Recuerdos del f¨²tbol que dan dinero
La firma Coolligan vende camisetas ¡®vintage¡¯ y ropa propia para diferenciarse de sus competidores
Juan de Dios S¨¢nchez de Nogu¨¦s y Jon Segovia venden ¡°moda, f¨²tbol y retro¡±, pero, sobre todo, moda. ¡°Como ha hecho Polo Ralph Lauren, pero con f¨²tbol¡±. Coolligan ha conseguido, en menos de dos a?os y con un capital inicial propio de 250.000 euros, facturar m¨¢s de 350.000. Aspiran a rozar el mill¨®n al final del ejercicio y, con estas previsiones, su apuesta pasa por buscar un fondo de capital riesgo para que entre en el accionariado antes de que acabe 2016.
¡°La idea surgi¨® despu¨¦s de una comida¡±, explica Jon Segovia, ¡°pues hay deportes minoritarios como el polo o el surf que han inspirado corrientes de moda, pero el f¨²tbol no. Ah¨ª hab¨ªa un nicho¡±, cuenta. ¡°Lo que hacemos no son r¨¦plicas, es inspiraci¨®n desde 1872, a?o en que se jug¨® el Escocia-Inglaterra, el primer partido internacional¡±.
En aquella sobremesa, Segovia acababa de aterrizar de Latinoam¨¦rica, donde hab¨ªa trabajado como director general en Applus y Soluziona, y a S¨¢nchez la crisis le hab¨ªa pasado factura en el sector de la construcci¨®n. Su plan de negocio, explica el exdirectivo de energ¨ªas renovables, se inspiraba en una ¡°filosof¨ªa de trabajo slow, pegada al trato al cliente, en un sector emocional, estable, el de la moda y el f¨²tbol¡±, con una tienda online y otra f¨ªsica. Dispararon a porter¨ªa con dinero de su bolsillo, sin business angels ¡°y sin inversiones en publicidad, s¨®lo en posicionamiento web y puntualmente en redes sociales¡±, donde, por cierto, tienen casi 60.000 seguidores. Su estructura es horizontal, con 15 personas: cinco fijos (entre ellos, los dos socios) y, el resto, eventuales. La log¨ªstica, gesti¨®n de web y redes, la atenci¨®n al cliente, el posicionamiento web y la gesti¨®n de las tiendas online y f¨ªsica se hace entre todos y el dise?o se contrata de forma puntual. No invierten en publicidad.
Coolligan no es la ¨²nica que vende camisetas vintage. Hay otros negocios que distribuyen camisetas de f¨²tbol del siglo XX (por ejemplo, webs como retrofootball), pero, aseguran, ¡°ninguno hace moda¡±. La clave de su negocio es crear una l¨ªnea de ropa propia. En octubre lanzar¨¢n el primer modelo de calzado, inspirado en las botas de f¨²tbol de tacos: el 1952 Sheffield hace homenaje al primer equipo del mundo. Antes de Navidad llegar¨¢n los calcetines y nuevos modelos de pantalones, en la l¨ªnea de las bermudas que ahora se encuentran en tienda.
No fabrican en Espa?a. El calzado lo hacen en China, los pantalones en Turqu¨ªa, y Portugal se lleva la mayor parte del negocio, manufacturando los polos y las camisetas. Sus cinco colecciones ¡ªLegends, Great Clubs, National Teams, Worldcup y Supporters, dedicada a la hinchada¡ª, desde los 40 euros, est¨¢n inspiradas en equipaciones de todo el mundo, pero no son una copia exacta; son r¨¦plicas con ciertos retoques. La dedicada a la afici¨®n es in¨¦dita. Esto resuelve, reconoce S¨¢nchez, los problemas de derechos de sus m¨¢s de 140 modelos, algunos de ellos, para mujer. ¡°Muchas de las camisetas corresponden a pa¨ªses que ya no existen como la Uni¨®n Sovi¨¦tica o las dos Alemanias¡±, explica, ¡°otras son camisetas imaginarias¡±. Cada prenda viene presentada en un envase circular como de botella de whisky cl¨¢sico que incluye en la etiqueta un libreto lleno de an¨¦cdotas, fotos y datos in¨¦ditos que cuentan la historia de la camiseta. Por ejemplo, la dedicada a Evasi¨®n o victoria, que es una de las que m¨¢s se venden junto a las del guardameta sovi¨¦tico Lev Yashin y la del 74 de Johan Cruyff. Pero no s¨®lo versionan modelos, sino que se inventan otros. As¨ª, la l¨ªnea dise?ada por Emilio Sansolini repiensa las camisetas de 15 equipos, entre ellos, el Atl¨¦tico de Madrid, el Manchester City o el Bayern, y las bautiza con el nombre de la hinchada; esto es, colchoneros, Citizens o Die Rotten, en cada caso. El stock se decide seg¨²n las ventas; esto es, si un modelo no termina de cuajar, no se lanza una edici¨®n nueva. Ha pasado con camisetas como la del Betis o de alguna selecci¨®n africana. ¡°Vendemos moda ponible, que puedas llevar al trabajo, porque muchos de nuestros polos est¨¢n hechos con esa idea¡±, explica S¨¢nchez.
Una ¡°antitienda¡±
Coolligan aterriz¨® en el centro comercial Xanad¨² a finales de 2014, la mudanza a Sol empez¨® en marzo y termin¨® este verano. La tienda, ¡°o antitienda¡±, como dicen ellos, es, adem¨¢s, un museo del balompi¨¦ cl¨¢sico, con una enorme bota de f¨²tbol sobre un suelo gris¨¢ceo y proyecciones en las paredes que intenta atraer a p¨²blico de 30 a 50 a?os con un poder adquisitivo medio y alto que compra, de media, dos camisetas por visita, principalmente como regalo. En una semana la tienda de la calle del Arenal puede hacer 8.000 euros de caja. ¡°Esta zona atrae un p¨²blico m¨¢s variado, muchos turistas de paso, Sol da mucha imagen y nos viene muy bien porque nuestra promoci¨®n es el boca a boca¡±, explica S¨¢nchez.
La internacionalizaci¨®n es otro de los objetivos del negocio. Su tienda online, con 50.000 visitas mensuales, env¨ªa los pedidos a todo el mundo, ¡°en un d¨ªa a Espa?a y en dos a Europa, m¨¢s r¨¢pido que Amazon¡±, presume Jon Segovia, y tiene un ¨ªndice de satisfacci¨®n alto (las m¨¢s de 500 cr¨ªticas de la web les dan entre cuatro y cinco estrellas). Este canal de distribuci¨®n supone el 33% de los ingresos. Seg¨²n explican, id¨¦ntico que el negocio en tienda y el de venta a mayoristas. Italia, Reino Unido, M¨¦xico, Estados Unidos, Francia y Guatemala son algunos de los pa¨ªses a donde, por medio de intermediarios, llegan las camisetas; y el pr¨®ximo salto ser¨¢ a Emiratos ?rabes.
¡°Esto no va s¨®lo de ser experto en moda o deporte, aunque es cierto que queremos socializar el f¨²tbol¡±, resume Segovia, ¡°hay que ser trascendente y trabajar la empat¨ªa, y eso es lo que intentamos¡ Podemos pasarnos una hora con un cliente y siempre aprendemos¡±.
Una colecci¨®n dise?ada y dedicada a la afici¨®n
El dise?ador gr¨¢fico que ha creado la colecci¨®n m¨¢s peculiar de Coolligan es un argentino que vive en Gibraltar y que empez¨® trabajando en una casa de apuestas. Emilio Sansolini (Necochea, Buenos Aires, 1984) dise?a camisetas desde que era un ni?o, ¡°primero en cuadernos¡± y despu¨¦s con programas de dise?o. Las redes sociales le dieron a conocer como dise?ador de camisetas retro de f¨²tbol. ¡°La esencia del f¨²tbol se est¨¢ perdiendo con el marketing. El f¨²tbol es el club, los recuerdos, tu padre, tu abuelo, tu familia, y eso no lo transmiten las camisetas de hoy¡±. Y en mitad de ese trabajo, que hac¨ªa por su cuenta, se top¨® con Coolligan. ¡°?ramos equipos alineados sin conocernos, con la misma visi¨®n del juego y la misma pasi¨®n: que vuelva el buen gusto y la camiseta sirva para vestir de verdad¡±, explica.
Ha pensado hasta 20 modelos disponibles en la tienda y, si las previsiones se cumplen, seguir¨¢ dise?ando con ellos las nuevas l¨ªneas de ropa. Aunque le cuesta decantarse por una, la del F¨²tbol Club Barcelona es su camiseta predilecta. ¡°Pero porque fue la primera que hice, y me gusta ese efecto de apagar los colores, porque representan ese tono nost¨¢lgico, esa p¨¢tina de antiguo es lo que es el f¨²tbol, sin logos ni marcas¡±. La misma l¨ªnea sigue la del Madrid, ¡°que es blanca, porque eso es lo que siempre fue el Madrid, un club blanco, no con cien mil logos¡±.
?Por qu¨¦ dedicar una colecci¨®n a la afici¨®n? ¡°Son los que hacen importantes al club, los que est¨¢n ah¨ª siempre¡±, explica, ¡°La frase de la colecci¨®n es ¡°los jugadores llegan y se marchan, los sponsors vienen y van, los aficionados y sus colores se quedar¨¢n, la pasi¨®n nunca pasar¨¢ de moda¡±.
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