Gu¨ªa para seguir el juicio de las tarjetas ¡®black¡¯: tres defensas distintas
Rato, Blesa, exconsejeros y exdirectivos se han defendido de la acusaci¨®n de apropiaci¨®n indebida de 12,5 millones entre 2003 y 2012. El fiscal ha rebatido sus argumentos
Los expresidentes, Miguel Blesa y Rodrigo Rato, as¨ª como los exconsejeros y exdirectivos se defienden en el juicio de la Audiencia Nacional que arranc¨® el 26 de septiembre de la acusaci¨®n de apropiaci¨®n indebida de 12,5 millones entre 2003 y 2012. El fiscal ha rebatido sus argumentos. Este lunes declaran m¨¢s testigos. Hasta ahora estos han sido los principales argumentos de los imputados y el fiscal.
¡°Las tarjetas estaban controladas por seis departamentos¡±
Miguel Blesa, presidente entre 1996 y 2010, y Rodrigo Rato (2010 a mayo de 2012), no siguen exactamente la misma l¨ªnea de defensa, pero tienen similitudes. Blesa asegur¨® que no recordaba qu¨¦ se le dijo exactamente cuando se le entreg¨® la tarjeta, en 1994: ¡°Creo que era de libre disposici¨®n, pero entend¨ª que era un complemento retributivo¡±, zanj¨®. Gast¨® 436.688 euros. No la cuestion¨® ni investig¨® su legalidad al llegar a la presidencia. ¡°Porque me incorpor¨¦ a una entidad en funcionamiento, bajo el principio de confianza¡±. Ambos expresidentes han asegurado que no pod¨ªan imaginar que las tarjetas no fueran legales si exist¨ªan desde hac¨ªa 23 a?os.
Tambi¨¦n dijeron que su funcionamiento estaba controlado por hasta seis departamentos, algunos internos, como el ¨¢rea de auditor¨ªa, de cumplimiento normativo, la asesor¨ªa jur¨ªdica, la fiscal, y los externos: el auditor y el Banco de Espa?a.
Ambos han asumido que ellos establecieron las cantidades que se gastaban con las tarjetas porque era su competencia como presidentes. Blesa no aclar¨® por qu¨¦ dispar¨® los l¨ªmites m¨¢ximos de las tarjetas, marcados en 600 euros mensuales por su antecesor, Jaime Terceiro. ¡°Ese l¨ªmite no se ajusta a la verdad¡±, afirm¨® Blesa, y tampoco explic¨® por qu¨¦ estableci¨® un PIN para sacar efectivo con ellas. Adem¨¢s, dijo que nunca ley¨® un correo enviado a ¨¦l, entre otros, donde estas tarjetas fueron bautizadas como black a efectos fiscales.
Rato, que gast¨® 99.084 euros, sostuvo: las visas eran ¡°un instrumento de pago totalmente transparente, parte de mi retribuci¨®n y estaban reflejadas en mi contrato¡±. Y argument¨® que cre¨ªa que estaban sujetas a inspecci¨®n tributaria, aunque no fue as¨ª. El que fuera n¨²mero dos de Rato, Francisco Verd¨², explic¨® que advirti¨® a su superior de las consecuencias que pod¨ªa acarrear el uso de la tarjeta para uso personal, ya que ¨¦sta no formaba parte de su retribuci¨®n al no estar en su contrato, y que ¨¦ste ¡°se enfad¨® bastante¡± cuando Verd¨² la rechaz¨®.
El fiscal Alejandro Luz¨®n les acusa de entregar las visas, ¡°consagrando un sistema retributivo sin amparo legal ni contractual¡±. Afirma que ¡°las tarjetas se emitieron al margen del circuito ordinario¡±, y sostiene que la caja no hizo retenciones fiscales a los usuarios ¡°para ocultar su verdadera naturaleza¡±.
¡°Nos dijeron que era una retribuci¨®n por nuestro trabajo¡±
La mayor¨ªa de los consejeros de Caja Madrid y Bankia explicaron que el dinero de las tarjetas ten¨ªa dos finalidades: pagar los gastos de representaci¨®n relacionados con la caja y una retribuci¨®n para compensarles por su dedicaci¨®n a la entidad. Es decir, que lo pod¨ªan gastar en asuntos personales.
Sin embargo, el fiscal Anticorrupci¨®n, Alejandro Luz¨®n, insisti¨® a todos ellos que si era una retribuci¨®n personal, c¨®mo era posible que no hubiera un control inform¨¢tico de los gastos, ya que la mayor¨ªa dijeron que no recib¨ªan los extractos de la tarjeta. ¡°Llev¨¢bamos la contabilidad a boli¡±, apunt¨® un consejero. Incluso alguno, como Ram¨®n Espinar (PSOE), admiti¨® que dej¨® de gastar 4.000 euros ¡°por miedo a pasarme del l¨ªmite marcado¡±, algo que tambi¨¦n extra?¨® a Luz¨®n.
El fiscal insisti¨® en esta falta de control ¡°sobre un dinero que era suyo¡±, y pregunt¨® por qu¨¦ durante tantos a?os nadie corrigi¨® un sistema que imped¨ªa tanto a la caja como al consejero reconocer si el gasto lo hac¨ªa otra persona, ya que ninguna de las dos partes pod¨ªa comprobarlo. Nadie dio una respuesta coherente. ¡°Ser¨ªa mala suerte¡±, respondi¨® Estanislao Rodr¨ªguez-Ponga, exsecretario de Estado de Hacienda.
Buena parte de los consejeros declar¨® que estuvieron a?os guardando recibos por si se ¡°los ped¨ªa la caja¡±, a lo que el fiscal replic¨® que c¨®mo se los iban a exigir si eran gastos de libre disposici¨®n. No hubo una respuesta clara.
Esta opacidad sobre los extractos sirvi¨® al fiscal para rebatir a los acusados cuando todos ellos sostuvieron que los cargos que les ha atribuido Bankia no eran correctos. ¡°?C¨®mo pueden negar los cargos si no tienen extractos ni registro inform¨¢tico?¡±, pregunt¨® Luz¨®n.
La declaraci¨®n clave para los exconsejeros fue la del exsecretario de Caja Madrid de 1996 a 2009, Enrique de la Torre: ¡°Las dietas de 1.300 euros por asistencia compensaban los gastos, las funciones consultivas y las responsabilidades del cargo. Era la ¨²nica retribuci¨®n. Las tarjetas no eran para gastos personales¡±. No obstante, De la Torre s¨ª admiti¨® que ten¨ªa una tarjeta como ejecutivo ¡°que era legal¡±. Entre los consejeros existe el convencimiento de que De la Torre tiene un acuerdo con el fiscal para inculparlos y aliviar su situaci¨®n.
¡°Era una parte del salario¡±, pero?libre de impuestos
Los consejeros de Caja Madrid y Bankia han mantenido una versi¨®n casi id¨¦ntica: la tarjeta era una parte de su retribuci¨®n, y as¨ª se lo explicaron los responsables de la entidad al ser contratados.
Las diferencias entre los gastos de unos y de otros se deben, seg¨²n ellos, a las asignaciones y valoraciones que hac¨ªa el presidente, Miguel Blesa. A diferencia de los consejeros, todos ten¨ªan control inform¨¢tico sobre sus gastos y pod¨ªan sacar efectivo de los cajeros con cargo a la tarjeta. Tambi¨¦n coincidieron en que no se les ped¨ªa justificantes de su tarjeta ¡°retributiva¡±, algo que s¨ª ocurr¨ªa con la destinada a los gastos de representaci¨®n.
Mariano P¨¦rez Claver, el exdirectivo de Caja Madrid y expresidente de SOS Cu¨¦tara y de NH Hoteles, tuvo la declaraci¨®n m¨¢s original. El exempleado de Indub¨¢n, un banco filial del BBV, afirm¨® que esta tarjeta existe en otras entidades. A preguntas de los abogados defensores, no especific¨® en qu¨¦ entidad dispuso de la tarjeta. ¡°Lo sabe todo el mundo, pero no le voy a decir en d¨®nde. Es rid¨ªculo todo esto. ?Alguien tiene dudas de que existi¨® en otras entidades? Esta tarjeta era parte de mi retribuci¨®n y nadie la puede poner en duda¡±.
P¨¦rez Claver asegur¨® que hab¨ªa declarado todo lo gastado a Hacienda. Sin embargo, la mayor¨ªa de los directivos lo negaron, un tema sobre el que insisti¨® el fiscal Anticorrupci¨®n, Alejandro Luz¨®n. Pregunt¨® a Mat¨ªas Amat, el tercer ejecutivo m¨¢s importante de Caja Madrid, si no le extra?¨® que en los certificados que le entreg¨® la caja faltaran los 430.000 euros que se gast¨® con la black. Su respuesta fue que era el 2% de su salario y no se dio cuenta. Al igual que el resto, afirm¨® que estaba convencido de que el certificado de haberes de la entidad era correcto y no lo comprob¨®.
Todos mostraron su indignaci¨®n ante el listado de gastos que ofreci¨® Bankia por vulnerar su intimidad y por estar lleno de errores. El director de auditor¨ªa de Bankia, I?aki Azaola, fue contundente en sus seis horas y media de declaraci¨®n: ¡°Todos los gastos son reales. No ha habido intervenci¨®n humana. Todas las visas se emitieron al margen del procedimiento legal¡±. El fiscal sostiene que ¡°les fueron entregadas como complemento retributivo no contemplado en sus contratos¡± y por el que no pagaron impuestos.
Qui¨¦n es qui¨¦n entre los 65 sospechosos de las 'black'
En la tabla que ver¨¢ a continuaci¨®n aparecen los 65 sospechoso de apropiaci¨®n indebida por las tarjetas opacas que est¨¢n participando en el juicio de la Audiencia Nacional. ?Qu¨¦ cargo ocupaban en Caja Madrid y Bankia? ?Cu¨¢nto gastaron? ?Han devuelto el dinero?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.