¡°El derecho a tener derechos¡±
Las palabras de Hannah Arendt toman sentido con las pol¨ªticas migratorias del ¡®Brexit¡¯
La Uni¨®n Europea es como el Hotel California de los Eagles: uno puede hacer el chequeo de salida cuando quiera, pero jam¨¢s podr¨¢ salir del mismo. Esta analog¨ªa de Varoufakis en la BBC es lo que se dirime el jueves en el refer¨¦ndum sobre la pertenencia del Reino Unido a la UE y expresa las dificultades en las que est¨¢ Europa para seguir con su proyecto fundacional. Tras la consulta brit¨¢nica no es extravagante hacerse otras preguntas: si ese pa¨ªs se marcha, ?por qu¨¦ no otros? (Le Pen dice que har¨¢ una consulta similar en Francia si consigue la Presidencia en 2017); ?no es ya una hip¨®tesis igual de plausible que Trump gane las elecciones en EE UU? Y las pol¨ªticas migratorias de Trump y de los partidarios del Brexit tienen argumentos familiares.
La relaci¨®n con los inmigrantes es una de las ideas fuerza m¨¢s potentes de quienes se inclinan porque el Reino Unido abandone la UE. Ello ya estaba presente en las penosas cesiones que hizo Bruselas a Cameron en el Consejo Europeo de febrero. Aprovechando el momento de debilidad del proyecto europeo los brit¨¢nicos consiguieron, entre otras, dos excepciones para el caso de que el refer¨¦ndum determine que siguen siendo parte de la UE: que no ser¨¢ obligartorio para el Reino Unido establecer ¡°una uni¨®n m¨¢s estrecha entre los pueblos de Europa¡± (art¨ªculo 1 del Tratado fundacional) y que se podr¨¢ discriminar a los trabajadores inmigrantes seg¨²n su nacionalidad, lo que significan trabas a algo tan sustancialmente europeo como la libre circulaci¨®n de personas y la igualdad de derechos.
El que fuera ministro laborista para Europa, Denis Macshane declar¨® hace unas semanas en Bruselas que el lenguaje xen¨®fobo que se emplea en muchas ocasiones en el Reino Unido para hablar de otros europeos le recordaba al utilizado contra los jud¨ªos en los aleda?os de la Segunda Guerra Mundial. En el art¨ªculo Condenados por la historia (ctxt.es), Jeremy Adelman recomienda el texto b¨¢sico de Hannah Arendt, la fil¨®sofa germana que pas¨® casi dos d¨¦cadas de su vida siendo una refugiada, una ap¨¢trida, una paria: Los or¨ªgenes del totalitarismo. La frase m¨¢s conocida de este libro es ¡°el derecho a tener derechos¡±. ?C¨®mo ser¨¢ posible esto en el ambiente generado por el Brexit?, ?hasta qu¨¦ punto se sentir¨¢n bienvenidos los inmigrantes o los refugiados a juzgar por el nivel de decibelios de gente como Trump, Le Pen o el pujante Partido Popular dan¨¦s? Arendt recuerda que aquellos que poseen derechos tambi¨¦n tienen la obligaci¨®n de utilizarlos en defensa de quienes no los tienen. Escribe que ninguna paradoja de la pol¨ªtica est¨¢ llena de una iron¨ªa m¨¢s conmovedora que la discrepancia entre los esfuerzos de los bienintencionados idealistas que tercamente insisten en calificar como ¡°inalienables¡± esos derechos, que son disfrutados por los ciudadanos de los pa¨ªses m¨¢s civilizados y pr¨®speros, y la situaci¨®n de los ¡°sin derechos¡±.
Esto se juega tambi¨¦n en el refer¨¦ndum del jueves, no s¨®lo las relaciones de ¨ªndole comercial o financiera, los intereses econ¨®micos o rasgos de la soberan¨ªa nacional. Gran Breta?a fuera de Europa establcer¨¢ m¨¢s limitaciones a los inmigrantes y refugiados. En este contexto cobra m¨¢s valor la intervenci¨®n del exl¨ªder laborista Gordon Brown. Rodeado de las ruinas de la catedral de Coventry, bombardeada hasta la destrucci¨®n total en la Segunda Guerra Mundial, Brown declara ante la c¨¢mara de v¨ªdeo: no tendr¨ªamos que ser s¨®lo miembros de la UE, habr¨ªamos de liderarla; la Europa que estamos creando no es s¨®lo un mercado, es una comunidad; la ¨²nica batalla que hay en Europa es la batalla de las ideas, la batalla de los argumentos, no la de los armamentos.
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