Las tarjetas ¡®black¡¯, un sueldo libre de impuestos
El fiscal busca que la opacidad tributaria de los pl¨¢sticos de Caja Madrid pruebe que sus usuarios sab¨ªan que eran ilegales
Tras cinco sesiones de declaraciones de 47 acusados (de un total de 65), se vislumbra que las tarjetas de los consejeros se crearon pagar gastos de representaci¨®n relacionados con el cargo de consejero. Sin embargo, poco a poco, se convirtieron en un sistema arbitrario y confuso de retribuci¨®n en manos de los diferentes presidentes, como apunta la tesis del fiscal Anticorrupci¨®n, Alejandro Luz¨®n. Los acusados se han mantenido en este limbo de dudosa legalidad al considerarlas ¡°una retribuci¨®n¡±. Pero Caja Madrid les exim¨ªa de pagar al fisco por ellas.
Los casos de las tarjetas black y el de la trama G¨¹rtel han desbordado las instalaciones que la Audiencia Nacional tiene en un inh¨®spito pol¨ªgono industrial de San Fernando de Henares (Madrid). All¨ª se juzga si hubo apropiaci¨®n indebida de 12,5 millones con las tarjetas opacas de Caja Madrid. La tesis del fiscal est¨¢ haciendo hincapi¨¦ en que los acusados no pagaban al fisco por lo que consideraban un sueldo. Esa puede ser la prueba para demostrar que los acusados sab¨ªan de la irregularidad de las retribuciones.
Una de las declaraciones m¨¢s llamativas ha sido la de Juan Jos¨¦ Azcona (CC OO), que estuvo en la entidad casi 20 a?os. Su testimonio tiene gran valor porque no estuvo implicado en la gesti¨®n. Azcona dijo que ?ngel Montero, el secretario de Caja Madrid en los a?os noventa, (fallecido en 2000), le entreg¨® la tarjeta y le dijo que la gastara ¡°con prudencia para temas vinculados al consejo y a la entidad¡±. Tambi¨¦n asegur¨® que Montero vigilaba los gastos exhaustivamente y no permit¨ªa cargar m¨¢s billetes de avi¨®n que los del consejero, no los de sus familiares. ¡°Creo que el l¨ªmite era de 600 euros al mes¡±, afirm¨®. Esta cifra es la cuarta parte de lo que gastaron otros consejeros. Azcona, consejero desde 1993 hasta 2012, gast¨® 97.000 euros en total, ¡°y en todos estos a?os no me cambiaron el l¨ªmite ni las instrucciones¡±. Francisco Moure (PP), expresidente de la comisi¨®n de Retribuciones, que tambi¨¦n recibi¨® la black de manos de Montero, afirm¨® que solo le dijo que era ¡°para gastos; fue muy escueto¡±.
Sin embargo, la mayor¨ªa de los consejeros (algunos cambiando la versi¨®n de su declaraci¨®n en la instrucci¨®n), dicen ahora que era una retribuci¨®n ¡°por su dedicaci¨®n a la caja¡±. Incluso la equipararon a un sueldo, que inclu¨ªa los gastos de representaci¨®n.
La clave est¨¢ en la hoja de c¨¢lculo
Excepto Mariano P¨¦rez Claver, exdirectivo de Caja Madrid, el resto de los 46 acusados, no reconocen la validez de la hoja de Excel donde figuran sus gastos con la black. Son 10 ejercicios y miles de cargos en ciudades, restaurantes o joyer¨ªas donde dicen que nunca han estado.
Sin embargo, Bankia afirm¨® en la instrucci¨®n que era un "volcado de datos" que hizo Visa sin ninguna manipulaci¨®n. Incluso asegur¨® que fue certificada su autenticidad y admitida por la Sala del Tribunal como prueba. El objetivo de todas las partes ser¨¢ tumbar esa Excel para acabar con el caso de las black.
¡°?Entonces ?por qu¨¦ no lo declar¨® a Hacienda?¡±, ha preguntado una y otra vez el fiscal. La respuesta m¨¢s com¨²n de consejeros y directivos: cre¨ªa que estaban incluidos en el certificado de ingresos anuales de Caja Madrid. ¡°?C¨®mo iba a pensar que la cuarta entidad financiera, que est¨¢ tan vigilada, iba a hacer mal los certificados?¡±, han repetido muchos. Otros se tranquilizaron porque los gastos no estaban en el borrador de Hacienda. L¨®gico, ya que la caja nunca atribuy¨® al consejero sus retribuciones totales.
Algunos afirman que preguntaron al secretario del consejo por el tratamiento fiscal. Este les dijo que Caja Madrid pagaba a Hacienda por ellos, pese a que las empresas no se hacen cargo de los impuestos de sus empleados.
Al parecer, no tuvieron la suficiente curiosidad para comprobar que el dinero del que dispon¨ªan no coincid¨ªa con el certificado de Caja Madrid. Ahora, m¨¢s de una docena se han apresurado a pagar los impuestos de las black. La excepci¨®n es Estanislao Rodr¨ªguez-Ponga, exsecretario de Estado de Htacienda, que afirm¨® que s¨ª pag¨® impuestos por la tarjeta, aunque no lo debi¨® comentar con sus compa?eros de consejo.
De algunos testimonios se deduce que lo que empez¨® siendo para gastos de representaci¨®n (exentos de impuestos) acab¨® pagando joyas, armas y safaris sin tributar. Pero hubo m¨¢s arbitrariedades: Desde que lleg¨® Miguel Blesa, en 1996, hubo tarjetas con PIN para unos, pero no para otros; l¨ªmites muy amplios en unos casos y estrechos en otros; posibilidad de controlar los extractos por Internet o hacer estadillos a bol¨ªgrafo... y unos que agotaban el sueldo y otros se dejaban varios miles de euros sin gastar para que nadie les llamara la atenci¨®n. Ahora ser¨¢ la juez el que les deber¨¢ sancionar o no.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.