura y previsi¨®n de Funcas
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