Las letras s¨ª que dan trabajo
Las universidades lanzan nuevos cursos y dobles grados enfocados al mercado laboral para atraer alumnado
"Una guerra sin reglas y entre la niebla¡±. El historiador Apiano describi¨® con esa imagen la lucha de Roma frente a los piratas. Un espacio carente de normas y pautas donde la principal sensaci¨®n era la p¨¦rdida, la falta de rumbo; el pairo. Esa misma incertidumbre es la que enfrenta una sociedad desprovista de estudios en humanidades. Despojados de la capacidad cr¨ªtica, el olvido de estos saberes llevar¨ªa a una situaci¨®n de m¨ªnima resistencia frente a lo injusto y lo abusivo.
Pero hay que ser sinceros con la realidad. Da igual esa amenaza. Las ciencias, la tecnolog¨ªa; lo ¡°¨²til¡± impone en nuestros d¨ªas su inmisericorde rodillo sobre otros conocimientos. ¡°En los campus espa?oles cada vez resulta m¨¢s dif¨ªcil encontrar planes de estudio que recojan asignaturas human¨ªsticas¡±, lamenta Miguel Garc¨ªa-Valdecasas, vicedecano de la Facultad de Filosof¨ªa y Letras de la Universidad de Navarra.
Esa deriva se aprecia en la elecci¨®n que todos los a?os hacen los chicos. En Ciencias es donde m¨¢s cr¨¦ditos se matriculan de media (54,9) y en Artes y Humanidades donde menos (50,2). Son los datos que el Ministerio de Educaci¨®n manej¨® para el curso 2014-2015. Si seguimos tirando del hilo vemos que ese intranquilizador concepto denominado empleabilidad es una mancha de aceite que lo impregna todo. Solo un 10% de los alumnos optaron en 2013-2014 por matricularse en Artes y Humanidades. Bastante mejor le fue a las Ciencias Sociales y Jur¨ªdicas (47,7%). Quiz¨¢ porque Derecho y Periodismo siguen manteniendo su fuerte demanda hist¨®rica; o quiz¨¢ porque las universidades recurren a inventar dobles grados y nuevas titulaciones con el empe?o de parar la sangr¨ªa.
En el campus navarro la propuesta que m¨¢s tir¨®n tiene en esta rama es el grado biling¨¹e (la mitad del contenido se imparte en ingl¨¦s) de Humanidades y los dobles grados en Filosof¨ªa y Derecho; Historia y Periodismo y tambi¨¦n Filolog¨ªa Hisp¨¢nica y Periodismo, que pueden cursarse en cinco a?os.
Dar cr¨¦dito a la sociedad y al hombre
Cuando el pol¨ªtico y jurista Gregorio Peces-Barba fund¨® en 1989 la Universidad Carlos III (Madrid) supo que deb¨ªa interpretar el pasado para entender el futuro. Por eso se fij¨® en la educaci¨®n progresista que impart¨ªa la Instituci¨®n Libre de Ense?anza (1876-1936) y la antigua Residencia de Estudiantes (1910-1936). Pupitres, en aquellos a?os, del aprendizaje de vanguardia. Nada, pens¨® el intelectual, camina tan por delante de su tiempo como el ser humano. Herederos de esa mirada, hoy en d¨ªa las disciplinas que hablan de la sociedad y el hombre son transversales y obligatorias en todos los estudios de grado. En cualquiera de sus cuatro centros (Facultad de Humanidades, Facultad de Ciencias Jur¨ªdicas, Campus de Colmenarejo y Escuela Polit¨¦cnica) los chicos aprenden esos saberes que articulan la dignidad del ser humano. Tanto es as¨ª que el alumno est¨¢ obligado a cumplir seis cr¨¦ditos, que pueden ser en Historia, Literatura, Filosof¨ªa, Pol¨ªtica¡ ¡°La idea es generar un paisaje amplio y abierto. Por eso todos los profesores tienen la posibilidad de presentar sus propios cursos, incluso lejos de las ense?anzas m¨¢s tradicionales. Por ejemplo hay formaci¨®n en Cultura y Sociedad y tambi¨¦n en Cultura Cient¨ªfica. Ofrecemos m¨¢s de 177 espacios diferentes¡±, describe Mar¨ªa Mirella Romero, vicerrectora adjunta de Formaci¨®n Transversal de la Universidad Carlos III. A estas ofertas, entre cl¨¢sicas e innovadoras, a?aden propuestas (ambas de tres cr¨¦ditos) como T¨¦cnicas de B¨²squeda y uso de la Informaci¨®n o T¨¦cnicas de Expresi¨®n Oral y Escrita. Sabedores del valor que todav¨ªa tiene la voz y la palabra.
Lejos de all¨ª, la Universidad Aut¨®noma de Madrid (UAM) ha transformado su antigua Filolog¨ªa Inglesa en Estudios Ingleses y la Filolog¨ªa Cl¨¢sica en Lenguas y Ciencias de la Antig¨¹edad. Una nueva sem¨¢ntica para luchar contra la niebla. ¡°Sufrimos una bajada [en las matriculaciones] hace cuatro o cinco a?os pero hemos subido en los dos ¨²ltimos. Veremos si estas reformas, que han sido positivas, tienen continuidad. Porque aunque estos grados nuevos han demostrado su efecto llamada, esta inercia podr¨ªa ser temporal¡±, observa Antonio Casc¨®n, decano de la Facultad de Filosof¨ªa y Letras de la UAM.
Pues bien, id¨¦ntica estrategia pone sobre la mesa la Universidad de Alcal¨¢ de Henares (Madrid). Lo hace a trav¨¦s de f¨®rmulas como Humanidades y Magisterio. En este caso, ¡°unas 40 plazas con m¨¢s demanda que oferta¡±, aseguran sus responsables. La expresi¨®n de un camino distinto para responder a las inquietudes de los 1.599 alumnos matriculados en humanidades. Una v¨ªa que acaparan, sobre todo, las Lenguas Modernas y Traducci¨®n (447 alumnos) y los Estudios Ingleses (220). Mientras, al fondo, omnipresente, se proyecta para los chicos la alargada sombra de encontrar trabajo. ¡°En humanidades, donde tenemos una tasa de empleabilidad del 75%, damos una formaci¨®n pr¨¢ctica en grupos reducidos¡±, describe Jos¨¦ Santiago Fern¨¢ndez, vicerrector de Coordinaci¨®n y Comunicaci¨®n del centro alcala¨ªno.
Ese porcentaje es el pago al barquero de nuestro tiempo. ¡°No tener en mente la inserci¨®n del estudiante en el mercado laboral ser¨ªa un grave error; tambi¨¦n en los estudios human¨ªsticos¡±, sostiene Joan Carbonell Manils, decano de la Facultad de Filosof¨ªa y Letras de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona (UAB). Aunque matiza: ¡°Es verdad que el estudiante y la academia deben preguntarse por la ¡°utilidad¡± de las ense?anzas que ofrecen. Pero siempre que ese t¨¦rmino no se reduzca a ¡°utilidad inmediata¡± ni a ¡°utilidad material¡±. Algunos alumnos de la UAB han hallado ese fiel de la balanza en la Arqueolog¨ªa, Estudios Ingleses, Historia, Musicolog¨ªa y Antropolog¨ªa Social y Cultural. Incluso vuelven a generar inter¨¦s (tras un par de a?os de ca¨ªda) los saberes de Lengua y Literatura Espa?ola.
Tal vez la justificaci¨®n de ese retorno reside en la evidencia de que ¡°no existen grados con salidas sino personas con salidas, debido al poder transformador que tiene la ense?anza universitaria¡±, reflexiona ?lvaro Balibrea, director de Admisi¨®n de la Universidad de Navarra. Al fin y al cabo ¡°la formaci¨®n human¨ªstica resulta indisociable del liderazgo y el emprendimiento¡±, precisa ?lvaro de Diego Gonz¨¢lez, decano de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad a Distancia de Madrid. Valores que reclama para s¨ª la empresa.
Siguiendo un s¨ªmil ciclista, se dir¨ªa que esas ense?anzas hacen la goma. Suben y bajan con rapidez. Tan pronto llegan a la cabeza de carrera como se descuelgan a medida que acumulan o pierden fuerzas. O sea, alumnos. Una movilidad que se percibe f¨¢cilmente pues los chicos cambian bastante de grado a la b¨²squeda del definitivo. ¡°Empiezan por uno que no les interesa demasiado y lo dejan por otro por el que sienten m¨¢s afinidad¡±, apunta Gaspar Rossell¨®, vicerrector de Pol¨ªtica Acad¨¦mica, Estudiantes y Calidad de la Universidad de Barcelona (UB). Pese a esta inercia al abandono, el centro ha conseguido estabilizar la demanda, aunque reconoce que ¡°no es la misma que hace algunos a?os¡±. Una situaci¨®n que revela una fragilidad estructural que conduce a los primeros estadios de la formaci¨®n. ¡°En Secundaria la presencia de las humanidades a¨²n es importante, veremos qu¨¦ sucede si desaparecen. Es lo que m¨¢s me preocupa. Porque es en ese ciclo cuando el alumno aprende el l¨¦xico b¨¢sico para articular la realidad¡±, explica Juli¨¢n Monta?o, profesor de filosof¨ªa del Instituto de Empresa (IE).
Inserci¨®n laboral
Sin duda esta merma de lo human¨ªstico es una onda expansiva que alcanza incluso al sistema educativo estadounidense, cuya base son las famosas ¡°artes liberales¡±. En principio estos saberes son transversales en su equivalente a la ense?anza de grado en Espa?a. Forman parte de lo que denominan general education. Conocimientos que se estudian antes de aprender la profesi¨®n. Pues en Estados Unidos los estudios de Derecho o de Medicina, por ejemplo, son de posgrado. Esto asegura una base amplia en humanidades. Pero ?qui¨¦n cursa hoy Historia o Literatura? Desde luego menos gente que antes. ¡°Est¨¢ bajando el n¨²mero de estudiantes matriculados en esas disciplinas y subiendo en ciencias e ingenier¨ªa¡±, admite ?ngel Cabrera, rector de la Universidad George Mason (Virginia, EE UU). Y avanza: ¡°El problema es que la universidad cada vez es m¨¢s cara y los alumnos optan por carreras que tienen salidas m¨¢s inmediatas al mundo laboral. Ya que muchos se grad¨²an con una deuda por cursar sus estudios de miles de d¨®lares¡±.
Y resulta m¨¢s f¨¢cil pagarla si se trabaja en Silicon Valley o Wall Street que en una biblioteca p¨²blica. Esto crea una fractura. Hasta ahora la gran baza de la universidad estadounidense era el cruce entre la ciencia y lo human¨ªstico. ¡°Esta situaci¨®n, desde luego, no es buena. La labor de la academia no es solo formar gente que maneje la maquinaria econ¨®mica de la sociedad sino personas que puedan contribuir a una buena sociedad. Lo cual no se aprende con integrales dobles sino con filosof¨ªa y literatura. Que est¨¦n menguando, no digo desapareciendo, estas ense?anzas resulta preocupante¡±, advierte Cabrera. Porque siglos despu¨¦s de Apiano, las humanidades a¨²n siguen librando una batalla sin normas y entre las brumas.
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