Transferencia del conocimiento

La Liga de Universidades Europeas de Investigaci¨®n (LERU, en sus siglas en ingl¨¦s) tiene en cuenta siete actividades como transferencia de conocimiento e innovaci¨®n de las universidades a la econom¨ªa y a las empresas: licencias y patentes, ingresos por consultor¨ªa, contratos de investigaci¨®n colaborativa, start-up y spin-off, actividades de investigaci¨®n en parques cient¨ªficos, formaci¨®n continua de profesionales y voluntariado.

El n¨²mero de solicitudes de patentes por parte de las universidades espa?olas, aunque bajo en su conjunto, ha crecido hasta llegar a 594 en 2013 (¨²ltimo a?o con datos disponibles), casi un 19% del total solicitado. Las spin-offs universitarias han pasado de 100 a 134 en dos a?os. Por el contrario, el volumen de captaci¨®n de recursos por contratos de I+D+i o de otros servicios ha mantenido una tendencia decreciente. Del mismo modo ha descendido la formaci¨®n continua financiada por las empresas.

Es evidente que la crisis ha afectado a las empresas que son las colaboradoras forzosas para que la investigaci¨®n generada en las universidades se convierta en innovaci¨®n: en nuevos productos, procesos y servicios con ¨¦xito en el mercado. Pero tambi¨¦n es cierto que el sector productivo en Espa?a est¨¢ basado principalmente en peque?as y medianas empresas que a menudo ven con recelo la investigaci¨®n que se hace en la universidad. No hay dudas sobre su papel docente, pero s¨ª recelos en la apreciaci¨®n de su capacidad de investigaci¨®n ¨²til para la industria y la empresa. ?Desconocimiento? ?Falta de comunicaci¨®n? ?Ausencia de intermediarios que ayuden al contacto mutuo?

Las universidades l¨ªderes en el mundo son aut¨¦nticos motores de innovaci¨®n. Las instituciones universitarias generan enormes cantidades de recursos econ¨®micos colaborando con la industria, generando patentes, licencias y spin-offs. Muchos de estos recursos revierten a su vez hacia los investigadores universitarios en un c¨ªrculo virtuoso. Al mismo tiempo, las universidades que tienen ¨¦xito en su transferencia de conocimiento contribuyen a la cuarta misi¨®n, que es el desarrollo de la sociedad a la que sirven, generando beneficios tangibles mediante la innovaci¨®n y el crecimiento econ¨®?mico.

Construir una buena estructura eficaz en la transferencia de conocimiento requiere tiempo e inversi¨®n. En concreto, las universidades deben tener en su estrategia la transferencia como objetivo prioritario y darlo a conocer. Una oficina de transferencia debe ser aut¨®noma y con poder para hacer contratos legales, dotada de personal preparado que entienda las necesidades de la industria, que con mentalidad de servicio a la industria y a la propia universidad ofrezca incentivos a los investigadores universitarios. Ha de ser un catalizador entre los profesores y las empresas.

Y si las empresas no est¨¢n aqu¨ª hay que buscarlas fuera. La oficina en Bruselas de las universidades espa?olas y portuguesas inaugurada este a?o puede servir de antena a las OTRI (Oficinas de Transferencia de Resultados de la Investigaci¨®n) de las universidades, no solo en la mejora de la competencia en los proyectos europeos, sino tambi¨¦n para ayudar a transferir el conocimiento generado por la investigaci¨®n de las universidades a la industria europea.

Jordi Monta?a es rector de la Universidad de Vic-Universidad Central de Catalunya, y presidente de la Comisi¨®n de Comunicaci¨®n de las Universidades Espa?olas.