EE UU cree que la sanci¨®n de Bruselas a Apple crea incertidumbre para la inversi¨®n

La reprimenda de la Comisi¨®n Europea a las artima?as fiscales de Apple acaba de colocar al Tesoro de Estados Unidos en una posici¨®n complicada, al verse forzado a defender los mismos argumentos que utiliza la firma de Cupertino para justificar su estrategia pero si llegar a dar carta blanca sus abusos. La acci¨®n de Bruselas, seg¨²n Jack Lew, ¡°mina el clima de negocio para las empresas internacionales porque crea incertidumbre¡±. ¡°Eso no es bueno para la econom¨ªa europea¡±, advirti¨®.

El jefe del Tesoro mostr¨® al mismo tiempo su frustraci¨®n con las t¨¢cticas de ingenier¨ªa contable a las que recurren las grandes corporaciones multinacionales para virtualmente no pagar impuestos por el beneficio que genera su actividad fuera de EE UU. ¡°Es legal pero est¨¢ mal¡±, insisti¨®, ¡°le he dicho a muchos ejecutivos de estas empresas que deben tener mucho cuidado a la hora de c¨®mo maximizan las ventajas fiscales, porque impactar¨¢ a su reputaci¨®n y a sus negocios a largo plazo¡±.

Jack Lew hizo estos comentarios en el marco de una conferencia organizada por la Brookings Institution dedicada a la pr¨®xima cumbre del G20. El secretario del Tesoro dej¨® claro que los l¨ªderes mundiales comparten el compromiso de que se deben taponar todas las v¨ªas de escape que permiten que se evite el pago de impuestos y la evasi¨®n fiscal. ¡°Hemos hecho m¨¢s progresos en este sentido en los ¨²ltimos 24 meses que en los ¨²ltimos 24 a?os¡±, valor¨®.

Su preocupaci¨®n, sin embargo, es que la autoridad europea de la competencia utilice ¡°la teor¨ªa de las ayudas p¨²blicas para hacer legislaci¨®n fiscal¡±. ¡°Lo est¨¢ haciendo, adem¨¢s, de una manera retroactiva y que esquiva las leyes tributarias nacionales¡±, advirti¨® con rotundidad. Es el argumento que hace una semana public¨® su departamento, al acusar a Bruselas de actuar como autoridad fiscal supranacional, y sobre el que tambi¨¦n se est¨¢ apoyando Apple en su defensa.

El debate es de enorme complejidad, pese a que haya un consenso internacional sobre el camino a seguir. ¡°No creo que sea correcto que esta cuesti¨®n se afronte de una manera que pone en cuesti¨®n el esp¨ªritu de la cooperaci¨®n econ¨®mica y que es inconsistente con principios fiscales muy bien establecidos¡±, coment¨®. Tambi¨¦n se?al¨® que la carga de Bruselas se centra mayormente en corporaciones estadounidenses, ¡°es lo que sugiere el patr¨®n de su acci¨®n¡±.

La multinacionales estadounidenses tienen aparcados cerca de dos billones de d¨®lares de beneficios en el exterior, que no repatrian a Estados Unidos porque la imposici¨®n en pa¨ªses como Irlanda, Holanda o Luxemburgo es m¨¢s favorable. La cuesti¨®n es qu¨¦ empresa ir¨¢ despu¨¦s de Apple, Starbucks y Fiat-Chrysler. Pero esa masa de efectivo es un bocado muy suculento. ¡°Es dinero se debe a EE UU¡±, precis¨®, ¡°debemos imposibilitar que puedan dejar esos beneficios en el exterior¡±.

Lew entiende que haya frustraci¨®n con el lento proceso de reforma del impuesto de sociedades en el Congreso, se mostr¨® convencido de que se producir¨¢n avances pasadas las elecciones presidenciales de noviembre. ¡°El consenso crece para hacer frente al problema de erosi¨®n de los ingresos fiscales. Veremos algo a comienzos de la pr¨®xima Administraci¨®n¡±, concluy¨®, al tiempo que dej¨® claro que es una responsabilidad compartida de los pol¨ªticos y las empresas.