Una estrategia notable suspende en su impulso a la rehabilitaci¨®n
La Administraci¨®n debe realizar una implantaci¨®n efectiva de las directivas europeas
A ra¨ªz de la aprobaci¨®n en el a?o 2012 de la Directiva 2012/27/UE de 25 de octubre, relativa a la eficiencia energ¨¦tica, con el fin de establecer un marco para luchar, desde la perspectiva de la eficiencia, contra el cambio clim¨¢tico, la escasez de recursos, la dependencia energ¨¦tica y la crisis econ¨®mica, Espa?a se puso a hacer los deberes. De esta manera, present¨® su ¡°Estrategia a largo plazo para la rehabilitaci¨®n energ¨¦tica en el sector de la edificaci¨®n en Espa?a¡±, que fue una de las mejor valoradas por su evaluaci¨®n t¨¦cnica del parque existente y las oportunidades de ahorro energ¨¦tico. Tambi¨¦n se tuvo en cuenta la importancia estrat¨¦gica de la renovaci¨®n de edificios como un componente clave de la mejora de las condiciones econ¨®micas en Espa?a, la reactivaci¨®n del sector de la construcci¨®n y la revitalizaci¨®n de las zonas urbanas.
Tambi¨¦n se identificaba en este estudio la necesidad de informar al usuario, eliminar barreras burocr¨¢ticas, ayudar a la financiaci¨®n y formar adecuadamente al sector. Pero en ese mismo informe, del BPIE (Buildings Performance Institute Europe), que valoraba de forma tan positiva estos aspectos de Espa?a, tambi¨¦n se indicaba que ninguna de las 10 estrategias evaluadas de pa¨ªses europeos, incluida la espa?ola, establec¨ªa un camino claro y estrat¨¦gico, y que todas ellas carec¨ªan de planes audaces y decididos. O lo que es lo mismo, notable en teor¨ªa, suspenso en pr¨¢cticas.
En el caso de Espa?a el trabajo previo de algunos informes elaborados por el grupo de expertos GTR (Grupo de Trabajo de Rehabilitaci¨®n) facilit¨® la elaboraci¨®n de esta estrategia presentada en 2014, que tal como establece la directiva, en 2017 deber¨¢ actualizarse y adaptarse a las nuevas realidades para superar obst¨¢culos.
Ante esta situaci¨®n, desde la Fundaci¨®n la Casa que Ahorra (FLCQA) consideramos que a todas luces hay barreras que no se consiguen superar, porque si no, no se entender¨ªa que a pesar de dise?ar uno de los mejores documentos y estrategias de la UE, el sector de la rehabilitaci¨®n siga sin despegar y en los mismos n¨²meros que hace a?os (muy por debajo del objetivo alto de 200.000 viviendas rehabilitadas al a?o definidas en la Estrategia).
Probablemente, y as¨ª lo creemos nosotros, existan barreras econ¨®micas que no est¨¢n permitiendo que las familias accedan con unas condiciones ¡®blandas¡¯ al pago de la rehabilitaci¨®n, como s¨ª se consigue con f¨®rmulas econ¨®micas como el cambio de instalaciones a trav¨¦s de Empresas de Servicios Energ¨¦ticos (ESE). En el caso de actuaciones en la envolvente t¨¦rmica, a pesar de que deber¨ªan ser el primer paso de actuaci¨®n en el edificio como bien recomienda la Estrategia espa?ola (reducir la demanda energ¨¦tica para despu¨¦s dimensionar las instalaciones y la aportaci¨®n de energ¨ªas renovables) y de que su vida ¨²til es muy superior a la de las instalaciones, no se consiguen encontrar f¨®rmulas econ¨®micas atractivas como para la renovaci¨®n de estas ¨²ltimas, ni las entidades bancarias ven factible asumir el riesgo. Tambi¨¦n existe un problema de generaci¨®n de demanda de rehabilitaci¨®n por parte de los ciudadanos, que sigue sin resolverse a pesar de algunos intentos por mejorar la comunicaci¨®n y sensibilizaci¨®n ciudadana por parte del Gobierno estatal que, a todas luces, ha resultado insuficiente.
Bajo este escenario, Espa?a deber¨¢ presentar en menos de un a?o una actualizaci¨®n de dicha estrategia, partiendo del documento de 2014, exitoso en contenido, pero que recibir¨ªa un suspenso si atendemos a su traducci¨®n en hechos y a la consecuci¨®n de un verdadero impulso de la rehabilitaci¨®n en Espa?a.
Por todo ello, desde la Fundaci¨®n solicitamos que, en paralelo a la elaboraci¨®n de normativas y el cumplimiento de las Directivas europeas y a la redacci¨®n de estrategias de gran reconocimiento, se pongan en marcha mecanismos reales y efectivos para impulsar de forma notable la tasa de renovaci¨®n anual de los edificios existentes. Los objetivos de transformaci¨®n hacia una econom¨ªa baja en carbono, la necesidad de generar empleo en un sector tan agraviado por la crisis econ¨®mica y la lucha contra problem¨¢ticas sociales como la pobreza energ¨¦tica, instan a poner en marcha un verdadero sector que impulse la renovaci¨®n de nuestros edificios. Hagamos que las mejores estrategias se conviertan en realidad.
Albert Grau, gerente de la Fundaci¨®n La Casa que Ahorra
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