Bruselas se resigna a que Espa?a prorrogue los presupuestos de 2017
Madrid pacta con la Comisi¨®n y Berl¨ªn que no haya consecuencias ante las dificultades para formar Gobierno
De las apreturas en julio a la resignaci¨®n en septiembre: Bruselas asume ya que Espa?a prorrogar¨¢ sus Presupuestos ¡ªsin incluir m¨¢s recortes¡ª ante las dificultades para formar Gobierno. La Comisi¨®n cancel¨® las sanciones hace un mes a cambio de duros ajustes para 2017 bajo la amenaza de multas m¨¢s duras. El Ejecutivo en funciones se agarr¨® a ese espantajo para tratar de forzar un pacto, pero a la hora de la verdad Europa se resigna a alargar el actual impasse, que no tendr¨¢ mayores consecuencias. Los recortes llegar¨¢n. Pero no ahora.
La democracia tiene razones que las reglas europeas a menudo no entienden, aunque Bruselas acabe aceptando ¡ªa rega?adientes¡ª que sus exigencias no siempre pueden cumplirse a rajatabla. Espa?a se libr¨® por los pelos hace unas semanas de una multa humillante de hasta 2.000 millones de euros por sus continuos incumplimientos fiscales. Con el visto bueno de Berl¨ªn, Bruselas retorci¨® al m¨¢ximo las reglas para evitar estrenar las sanciones con Madrid y Lisboa, pero a cambio exigi¨® duros recortes para oto?o con la amenaza de multas a¨²n m¨¢s duras y supuestamente autom¨¢ticas. Ese automatismo se ha esfumado como por arte de magia. El oto?o se acerca, y la incapacidad de los partidos pol¨ªticos espa?oles para formar Gobierno tiene efectos secundarios inesperados: Bruselas se ve obligada a resignarse a que Espa?a no presente unas cuentas p¨²blicas austeras en tiempo y forma. Y nadie agita la amenaza de las multas.
El 15 de octubre vence el plazo para que Espa?a presente unas cuentas p¨²blicas que incluyan ¡°acciones efectivas¡±, el t¨ªpico eufemismo bruselense que trata de disfrazar los recortes de toda la vida. ¡°Pero un Gobierno en funciones no puede enviar a Bruselas un Presupuesto igual que el que mandar¨ªa un Gobierno normal. Como m¨¢ximo, enviar¨¢ unos Presupuestos sin cambios de pol¨ªtica [es decir, prorrogar¨¢ los de 2016]. No es la mejor soluci¨®n, pero no se detecta ning¨²n tipo de nerviosismo en los socios¡±, dijo ayer un alto funcionario europeo.
El Gobierno espa?ol, a trav¨¦s del ministro Luis de Guindos, ha pactado ese parche con la Comisi¨®n y el Ejecutivo alem¨¢n. Guindos ha informado al comisario Pierre Moscovici y al ministro Wolfgang Sch?uble, los dos grandes mu?idores de la cancelaci¨®n de las sanciones en julio, informan fuentes de La Moncloa. Y el Eurogrupo tomar¨¢ nota en la reuni¨®n informal de ma?ana en Bratislava, pese a que fuentes europeas admiten que hay ¡°dos opiniones en la sala¡± acerca de la flexibilidad mostrada con Espa?a. El jefe del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, capitanea al ala m¨¢s dura: cuando Bruselas cancel¨® la multa se declar¨® ¡°decepcionado¡±, y lidera a los pa¨ªses ¡°que habr¨ªan querido una soluci¨®n distinta, aunque no est¨¢ claro cu¨¢l¡±, explic¨® el citado alto funcionario europeo.
Frente a los halcones del lac¨®nico ¡°las reglas son las reglas¡±, las instituciones europeas y la mayor¨ªa de los pa¨ªses han decidido esta vez hacer un ejercicio de pragmatismo. Europa tiene sobre la mesa problemas m¨¢s acuciantes que el abultado d¨¦ficit espa?ol: el agujero del Brexit, las crisis de refugiados y de seguridad y, una vez m¨¢s, los coletazos de esa historia interminable denominada Gran Recesi¨®n protagonizan un curso pol¨ªtico tan dif¨ªcil como viene siendo habitual. La narrativa europea se desplaza progresivamente desde Bruselas a las capitales. Las elecciones alemanas, francesas y holandesas marcar¨¢n el paso a todas y cada una de las respuestas a esa retah¨ªla de problemas que son como el dinosaurio del cuento de Monterroso: cuando despert¨®, las crisis todav¨ªa estaban ah¨ª.
Los halcones afilan las garras
El presidente de la Comisi¨®n Europea, Jean-Claude Juncker, gan¨® la primera batalla contra la ortodoxia que exig¨ªa en julio multas a Espa?a y Portugal por no combatir suficientemente sus d¨¦ficits fiscales. En aquel momento, los halcones presentes en el Ejecutivo comunitario ¡ªel let¨®n Valdis Dombrovskis y el finland¨¦s Jyrki Katainen, entre otros¡ª accedieron a cancelar la sanci¨®n con la advertencia de que no habr¨ªa m¨¢s clemencia, y bajo la amenaza de la congelaci¨®n de fondos estructurales si ambos pa¨ªses no toman medidas efectivas.
En pocos d¨ªas habr¨¢ oportunidad de comprobar hasta d¨®nde llega la paciencia del ala dura de Bruselas. Aunque la idea no es del agrado de Juncker, la Comisi¨®n debe proponer en las pr¨®ximas semanas la congelaci¨®n de entre 1.100 y 1.300 millones de fondos estructurales asignados a Espa?a, que no podr¨¢ disfrutar hasta que se considere que ha presentado medidas para reconducir sus desequilibrios. La propuesta se trasladar¨¢ a la Euroc¨¢mara, cuya posici¨®n no es vinculante. Ni los socialdem¨®cratas ni los populares europeos son partidarios de hacer sangre: el debate en el Parlamento se centra m¨¢s en la posibilidad de modificar el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, con una regla de gasto m¨¢s simple y menos sujeta a interpretaciones.
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