Mazazo al precariado laboral
Las tres sentencias europeas desmantelan la trampa espa?ola de la falsa temporalidad
Las tres sentencias del Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) del d¨ªa 14 constituyen el m¨¢s severo mazazo a los abusos patronales (p¨²blicos o privados), al precariado (empleos mini) y al dualismo del mercado laboral espa?ol (fijos protegidos versus temporales abandonados).
Las tres perforan el n¨²cleo duro del disparatado sistema de relaciones laborales: la falsa temporalidad. O sea, la tramposa concatenaci¨®n de contratos temporales para ocupar plazas estructurales, de corte fijo. Prevali¨¦ndose de la menor protecci¨®n e inferior coste de los puestos temporales respecto a los indefinidos.
Vean el historial laboral de los cuatro afectados por el TJUE. Ana de Diego concaten¨® siete a?os de contratos interinos como secretaria interina (sustituta de una delegada sindical) en el Ministerio de Defensa. Mar¨ªa Elena P¨¦rez L¨®pez encaden¨® siete renovaciones de contrato temporal como enfermera del Hospital Universitario de Madrid. Florentina Mart¨ªnez Andr¨¦s hilvan¨® 13 pr¨®rrogas como auxiliar administrativa en el Servicio Vasco de Salud. Y Juan Carlos Castrejana, siete a?os de arquitecto municipal temporal en Vitoria.
M¨¢s norma que excepci¨®n, esos y otros contratos no ten¨ªan como fin el aparente y escrito: responder a necesidades coyunturales, temporales o extraordinarias. Sino el de cubrir ¡°una actividad permanente¡±. Esa es la trampa, el fraude de ley de la falsa temporalidad.
La sentencia de mayor impacto es la de Ana de Diego. Como interina, carec¨ªa de derecho a ser indemnizada al acabar su contrato, seg¨²n la normativa espa?ola. Mientras que a los temporales se les indemniza con 12 d¨ªas por a?o trabajado y a los fijos, con 20. Eso, si los despidos responden a causas objetivas; si son improcedentes, hasta 33 d¨ªas.
El fallo es taxativo: aunque trabajase ¡°en virtud de un contrato de interinidad¡± tiene derecho a ser indemnizada pues se le aplica el ¡°principio de no discriminaci¨®n entre trabajadores¡± de la directiva europea 1999/70.
Algunos expertos han sostenido que eso no implica que haya que igualar tambi¨¦n la compensaci¨®n de los dem¨¢s contratos temporales (3,9 millones) con los indefinidos, pues el fallo menciona solo a los interinos (486.800, hoy).
Pero el considerando 26 de la sentencia enfatiza que eso se aplica a todos los ¡°trabajadores con contrato de duraci¨®n determinada¡± para evitar que ¡°una relaci¨®n laboral de esta naturaleza sea utilizada por un empleador para privar a dichos trabajadores de derechos reconocidos a los trabajadores con contrato de duraci¨®n indefinida¡±.
La resoluci¨®n voltea el Estatuto de los Trabajadores. Mella la piedra filosofal de la reforma laboral del Gobierno del PP (abaratar el despido), ya muy agujereada en los tribunales espa?oles (los ERE, la pr¨®rroga de convenios, el descenso de los ingresos empresariales como causa objetiva si no son elevados...)
Y devuelve con sordina la agenda social a la agenda de la UE. Aunque sus l¨ªderes la ninguneen, enloquecidos por los inmigrantes y el orden p¨²blico, esta Europa sigue siendo una comunidad de derecho. Y pues, con jueces.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.