La desaceleraci¨®n china golpea al tigre taiwan¨¦s
El crecimiento exiguo de la econom¨ªa de la isla expone su extrema dependencia de China continental
Taiw¨¢n, uno de los cuatro tigres asi¨¢ticos por su elevado crecimiento econ¨®mico ¡ªiniciado en la segunda mitad del siglo XX¡ª ruge estos d¨ªas con menos fuerza. El milagro de la isla, basado en un potente y competitivo sector exportador, pasa por momentos dif¨ªciles por la ca¨ªda del comercio internacional y la d¨¦bil demanda externa. La desaceleraci¨®n de China, pa¨ªs con el que hab¨ªa iniciado una particular luna de miel en los ¨²ltimos a?os, agrava el problema y evidencia la necesidad de transformar una econom¨ªa que a¨²n tiene a la industria electr¨®nica como su piedra angular.
La econom¨ªa taiwanesa fue la que registr¨® un peor comportamiento en toda la regi¨®n durante el a?o pasado. La isla entr¨® t¨¦cnicamente en recesi¨®n y encaden¨® de forma in¨¦dita tres trimestres consecutivos de descensos de su Producto Interior Bruto (PIB). Los salarios se han estancado, el paro ha tocado m¨¢ximos de dos a?os (la tasa se sit¨²a, sin embargo, en un bajo 4,02%) y el elevado precio de la vivienda ha puesto su propiedad fuera del alcance de muchos j¨®venes.
Taiw¨¢n sufre por la ca¨ªda de sus exportaciones, que suponen pr¨¢cticamente tres cuartas partes del valor total de su econom¨ªa. La isla es el gran fabricante mundial de componentes inform¨¢ticos, que se incorporan a productos finales vendidos por otros pa¨ªses como Estados Unidos o Jap¨®n. "Las exportaciones influyen enormemente en la econom¨ªa nacional. Desde el a?o pasado, el desempe?o mundial ha sido pobre: la recuperaci¨®n en Europa y Estados Unidos es lenta, el precio del petr¨®leo cae y China se ha enfriado. Esto ha llevado a 17 meses consecutivos de descenso de las ventas al exterior", justifica Sun Ming-te, director del Centro de Pron¨®stico Macroecon¨®mico del Instituto de Estudios Econ¨®micos de Taiw¨¢n en un encuentro con periodistas extranjeros invitados por el Ministerio de Asuntos Exteriores.
Tras varias oleadas de deslocalizaciones que empezaron a hacer mella en la econom¨ªa taiwanesa, el anterior Ejecutivo de la isla, liderado por Ma Ying-jeou, tom¨® la decisi¨®n estrat¨¦gica de mejorar los lazos con China. Durante el periodo 2008-2016 los intercambios se multiplicaron hasta el punto de que el gigante asi¨¢tico es actualmente, de lejos, el principal socio comercial de Taiw¨¢n. Pero con el adi¨®s definitivo a las tasas de crecimiento a doble d¨ªgito en China, la apuesta se ha vuelto en su contra y Taiw¨¢n se ha convertido en una de las econom¨ªas m¨¢s vulnerables a lo que pasa en el otro lado del Estrecho de Formosa. "Cuando el continente estornuda, Taiw¨¢n est¨¢ hospitalizado en la unidad de cuidados intensivos", ilustra Alicia Garc¨ªa Herrero, economista jefe de Natixis para Asia-Pac¨ªfico, en una nota a sus clientes.
El Acuerdo Transpac¨ªfico, una posible v¨ªa de escape
El Acuerdo Transpac¨ªfico de Cooperaci¨®n Econ¨®mica (TPP), un pacto de libre comercio entre doce pa¨ªses que aglutinan el 40% de la econom¨ªa mundial, podr¨ªa ser el gran revulsivo para la econom¨ªa taiwanesa. Su entrada permitir¨ªa dar un impulso a las exportaciones de la isla, que se abaratar¨ªan en mercados tan importantes como Estados Unidos o Jap¨®n, y abrir¨ªa la puerta a un mayor comercio con el resto de pa¨ªses firmantes. Adem¨¢s, China no est¨¢ incluida en ¨¦l.
"Pek¨ªn tiene poca influencia en el TPP. En comparaci¨®n con los acuerdos de comercio bilaterales, existen m¨¢s posibilidades de que Taiw¨¢n pueda firmarlo", asegura Sun. Esto no significa que el proceso est¨¦ libre de complicaciones: primero, porque el TPP est¨¢ encontr¨¢ndose con problemas para ser ratificado?en muchos pa¨ªses ¡ªentre ellos EEUU¡ª ?y segundo, porque todo indica que China pondr¨¢ su aparato diplom¨¢tico en marcha para evitar que Taiw¨¢n logre unirse al pacto.
Adem¨¢s, la relaci¨®n entre China y Taiw¨¢n ha pasado de ser pr¨¢cticamente simbi¨®tica a esencialmente competitiva. Antes los bajos costes laborales en el continente y el alto nivel tecnol¨®gico en la isla formaban un t¨¢ndem que contentaba a ambas partes, pero ahora China ha recortado distancias y empieza a irrumpir en sectores hasta ahora dominados por Taiw¨¢n, incluyendo la electr¨®nica.
"Antes compraban materias primas y productos semiprocesados, pero cada vez menos", dice Sun. Y las inversiones multimillonarias que las empresas taiwanesas han realizado en el continente tienen cada vez menos retorno. "Si pudi¨¦semos dar marcha atr¨¢s, habr¨ªamos invertido m¨¢s en otros pa¨ªses y menos en China", asegura Chang Tien-chin, viceministro del consejo para los asuntos de China Continental, quien considera que la emergencia del gigante asi¨¢tico es "una amenaza diplom¨¢tica, militar y econ¨®mica" para la isla.
El nuevo Gobierno taiwan¨¦s ha dejado claro que quiere alejar su econom¨ªa de los tent¨¢culos de Pek¨ªn. La nueva presidenta, Tsai Ing-wen, anunci¨® en su discurso de investidura la aprobaci¨®n de "una nueva pol¨ªtica hacia el sur con el objetivo de elevar el alcance y la diversidad de la econom¨ªa exterior, y para decir adi¨®s a la dependencia excesiva de un solo mercado".
China recela de estos planteamientos porque conf¨ªa en que el aumento de los lazos econ¨®micos allane el camino para lograr a largo plazo la deseada unificaci¨®n. Pero como Taiw¨¢n ha dado se?ales m¨¢s expl¨ªcitas de no estar por esta labor, Pek¨ªn ha empezado a desplegar sus mecanismos de presi¨®n. El n¨²mero de turistas procedentes de China continental ha ca¨ªdo un 22% desde la toma de posesi¨®n del nuevo Gobierno taiwan¨¦s el pasado mayo, un mazazo importante para un sector que se presentaba como uno de los m¨¢s pujantes. "Como Tsai no est¨¢ dispuesta a confirmar la existencia del 'Consenso de 1992' (un t¨¦rmino pol¨ªtico que reconoce a una sola China, pero sujeta a distintas interpretaciones), la presi¨®n de la parte continental continuar¨¢ acumul¨¢ndose. La limitaci¨®n de los visitantes a Taiw¨¢n podr¨ªa ser solamente el primer paso de la caja de herramientas estrat¨¦gica de la parte continental", dice Garc¨ªa Herrero.
Ante este desaf¨ªo, Taiw¨¢n quiere dar impulso a cinco nuevos sectores: defensa, energ¨ªas verdes, biotecnolog¨ªa, maquinaria inteligente y el Internet de las cosas. El Gobierno pretende reducir as¨ª su dependencia de la electr¨®nica, pero la implementaci¨®n del plan es complicada porque existe un enorme engranaje en torno a esta industria muy dif¨ªcil de cambiar. La falta de innovaci¨®n o el r¨¢pido envejecimiento de la poblaci¨®n son otros retos que nublan el horizonte de la econom¨ªa de la isla.
El otro objetivo de Tsai es diversificar los socios comerciales, principalmente hacia el sureste asi¨¢tico. Pero la negociaci¨®n de cualquier acuerdo est¨¢ condicionada por la poca capacidad diplom¨¢tica de Taiw¨¢n (solamente 22 pa¨ªses lo reconocen de forma oficial) y las restricciones indirectas que impone Pek¨ªn para que la isla participe en los procesos de integraci¨®n econ¨®mica regional. Taiw¨¢n logr¨® dos peque?as victorias en 2013 con la firma de acuerdos de libre comercio con Nueva Zelanda y Singapur con el respaldo impl¨ªcito de las autoridades chinas. Pero tras el enrarecimiento de las relaciones en ambos lados del estrecho de Formosa, se prev¨¦ que en el futuro la sombra de Pek¨ªn sea m¨¢s alargada que nunca.
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