A partir de ahora, qu¨¦ hacer

Hoy comienza una nueva etapa en el socialismo espa?ol. Ello es importante no s¨®lo para los que se reclaman de esa ideolog¨ªa sino para todos los ciudadanos, dada la centralidad que el PSOE ha jugado en las cuatro d¨¦cadas de democracia espa?ola. M¨¢s all¨¢ de los asuntos econ¨®micos coyunturales y de los problemas org¨¢nicos, tendr¨¢ que actualizar su proyecto ideol¨®gico y estrat¨¦gico, no abordado desde la Conferencia Pol¨ªtica de 2013, siendo Rubalcaba el secretario general.

La idea fuerza tradicional de la socialdemocracia ha sido la lucha contra la inequidad. Ahora m¨¢s que nunca, pues se ha producido un ¡°vuelco hacia la desigualdad¡± muy significativo desde principios de los a?os ochenta. Lo demuestra en un extraordinario libro (Desigualdad, FCE), el profesor de la London School of Economics Anthony B. Atkinson. A las cuestiones de por qu¨¦ disminuy¨® la desigualdad en Europa a partir de la postguerra y por qu¨¦ hubo un cambio de tendencia desde 1980, Atkinson responde: a la primera, por la existencia de un Estado de Bienestar, la expansi¨®n de las transferencias, la creciente participaci¨®n de los salarios y los impuestos progresivos, como resultado de la intervenci¨®n del Estado y de la negociaci¨®n colectiva; a la segunda, porque los factores citados han sido revertidos o finiquitados.

La desigualdad ha crecido tanto que se ha convertido en el centro del debate en todo Occidente y en todas las opciones pol¨ªticas, dejando de ser un argumento exclusivo de los socialdem¨®cratas. Sin embargo, el combate contra la desigualdad a trav¨¦s del gasto social parece insuficientemente eficaz y tiene efectos menguantes (hay incremento de las desigualdades sin disminuciones apreciables del gasto p¨²blico). Varios de los partidos socialistas europeos (el laborista de Corbyn, el franc¨¦s de Hollande, el gobierno de Matteo Renzi¡­) y bastantes estudiosos de matriz progresista est¨¢n incorporando poco a poco a las soluciones el concepto de predistribuci¨®n. La predistribuci¨®n es el conjunto de pol¨ªticas que en lugar de fijarse en mitigar la desigualdad se concentran en originar previamente menos desigualdad: tratar de incidir sobre las causas de la inequidad personal y no s¨®lo procurar paliar sus consecuencias. Ello implica superar el modelo Beveridge-Plus-Keynes, en definici¨®n de Gosta Esping-Andersen. El Nobel de Econom¨ªa James Meade, compa?ero de Keynes, lo defini¨® del siguiente modo: ¡°Reformar radicalmente los mercados y las relaciones de poder para empoderar a las clases asalariadas. Pasar de una democracia de propietarios a otra de ciudadanos propietarios del sistema¡±.

El PSOE habr¨¢ de diferenciarse de su derecha y de su izquierda no s¨®lo en la labor parlamentaria, y adquirir tintes propios. Uno puede ser el de la predistribuci¨®n. En el a?o 2014, la Fundaci¨®n Ebert, de los socialdem¨®cratas alemanes, concedi¨® el premio a la mejor publicaci¨®n econ¨®mica en lengua germana al libro Austeridad. Una idea peligrosa (Cr¨ªtica), del profesor norteamericano Mark Blyth. En su discurso de recogida puso el dedo en la llaga: el centro izquierda de toda Europa no s¨®lo ha aceptado, sino que en muchos momentos ha apoyado activamente unas pol¨ªticas que no han hecho m¨¢s que perjudicar a sus supuestos miles de votantes. ¡°Lo importante¡±, termin¨®, ¡°es que recuperen su voz, no s¨®lo su memoria hist¨®rica. Su porcentaje de votos no cae porque hagan lo mismo que est¨¢n haciendo los conservadores. Caen porque si todo lo que hacen es eso, ?por qu¨¦ deber¨ªa votarles alguien?¡±.