El r¨¢pido envejecimiento redibuja la econom¨ªa
El problema conlleva la p¨¦rdida de peso de Europa en el mundo
El siglo XXI tendr¨¢ su propia revoluci¨®n: la demogr¨¢fica. Una conquista del ser humano, la mayor esperanza de vida, amenaza con tornarse en un tsunami de consecuencias impredecibles al combinarse con la ca¨ªda de la natalidad en muchos pa¨ªses. El envejecimiento de la poblaci¨®n conlleva efectos econ¨®micos de primera magnitud que van m¨¢s all¨¢ de la sostenibilidad de las pensiones p¨²blicas. Entre ellos se encuentran un menor crecimiento potencial, la ca¨ªda de la productividad, los desequilibrios en las cuentas p¨²blicas, la p¨¦rdida de peso de Europa en la econom¨ªa mundial, la concentraci¨®n del consumo privado en un pu?ado de bienes y servicios o la distorsi¨®n de las pol¨ªticas monetarias. A los gobiernos, cegados por el corto plazo, les cuesta reaccionar ante esta bomba de relojer¨ªa, mientras los expertos avisan sobre la urgencia de tomar medidas.
¡°Vivimos en medio de la mayor transici¨®n demogr¨¢fica de la historia¡±, destaca Beijia Ma, analista de Bank of America Merrill Lynch. ¡°Prepararse para los cambios que se avecinan es una obligaci¨®n para los gobiernos, las empresas y los propios ciudadanos¡±, recuerda. En un reciente informe, titulado La econom¨ªa plateada, el banco estadounidense pone en contexto el reto que se vislumbra en el horizonte: ¡°La expectativa de vida alcanzar¨¢ los 77,1 a?os en 2050 frente a los 48 a?os de 1950; la poblaci¨®n mundial con m¨¢s de 60 a?os ascender¨¢ a 2.100 millones de personas a mitad de siglo frente a los 900 millones actuales; la edad media de los habitantes del planeta ser¨¢ de 36 a?os, siete m¨¢s que ahora¡±.
En la partida de cartas demogr¨¢fica, la Uni¨®n Europea (UE) es la que peor mano lleva. Para 2050, la poblaci¨®n mundial habr¨¢ crecido en m¨¢s de 2.500 millones, lo que equivale a seis veces la poblaci¨®n total de la UE. Se espera que el n¨²mero de habitantes en el Viejo Continente descienda en ese periodo de tiempo y que para la pr¨®xima d¨¦cada haya ya perdido su condici¨®n de mercado m¨¢s grande del mundo. ¡°La teor¨ªa econ¨®mica indica que los cambios en la poblaci¨®n activa inciden en la capacidad de crecimiento de una econom¨ªa, que ya es baja, en torno al 1%¡±, sostiene Themis Themistocleus, jefe de inversiones del UBS. Este menor crecimiento, seg¨²n el banco suizo, conllevar¨¢ alzas del IPC por debajo del 2%. ¡°Llegado el momento, el BCE podr¨ªa tener que reducir su objetivo de inflaci¨®n por debajo de ese nivel¡±, sugiere este experto.
Una Europa envejecida donde el coeficiente de dependencia, es decir, la proporci¨®n de la poblaci¨®n que no est¨¢ en edad de trabajar (ni?os y jubilados) como porcentaje de la poblaci¨®n en edad activa, aumentar¨¢ de forma significativa, tiene b¨¢sicamente dos opciones. La primera requiere romper un tab¨² pol¨ªtico y social que tanto se est¨¢ manifestando estos d¨ªas y abrir las puertas a la inmigraci¨®n.
¡°Si la fuerza laboral tiene que crecer, las manos adicionales deben venir de donde sea. Una posibilidad es que llegue de fuera de Europa: una oleada de trabajadores emigrantes aumentar¨ªa el colectivo en edad de trabajar y reducir¨ªa la edad media de la poblaci¨®n. Adem¨¢s, la inmigraci¨®n tiene un efecto a m¨¢s largo plazo y es que la segunda generaci¨®n suele tener m¨¢s ni?os que los hijos de los nacionales¡±, recuerda Richard Tufft, analista de Goldman Sachs. Seg¨²n algunos c¨¢lculos, para equiparar la tasa de crecimiento de la mano de obra en EE UU, la UE debe recibir anualmente 1,8 millones de habitantes (en edad activa) durante los pr¨®ximos 10 a?os.
La otra opci¨®n para Europa pasa por acometer reformas estructurales de calado. ¡°Se necesita mejorar la productividad con medidas como la reducci¨®n de la segmentaci¨®n del mercado laboral, eliminar obst¨¢culos para la creaci¨®n de empresas, reducir la burocracia, liberalizar m¨¢s los mercados de productos y crear mercados de capitales m¨¢s fuertes¡±, dice Themistocleus.
Un planeta de ancianos
? 2.100 millones de personas tendr¨¢n m¨¢s de 60 a?os para mediados de este siglo frente a los 900 millones actuales. La media de edad ser¨¢ de 36 a?os.
? La poblaci¨®n con m¨¢s de 65 a?os supone ahora un grupo de presi¨®n pol¨ªtico cuyas demandas deber¨¢n ser escuchadas con m¨¢xima atenci¨®n por aquellos partidos que quieran llegar al poder o conservarlo. En Alemania, por ejemplo, la edad media de los votantes, seg¨²n los ¨²ltimos c¨¢lculos demogr¨¢ficos, pasar¨¢ de los 49,8 a?os en 2010 a 57 a?os en 2030.
Peligra el cetro alem¨¢n
La revoluci¨®n demogr¨¢fica tambi¨¦n traer¨¢ una redefinici¨®n del mapa de poder en Europa. En concreto, Alemania ver¨¢ amenazado su liderazgo y su influencia a la hora de marcar la l¨ªnea econ¨®mica a seguir dentro del Continente. Reino Unido super¨® recientemente a Francia como la segunda naci¨®n m¨¢s poblada de la UE y como las proyecciones demogr¨¢ficas de Naciones Unidas prev¨¦n un aumento del orden de los 10 millones para 2050, rebasar¨ªa a Alemania, cuya poblaci¨®n previsiblemente meng¨¹e en seis millones en este periodo, para ocupar el primer puesto. Adem¨¢s, las previsiones hablan de que la poblaci¨®n de Francia habr¨¢ crecido en siete millones a mediados de siglo, lo que la dejar¨ªa casi a la par con su vecino alem¨¢n.
El envejecimiento, sin embargo, no es exclusivo de Europa. En EE UU, por ejemplo, cada d¨ªa entre 2010 y 2020 se jubilar¨¢n 10.000 baby boomers (la generaci¨®n m¨¢s numerosa, que comprende a los nacidos entre 1946 y 1964); en Jap¨®n habr¨¢ solo 2,1 trabajadores por cada pensionista dentro de cuatro a?os, comparado con el ratio de seis veces que hab¨ªa en 1990; en China la poblaci¨®n en edad de trabajar toc¨® techo en 2015; en Corea del Sur la tasa de fertilidad ha ca¨ªdo de seis hijos en 1950 a solo 1,3 en la actualidad¡ Solo ?frica o India parecen escaparse de la maldici¨®n de las arrugas.
¡°Poblaciones m¨¢s peque?as y m¨¢s envejecidas significan menos demanda y una productividad potencial m¨¢s baja¡±, advierte James Pomeroy, analista del HSBC. ¡°Cuando el n¨²mero de personas jubiladas crece con respecto a la poblaci¨®n activa las consecuencias son una mayor presi¨®n fiscal, un aumento del gasto en sanidad y una ca¨ªda de los ingresos fiscales. Globalmente, aunque el colectivo de personas en edad de trabajar a¨²n est¨¢ aumentado, nuestro pron¨®stico es un crecimiento potencial de la econom¨ªa mundial menor en 0,6 puntos porcentuales cada a?o durante la pr¨®xima d¨¦cada comparado con el crecimiento de los ¨²ltimos 10 a?os debido a los cambios demogr¨¢ficos. No son noticias especialmente buenas para aquellas econom¨ªas fuertemente endeudadas¡±, a?ade Pomeroy.
Una consecuencia evidente del envejecimiento de la poblaci¨®n es un mayor gasto sanitario. Entre 1995 y 2009 el gasto p¨²blico en sanidad creci¨® a una tasa media anual en t¨¦rminos reales (ajustado por la inflaci¨®n) del 4,3% en los pa¨ªses miembros de la OCDE. Los estudios de este propio organismo se?alan que este crecimiento continuar¨¢ y no solo por la mayor esperanza de vida de la poblaci¨®n mundial. ¡°Los altos d¨¦ficits de muchos pa¨ªses y las limitaciones presupuestarias sugieren que ser¨¢ necesario traspasar parte de la inversi¨®n que se necesita al sector privado. Sin embargo, esto tampoco frenar¨¢ del todo el aumento del gasto p¨²blico en temas relacionados con la salud debido a los factores demogr¨¢ficos estructurales que se avecinan¡±, explican los expertos de Julius B?r en un informe.
Las proyecciones se?alan que el peso del colectivo de personas mayores de 65 a?os sobre la poblaci¨®n mundial pasar¨¢ del 9% en 2010 al 19% en 2050. ¡°Esto significa que las demandas sanitarias van a aumentar. Si nos basamos en la relaci¨®n entre personas mayores y gasto en salud, un incremento del 1% en el porcentaje de personas de m¨¢s de 65 a?os implica un aumento del gasto p¨²blico aproximadamente de 0,2 puntos porcentuales del PIB¡±, calculan desde el HSBC.
Agujero en pensiones
Junto al gasto sanitario, el otro gran reto para los Estados es c¨®mo garantizar la sostenibilidad de los sistemas p¨²blicos de pensiones. La combinaci¨®n de una mayor esperanza de vida y la ca¨ªda de la natalidad componen un sudoku de dif¨ªcil resoluci¨®n para muchos gobiernos. Seg¨²n los c¨¢lculos de la OCED, el gasto p¨²blico medio en pensiones con respecto al PIB pasar¨¢ del 9,5% en 2015 al 12% en 2050. ¡°Muchas personas sue?an con una jubilaci¨®n feliz recogiendo los frutos de una larga vida de sacrificios. Sin embargo, la realidad es que en el cerdito no hay dinero suficiente para garantizar esa aspiraci¨®n¡±, avisa Kathleen Boyle, analista de Citi. En un reciente informe, titulado La crisis de las pensiones que se avecina, el banco estadounidense trata de poner cifras al problema: ¡°De acuerdo con nuestras estimaciones, el valor total del desfase presupuestario de 20 pa¨ªses de la OCDE en el tema de pensiones alcanzar¨ªa 78 billones de d¨®lares, casi el doble de la suma de su deuda p¨²blica actual. Adem¨¢s, las empresas tampoco est¨¢n cumpliendo con sus obligaciones y la mayor¨ªa de los planes de pensiones corporativos est¨¢n infracapitalizados¡±.
Marko Mrsnik, analista de Standard & Poor¡¯s (S&P), reconoce que muchos Estados han aprobado en los ¨²ltimos a?os una serie de reformas estructurales con el objetivo de contener el gasto relacionado con el envejecimiento de la poblaci¨®n, sobre todo para estabilizar el coste de las pensiones futuras. En su opini¨®n, estos cambios, si se mantienen, ayudar¨¢n a sostener en el largo plazo las cuentas p¨²blicas. ¡±Sin embargo, los gobiernos se enfrentan a un equilibrio dif¨ªcil de solucionar y que conlleva por un lado frenar el gasto p¨²blico y, al mismo tiempo, asegurar los ingresos adecuados para combatir los riesgos crecientes de pobreza y desigualdad¡±, apunta un estudio firmado por Mrsnik. ¡°Por eso creo que ser¨¢n necesarias m¨¢s medidas, particularmente para contener el gasto en temas relacionados con la salud y los cuidados a largo plazo. En este contexto, racionalizar los sistemas de seguridad social puede, si se hace pronto, diseminar el impacto y la carga de pol¨ªticas impopulares¡±, a?ade.
Impacto en las cuentas
En mayo pasado, S&P public¨® un informe ¡ªtitulado 58 sombras de Gray¡ª en el que, utilizando las proyecciones demogr¨¢ficas, advierte de que, si no se aprueban reformas, el ratio medio de deuda p¨²blica sobre PIB crecer¨¢ hasta el 131% en 2050 en las econom¨ªas avanzadas frente al 49% de 2020 (en los pa¨ªses en desarrollo pasar¨¢ del 42% al 136%), mientras que el d¨¦ficit p¨²blico promedio se doblar¨¢, pasando del 4% al 8%. ¡°De acuerdo con esta simulaci¨®n, la deuda de un cuarto de los 58 pa¨ªses analizados pasar¨ªa a tener una calificaci¨®n crediticia de bono basura¡±, concluye el informe.
La necesidad de realizar reformas, sin embargo, topa con un escollo no menor. El envejecimiento de la poblaci¨®n tiene un efecto pol¨ªtico clar¨ªsimo que se traduce en la creaci¨®n de un grupo de presi¨®n cada vez m¨¢s grande formado por aquellas personas con m¨¢s de 65 a?os y cuyas demandas deber¨¢n ser escuchadas con m¨¢xima atenci¨®n por aquellos partidos que quieran llegar al poder o conservarlo. En Alemania, por ejemplo, la edad media de los votantes, seg¨²n los ¨²ltimos c¨¢lculos demogr¨¢ficos, pasar¨¢ de los 49,8 a?os en 2010 a 57 a?os en 2030. Y no hay que adentrarse a tan largo plazo para comprobar el poder de este colectivo: en las elecciones generales de 2015 celebradas en Reino Unido el 78% de las personas mayores de 65 a?os fue a votar mientras que solo acudieron a las urnas el 43% de los j¨®venes entre 18 y 24 a?os y la participaci¨®n total se qued¨® en el 66,1%.
¡°Contar con una poblaci¨®n tan envejecida tendr¨¢ una influencia directa en el gasto de los gobiernos, principalmente por motivos electorales. Una poblaci¨®n creciente de mayores de 65 a?os supone un incentivo para que las pol¨ªticas p¨²blicas les favorezcan, tanto en t¨¦rminos fiscales como en las decisiones de inversi¨®n. Este s¨²per poder de la gente mayor, cuanto nos referimos a cuestiones pol¨ªticas, puede implicar que el gasto se concentre en partes de la econom¨ªa poco productivas¡±, seg¨²n James Pomeroy, del HSBC.
Espa?a es uno de los pa¨ªses donde el envejecimiento de la poblaci¨®n es m¨¢s palpable. La esperanza de vida se sit¨²a en 80 a?os para los hombres y en 85 para las mujeres, de las m¨¢s altas del mundo. Adem¨¢s, las ¨²ltimas proyecciones demogr¨¢ficas de Naciones Unidas se?alan que en 2030 habr¨¢ 15,36 millones de espa?oles mayores de 60 a?os frente a los 11,24 millones de 2015. En 2050, Espa?a ser¨¢ el segundo pa¨ªs del mundo con el ratio de dependencia m¨¢s elevado (69,5 personas de 65 o m¨¢s a?os por cada 100 personas entre 15 y 64 a?os), tan solo por detr¨¢s de Jap¨®n.
El Banco de Espa?a, en su ¨²ltimo informe anual, advierte del impacto que este envejecimiento tiene en la econom¨ªa local. ¡°Distintos factores apuntan a una reducci¨®n considerable de la tasa de crecimiento potencial de la econom¨ªa espa?ola en el medio plazo, que podr¨ªa situarse en el entorno del 1,2 % en el per¨ªodo 2020-2025 frente a tasas cercanas al 3% durante el per¨ªodo 2001-2008. Entre estos factores, destaca el impacto del envejecimiento demogr¨¢fico que, seg¨²n las previsiones actuales del INE, llevar¨ªa a una ca¨ªda de la poblaci¨®n del 0,2% anual en el per¨ªodo 2020-2025¡±, seg¨²n el supervisor bancario.
El menor crecimiento, combinado con unos gastos sociales en alza, son dos malos aliados para una econom¨ªa tan endeudada como la espa?ola. S&P calcula que los gastos relacionados con el envejecimiento (pensiones, salud, dependencia¡) pasar¨¢n de representar el 20,8% del PIB en 2015 al 22% en 2050. La agencia de calificaci¨®n de cr¨¦ditos, en su escenario m¨¢s catastrofista ¡ªequivalente a que el Gobierno no realizase reformas adicionales¡ª, se?ala que la deuda p¨²blica espa?ola llegar¨ªa al 157% del PIB a mediados de siglo y el d¨¦ficit p¨²blico repuntar¨ªa hasta situarse en el 9%.
Mercado laboral
El envejecimiento de la poblaci¨®n tambi¨¦n tendr¨¢ su impacto en el mercado laboral espa?ol. El pasado mes de abril la patronal public¨® un estudio sobre esta cuesti¨®n. La CEOE cree que a corto plazo (hasta 2017), teniendo en cuenta las cifras del INE de descenso poblacional y su efecto en la poblaci¨®n activa, unido a la creaci¨®n de unos 850.000 empleos seg¨²n sus propias previsiones, el n¨²mero de personas sin un puesto de trabajo se reducir¨ªa en 900.000 individuos, con lo que la tasa de paro caer¨ªa al 18%. A m¨¢s largo plazo (2025) sus proyecciones hablan de que el factor demogr¨¢fico contribuir¨ªa a reducir el desempleo hasta el 8%. ¡°En definitiva, estas din¨¢micas poblacionales a corto plazo contribuyen a reducir las tensiones del mercado de trabajo. Sin embargo, en el medio y largo plazo plantean una serie de incertidumbres por sus efectos sobre el potencial de crecimiento de la econom¨ªa y por sus implicaciones en la sostenibilidad del sistema p¨²blico de pensiones¡±, argumenta la CEOE.
Los cambios demogr¨¢ficos masivos que se avecinan favorecer¨¢n a los pa¨ªses emergentes, donde hay gente joven en abundancia y la tasa de natalidad es mayor, frente a las econom¨ªas desarrolladas. Sin embargo, entre las naciones en v¨ªas de desarrollo la situaci¨®n dista mucho de ser homog¨¦nea. China, por ejemplo, empieza a vislumbrar el peligro de una sociedad que se hace mayor y de ah¨ª su cambio en la pol¨ªtica de un solo hijo por familia. En 2025, por ejemplo, la poblaci¨®n en edad de trabajar en el gigante asi¨¢tico ser¨¢ de 984 millones de personas, frente a los 1008 millones de 2015. Tambi¨¦n afrontan problemas similares Corea, Polonia o Rusia. La pujanza demogr¨¢fica, sin embargo, s¨ª se nota en pa¨ªses como India (el porcentaje de la poblaci¨®n en edad de trabajar crecer¨¢ un 1,4% anual en la pr¨®xima d¨¦cada), Filipinas (donde solo el 4% de los ciudadanos tiene m¨¢s de 65 a?os), Malasia o en numerosos pa¨ªses africanos como Nigeria (tasa de natalidad de 5,9 hijos).
La pregunta que se hacen muchos economistas es si a los pa¨ªses emergentes les dar¨¢ tiempo a llegar a un determinado nivel de riqueza antes de sufrir un envejecimiento similar al de las econom¨ªas desarrolladas. Esta cuesti¨®n no es balad¨ª ya que, seg¨²n algunas estimaciones, en estos pa¨ªses, donde los niveles de protecci¨®n social son menores, habr¨¢ 453 millones de pensionistas m¨¢s en 2035.
¡°Asia es el motor econ¨®mico del mundo, pero muchos ciudadanos en este continente se har¨¢n mayores antes de alcanzar un grado de ahorro suficiente para garantizar un colch¨®n financiero en la vejez. No hay una soluci¨®n ¨²nica a este reto. Los l¨ªderes asi¨¢ticos deben actuar en diferentes frentes para proporcionar soluciones en materia de jubilaci¨®n a sus ciudadanos¡±, concluyen los gestores de Mirae Asset.
Un colectivo con un poder adquisitivo de 15 billones
Mucho se habla y se escribe sobre los ¡®millennials¡¯. Sin embargo, es otra generaci¨®n, la de sus padres o incluso la de sus abuelos , la que marcar¨¢ el devenir econ¨®mico en las pr¨®ximas d¨¦cadas. El envejecimiento de la poblaci¨®n tendr¨¢ efectos sobre los h¨¢bitos de consumo y sobre la propensi¨®n de ahorro, variables en las que existen diferencias apreciables entre unos grupos de edad y otros. Nadie puede frenar el paso del tiempo, as¨ª que, ?por qu¨¦ no beneficiarse de ¨¦l? Con este esp¨ªritu crece cada a?o el escaparate financiero con productos que intentan aprovechar aquellos sectores empresariales que se beneficiar¨¢n del aumento de la esperanza de vida.
¡°Se trata de una preocupaci¨®n importante para la sociedad, pero es tambi¨¦n una gran fuente potencial de oportunidades para los inversores¡±, destaca Johan Utterman, gestor de Lombard Odier Investment Managers. ¡°Vivir m¨¢s a?os supone un mayor gasto en medicamentos y tratamientos ¡ªlo que beneficia a las empresas del sector sanitario¡ª, pero tambi¨¦n implica que las personas mayores disponen de m¨¢s tiempo para disfrutar de la vida y gastar su dinero. Por lo general, comparado con las anteriores generaciones, las personas que se jubilan ahora pueden permitirse m¨¢s lujos y est¨¢n m¨¢s dispuestos a darse caprichos¡±, a?ade.
En los mercados desarrollados el n¨²mero de personas de m¨¢s de 65 a?os crece a un ritmo tres veces m¨¢s r¨¢pido que las generaciones m¨¢s j¨®venes. Un estudio de Euromonitor se?ala que al final de esta d¨¦cada el poder adquisitivo de este grupo se incremente hasta los 15 billones de d¨®lares. ¡°Estamos ante un potencial de compra sin precedentes. Los ¡®boomers¡¯ [nacidos entre 1946 y 1964] aportan el 60% del gasto de los consumidores en EE UU y el 50% en Reino Unido¡±, destaca Beijia Ma, analista de Bank of America Merrill Lynch. La entidad estadounidense, en un reciente informe, selecciona 250 compa?¨ªas en todo el mundo que se beneficiar¨¢n del envejecimiento de la poblaci¨®n. Entre ellas figuran, obviamente, grupos farmac¨¦uticos, pero tambi¨¦n se incluyen compa?¨ªas del mundo del ocio, negocios vinculados al juego, aseguradoras, inmobiliarias, ¨®pticas, gestoras de activos, fabricantes de tecnolog¨ªa sanitaria, biotecnol¨®gicas o funerarias.
¡°Los patrones de consumo de las generaciones m¨¢s mayores presentan una doble cara. Por un lado, buena parte de sus gastos est¨¢n centrados en el sector de la salud. Pero, por otra parte, tambi¨¦n invierten de forma importante en su ocio, viajes y todo tipo de compras¡±, describen en un estudio los expertos de Julius B?r.
A veces, la vinculaci¨®n entre las empresas y el envejecimiento no parece muy obvia. Utterman pone como ejemplo Harley Davidson: ¡°A pesar de su imagen salvaje, la media de edad de sus clientes es de unos 50 a?os. Pero si analizamos m¨¢s de cerca algunas de sus motocicletas, descubrimos detalles reveladores como monturas y empu?aduras con calefacci¨®n o marcha atr¨¢s para motoristas que no deseen levantar mucho peso¡±. Este gestor tambi¨¦n destaca a Allergan como empresa beneficiada por esta tendencia demogr¨¢fica ya que ¡°la mitad de sus ventas provienen de Botox, para las arrugas faciales, y la otra mitad de productos farmac¨¦uticos para el cuidado de la vista en tratamientos de enfermedades oculares relacionadas con la edad¡±.
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