El Brexit con los pies en el suelo
Los meses hasta abril de 2017, cuando Reino Unido comunicar¨¢ oficialmente su salida de la UE ,van a ser tormentosos
La cotizaci¨®n de la libra esterlina ha sufrido esta semana un caso de hundimiento s¨²bito: en solo dos minutos perdi¨® un 6% frente al d¨®lar (un flash-crash). Como nadie sabe explicar el por qu¨¦, las interpretaciones van desde el uso delictivo de la negociaci¨®n de alta frecuencia hasta el ¡°dedo gordo¡± de alguien torp¨®n que se equivoc¨® al introducir sus ¨®rdenes de compraventa. Tambi¨¦n hay quienes buscan una causalidad diab¨®lica y conspiratoria.
Lo esencial, sin embargo, es que la libra estaba destinada a depreciarse desde que los brit¨¢nicos optaron en refer¨¦ndum por salirse de la Uni¨®n Europea (la misma Uni¨®n a cuya puerta estuvieron llamando mendicantes mientas al General Charles de Gaullle le qued¨® un h¨¢lito de vida para cerrarles el paso). Desde la v¨ªspera del refer¨¦ndum la libra se ha depreciado ya un 16%. El juego del Brexit pareci¨® muy peligroso al d¨ªa siguiente de la votaci¨®n; despu¨¦s pareci¨® repentinamente inocuo, y ahora empieza de nuevo a desestabilizar al Reino Unido y, con un poco de mala suerte, al resto del mundo.
Los tres meses de tranquilidad del verano estaban desmintiendo todos los malos presagios sobre los efectos econ¨®micos y financieros del Brexit. Todos ¡ excepto uno: que los brit¨¢nicos, que en apariencia hab¨ªan votado no a Europa, en la pr¨¢ctica parec¨ªan haber votado que s¨ª, hasta tal punto la reacci¨®n de la econom¨ªa de Reino Unido y de los mercados financieros era de casi total normalidad. Una normalidad que solo pod¨ªa interpretarse de una manera: nadie se cre¨ªa que la salida del Reino Unido de la Uni¨®n Europea llegar¨ªa a producirse nunca. O no, al menos, en t¨¦rminos pr¨¢cticos.
Solo hubo dos excepciones a ese comportamiento tan normal: la acelerada depreciaci¨®n de la libra esterlina y la negativa de algunos fondos inmobiliarios a reembolsar el dinero a sus part¨ªcipes salvo aceptando p¨¦rdidas del 17%. Lo dem¨¢s parec¨ªa sonre¨ªr: los indicadores adelantados de crecimiento econ¨®mico lo situaban a¨²n lejos de la recesi¨®n, mientras la deuda p¨²blica segu¨ªa subiendo de precio y la Bolsa de Londres acumulaba la mayor subida de todas las Bolsas en el a?o 2016 (aunque las p¨¦rdidas por la inversi¨®n en libras anularan toda esa ganancia para un inversor for¨¢neo). ?Ah! Y muy importante, la salida de capitales del Reino Unido, que es algo con lo que cab¨ªa contar como inevitable, se ha limitado, de momento, a una bajada de las reservas centrales de divisas del Banco de Inglaterra de apenas 1.700 millones de d¨®lares en julio (sobre un total cercano a 150.000millones)
Y ahora, ?qu¨¦ va a pasar? La libra seguir¨¢ depreci¨¢ndose. El alma europea del Reino Unido, tan hamletiana y torturada, har¨¢ que cualquier an¨¢lisis parezca acertado en unos momentos y disparatado en otros. Pero los socios comerciales e industriales aprietan: el gobierno de Jap¨®n ya le ha preguntado al del Reino Unido qu¨¦ es lo que va a pasar con el pasaporte comunitario para las empresas japonesas radicadas all¨ª. Y otro tanto el Gobierno chino.
La tensi¨®n sube por momentos y, aunque el comercio es el pegamento de los pueblos tambi¨¦n es propio de los pueblos el cometer errores. Los meses hasta abril de 2017, cuando Reino Unido comunicar¨¢ oficialmente su salida de la UE van a ser tormentosos. ?Habr¨¢ marcha atr¨¢s? Solo unas elecciones generales podr¨ªan detener un proceder son¨¢mbulo. M¨¢s nos vale.
Juan Ignacio Crespo.?Estad¨ªstico del Estado. Autor de ?Por qu¨¦ en 2017 volveremos a entrar en recesi¨®n??(Deusto 2016)
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