Los bancos centrales piden penalizar la deuda soberana en los balances
La medida perjudicar¨ªa a las econom¨ªas del sur de Europa y beneficiar¨ªa a Alemania
El Banco Internacional de Pagos, organismo que aglutina a los bancos centrales, se ha alineado con las posiciones de Alemania frente a la periferia y aboga por penalizar las tenencias de deuda p¨²blica en las carteras de la banca. Durante la ¨²ltima reuni¨®n de ministros de finanzas de la zona euro, Berl¨ªn consigui¨® que la discusi¨®n sobre los bonos soberanos se emplazase al comit¨¦ de supervisi¨®n bancaria de Basilea, uno de los ¨®rganos que componen el Banco de Pagos y en el que se sientan representantes de los principales bancos centrales de todo el mundo, incluido el de Espa?a.
El Banco Internacional de Pagos, o BIS por sus siglas en ingl¨¦s, ha tomado partido en el encendido debate que divide a los pa¨ªses de la zona euro: ?qu¨¦ hacer con el trato preferencial que obtienen las carteras de bonos soberanos que mantienen los bancos privados? Por lo general, en la regulaci¨®n bancaria se considera que la deuda p¨²blica es segura porque la respalda un banco central que siempre podr¨¢ acu?ar monedas para pagarla. As¨ª que ¨¦sta se incluye en las cuentas de las entidades pr¨¢cticamente sin l¨ªmites y sin contabilizar el riesgo que pueda entra?ar. Sin embargo, ¨¦sa no es la opini¨®n ni del Gobierno teut¨®n, ni del BIS. Ambos piensan que es esencial romper con esa legislaci¨®n para poder debilitar el v¨ªnculo existente entre la banca y los Estados, ¨¦se que tantos problemas ocasion¨® en la pasada crisis soberana.
De ordinario, tal y como explica el BIS en su informe anual, las crisis financieras destrozan las cuentas p¨²blicas al disparar los gastos sociales, hundir los ingresos fiscales y, en ¨²ltima instancia,?provocar un rescate bancario que pone en duda las finanzas del Estado. A su vez, una deuda p¨²blica elevada amplifica los costes de la crisis financiera durante a?os, manteniendo altos los impuestos y los costes de financiaci¨®n. Por no hablar de que una posici¨®n fiscal insostenible siempre encarece la financiaci¨®n a los bancos, da?a sus valoraciones por estar cargados de deuda p¨²blica y puede acabar,?en el peor de los escenarios, con un recorte abrupto de los flujos de capital. O, como sucede ahora,?con unos tipos muy bajos que erosionan la rentabilidad de las entidades.
La evidencia que re¨²ne el Banco de Pagos concluye que cuanta m¨¢s deuda p¨²blica tengan los bancos, m¨¢s se refuerza esta cadena de eventos al tiempo que se estrangula el cr¨¦dito del sector privado. Por ejemplo, los estudios del BIS establecen que las entidades con m¨¢s exposici¨®n a la deuda p¨²blica suelen recortar m¨¢s el cr¨¦dito ante un aumento del riesgo soberano.
Sin embargo, ¨¦sa no es la posici¨®n ni de Espa?a, ni de Jap¨®n, ni de ning¨²n pa¨ªs de la periferia europea cuyos bancos mantienen elevadas posiciones de deuda p¨²blica. La discusi¨®n en el Comit¨¦ de Supervisi¨®n de Basilea permanece abierta y ser¨¢ feroz. De hecho, los pa¨ªses del sur de Europa recuerdan c¨®mo Merkel y Sarkozy empeoraron la crisis al anunciar en noviembre de 2010 que la deuda soberana incluida en los balances de los bancos encajar¨ªa quitas. Desde ese mismo momento, las primas de riesgo de los PIGS se descontrolaron sin remedio porque nadie se arriesgaba a comprar t¨ªtulos de deuda p¨²blica. Y los rescates de naciones se suced¨ªan, ahuyentando a los inversores que deb¨ªan atraer. S¨®lo la intervenci¨®n del BCE en julio de 2012 detuvo la sangr¨ªa. La lecci¨®n de no tocar la deuda p¨²blica se antoja evidente, argumentan los pa¨ªses m¨¢s afectados.
Pero los t¨¦cnicos del Banco de Pagos insisten en que penalizando la deuda p¨²blica se obtendr¨ªan diversos beneficios. Ex ante, desincentivar¨ªa la acumulaci¨®n de grandes paquetes de deuda p¨²blica en los balances. Ex post, las entidades tendr¨ªan unos balances m¨¢s diversificados, mejor capitalizados y menos expuestos al riesgo soberano. Es m¨¢s, en opini¨®n del BIS, se reducir¨ªa la tendencia a primar los pr¨¦stamos al sector p¨²blico sobre el privado. ??
Con todo, el BIS admite que hay que tener en cuenta los costes de transici¨®n a la hora de poner en marcha estas medidas. Explica que los bancos suelen actuar como colchones contra el p¨¢nico inversor; que se puede acabar reduciendo la liquidez del mercado de bonos y encarecer los costes de intermediaci¨®n; y que se puede complicar la financiaci¨®n bancaria a corto plazo al desincentivar el uso del activo que m¨¢s se suele emplear como garant¨ªa para poder captar fondos. Todos estos factores se tendr¨ªan que ponderar cuando se aplicase la nueva legislaci¨®n, concluye el Banco de Pagos.
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