Francia compra 21 trenes a Alstom para salvar su planta m¨¢s emblem¨¢tica

El anuncio hecho a principios del mes de septiembre pasado del cierre de la planta de Belfort con la recolocaci¨®n en otros centros del pa¨ªs de 400 de sus 480 trabajadores cay¨® como una bomba en Francia. No tanto por una cuesti¨®n de cantidad, sino por lo que representa Alstom y el TGV en la industria francesa. El proyecto de cierre de Belfort fue calificado inmediatamente por el primer ministro Manuel Valls de ¡°inaceptable¡±.

El salvamento no es sencillo. Los problemas de Belfort se deben a la ausencia de demanda interna, dada la pol¨ªtica gubernamental de reducci¨®n del d¨¦ficit p¨²blico y la p¨¦sima situaci¨®n financiera de la SNCF (la renfe francesa). A pesar de ello, el acuerdo apenas ha tardado tres semanas en llegar. Seg¨²n ha informado el secretario de Estado de Industria Christophe Sirugue esta ma?ana, el Estado har¨¢ un pedido de quince TGV (tren de alta velocidad en sus siglas francesas), la SNCF (estatal) mantiene su pedido de otros seis y, adem¨¢s, har¨¢ una demanda de 20 locomotoras de rescate para trenes averiados. Alstom se compromete por su parte a hacer una inversi¨®n de 30 millones en los tres pr¨®ximos a?os y a instalar en Belfort el Centro Europeo de Mantenimiento, para el que habr¨¢ 150 nuevos empleos. En total, una lluvia de 70 millones de euros, seg¨²n la cifra aportada por el propio Sirugue. El rescate se intentar¨¢ tambi¨¦n mediante la diversificaci¨®n del negocio apostando por la producci¨®n de otros veh¨ªculos ferroviarios y ruteros; en especial el autob¨²s el¨¦ctrico.

En el contexto pol¨ªtico y econ¨®mico actual, el Gobierno socialista ha considerado imprescindible socorrer a Alstom. El Estado detenta el 20 % de los votos en el Consejo de Administraci¨®n de la empresa. En siete meses encara unas dif¨ªciles elecciones presidenciales y en coincidencia con el anuncio del cierre parcial de Belfort se conoci¨® otro dato dram¨¢tico sobre el paro: 50.200 empleos perdidos en agosto. El presidente Fran?ois Hollande condicion¨® en 2012 su candidatura a las presidenciales de 2017 a la inversi¨®n de las cifras de desempleo. No dud¨® el mes pasado en hacer, adem¨¢s, regalos fiscales con la mirada puesta en la cita electoral.

La derecha y la ultraderecha incluyen en su precampa?a la defensa del patriotismo econ¨®mico y critican al Ejecutivo socialista por la progresiva desindustrializaci¨®n del pa¨ªs. A pesar de ello, algunos l¨ªderes de la oposici¨®n ya se han lanzado a criticar la operaci¨®n de este martes. Para uno de los candidatos de Los Republicanos, el exprimer ministro Fran?ois Fillon, es un error por lo que supone de injerencia estatal tras una p¨¦sima gesti¨®n gubernamental.