Pol¨ªticas de empleo, ahora o nunca
Es momento de poner orden, renovar la gesti¨®n de las pol¨ªticas activas y dotar de contenido a las eternas promesas de ¡°eficacia y eficiencia¡±
La ¨²ltima EPA dej¨® un balance de 4,6 millones de personas que cumplieron con la definici¨®n de parados. Otras 860 mil que ten¨ªan disponibilidad y deseaban trabajar pero no buscaron activamente empleo, por muchos motivos, en especial, por des¨¢nimo. Y, otras 1,1 millones m¨¢s que trabajaron, pero siguieron buscando otro empleo, menos precario o mejor ajustado a su cualificaci¨®n.
En total, m¨¢s de 6 millones de personas con sus propias historias, planes y realidades. En un extremo, aquellas que tendr¨¢n menos dificultades para encontrar un empleo satisfactorio. Por el medio, otras que seguir¨¢n transitando entre el empleo y el desempleo (o la inactividad), rotando entre empleos como en un juego de sillas musicales. Y, en el otro extremo, aquellas que ni tan siquiera entran en este juego.
Hace ya dos a?os y medio que el empleo no cesa de crecer. A¨²n as¨ª, existe un grupo de desempleados de largu¨ªsima duraci¨®n que llevan buscando empleo desde hace 4 a?os o m¨¢s, que no mengua. Este colectivo ya es 11 veces m¨¢s grande que al principio de la crisis y representan ya la cuarta parte de los parados. Muchos llevan atrapados en el desempleo desde el inicio de la crisis, otros se sumaron despu¨¦s. Pero, casi todos comparten el mismo problema: la duraci¨®n de su per¨ªodo de desempleo act¨²a como una losa, y est¨¢n a¨²n lejos de salir del t¨²nel del paro.
Est¨¢ cifras dejan claro que la creaci¨®n de empleo no llega a todos por igual, ni en cantidad, ni en calidad. Deber¨ªan constituir un aliciente para que nuestras pol¨ªticas de empleo den por fin el salto tan esperado, hacia la renovaci¨®n y la innovaci¨®n.
En la ¨²ltima legislatura, se dieron pasos importantes hacia adelante. Han proliferado las agencias de colocaci¨®n, iniciando una nueva era en la colaboraci¨®n p¨²blico-privada. Se renov¨® nuestra formaci¨®n para el empleo subvencionable, con bastantes menos recursos, aunque m¨¢s competitiva. Y, tambi¨¦n se dieron pasos hacia atr¨¢s, apostando otra vez por las subvencionar o bonificar el empleo de forma casi universal.
Ahora es momento de poner orden, renovar la gesti¨®n de las pol¨ªticas activas y dotar de contenido a las eternas promesas de ¡°eficacia y eficiencia¡±. Para conseguirlo, nuestros SPE deber¨ªan disponer de suficientes orientadores bien formados e informados, que dispongan de una herramienta de perfilado avanzado de los demandantes registrados en sus oficinas. Un perfilado que aproveche todas los datos disponibles para informar sobre su empleabilidad y las acciones que se pueden emprender para mejorarla. En definitiva, disponer de los medios necesarios para proponerles unos itinerarios ajustados a sus necesidades, que combinen pol¨ªticas activas cuya eficacia hay sido previamente contrastada. Innovar supone ampliar la oferta de acciones de empleo y formaci¨®n, con programas piloto cuya evaluaci¨®n permita que se acaben aplicando en las mejores condiciones posibles. Finalmente, dar coherencia a un sistema tan descentralizado supondr¨¢ crear un organismo independiente que pueda apoyar a los SPE auton¨®micos en materia la gesti¨®n, evaluaci¨®n y desarrollo de programas piloto.
Reclamar una mayor inyecci¨®n de recursos en las pol¨ªticas de empleo que nos permita converger con los pa¨ªses europeos m¨¢s avanzados, puede resultar incompatible con las restricciones presupuestarias actuales, pero no buscar un uso eficiente de estos recursos lo ser¨ªa a¨²n m¨¢s. Esta debe ser la legislatura del salto cualitativo. Empecemos ahora o renunciemos para siempre.
Florentino Felgueroso es investigador asociado de Fedea y Marcel Jansen es profesor de la Universidad Aut¨®noma de Madrid e investigador asociado de Fedea
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