Una osada gasolinera ¡®low cost¡¯
La firma Ballenoil impulsa un ambicioso plan de crecimiento de estaciones de carburantes y autolavado
Hay servicios surgidos en la ebullici¨®n de la crisis econ¨®mica que han cambiado tan profundamente las costumbres de consumo que sobrevivir¨¢n incluso tras la recuperaci¨®n. Es el caso de la gasolinera low cost, un concepto cada vez m¨¢s presente en el paisaje espa?ol. Ballenoil, hija de la empresa de origen franc¨¦s especializada en limpieza de autom¨®viles La Ballena Azul ¡ªpropiedad del grupo Progeral¡ª, es una de las caras m¨¢s visibles de esta tendencia y espera serlo a¨²n m¨¢s. Para ello cuenta con un ambicioso plan de expansi¨®n: espera aumentar en un 50% tanto su n¨²mero de estaciones (llegar a las 114 en dos a?os) como su facturaci¨®n (calcula que ingresar¨¢ 180 millones de euros este a?o).
Progeral Espa?a, empresa familiar con sede en Catalu?a y propietaria de la franquicia Ballenoil en la Pen¨ªnsula, decidi¨®, en l¨ªnea con la casa matriz, emprender un cambio estrat¨¦gico ante un panorama complicado. Hasta hace seis a?os, la empresa se dedicaba exclusivamente a la limpieza a presi¨®n de veh¨ªculos, un negocio que empez¨® a perder fuelle tras 18 a?os de recorrido. ¡°Nuestro cliente era de clase media-media baja y sufri¨® mucho la crisis. La facturaci¨®n cay¨® a menos de la mitad en muchos de los centros de lavado andaluces; en Catalu?a baj¨® un 50%¡±, explica David Querejeta, socio y director de expansi¨®n de la compa?¨ªa.
Giro de supervivencia
Los propietarios decidieron entonces dar un giro e incluir tambi¨¦n el servicio de repostaje, aprovechando la experiencia en el mundo de las petroleras de uno de los socios, y as¨ª crear un producto h¨ªbrido. ¡°Era vital buscar un complemento al servicio del lavado¡±, explica Querejeta. La respuesta del mercado ha llevado a que la empresa, con sede en la localidad barcelonesa de Gav¨¤, incluso tenga estaciones donde s¨®lo ofrece carburantes y dos marcas propias de gas¨®leo.
La crisis disminuy¨® el negocio del lavado e impuls¨® la extensi¨®n del negocio al repostaje
El modelo que la empresa plantea es de apertura de 24 horas, 365 d¨ªas al a?o. La estaci¨®n cuenta con uno o dos trabajadores durante la jornada laboral diurna, pero el control del negocio se puede hacer a distancia mediante c¨¢maras de seguridad, un tel¨¦fono inteligente o una tableta, a trav¨¦s de un programa propio llamado Ballenoil Eye. La domotizaci¨®n ya se ha desplegado en el 40% de la red de la firma. ¡°Que no haya personal en la estaci¨®n no quiere decir que est¨¦ desatendida¡±, asegura el directivo de la empresa.
Mediante unos altavoces, el equipo que controla las estaciones puede avisar a un usuario de que apague las luces mientras reposta o pedirle que no fume, entre otras cosas, o m¨¦todos digitales para proveer las hojas de reclamaci¨®n o las probetas. Y si no obedece, se le corta el suministro del carburante. Querejeta es muy cr¨ªtico con la posici¨®n de algunos lobbies y Gobiernos auton¨®micos que abogan por restringir las gasolineras ¡°desatendidas¡±. ¡°Obligaciones como tener a alguien durante el d¨ªa no tienen sentido. ?Acaso despu¨¦s de las diez de la noche no se presentar¨ªan los mismos problemas?¡±, asegura.
Desde Ballenoil defienden que tener o no personal responda a una decisi¨®n comercial, no a una obligaci¨®n. En Espa?a, solo el 1% de las estaciones de servicio est¨¢n totalmente automatizadas, es decir, el pago se hace de manera directa en el surtidor mediante tarjeta de cr¨¦dito o billetes en efectivo, tecnolog¨ªas que hace una d¨¦cada no exist¨ªan. ¡°Este modelo existe desde hace a?os en Alemania, Francia y Holanda. Nuestras estaciones son mucho m¨¢s seguras que algunas que tienen seis o siete a?os de antig¨¹edad¡±, defiende Querejeta.
El grupo prev¨¦ ampliar la red de franquicias en Espa?a a m¨¢s de un centenar en dos a?os
La automatizaci¨®n, calculan desde Ballenoil, reduce los costes de explotaci¨®n e inversi¨®n, lo que redunda en bajar los precios entre un 5% y un 10% con respecto a los competidores m¨¢s cercanos, permitiendo as¨ª m¨¢s relevancia en el mercado. ¡°Hay zonas rurales que est¨¢n abocadas a sistemas dom¨®ticos de atenci¨®n; por mucho que bajes el precio, el volumen es el que hay, y ser¨¢ la ¨²nica manera de garantizar el servicio¡±, explica el directivo.
La compa?¨ªa factur¨® el a?o pasado 120 millones de euros con sus 80 gasolineras, si bien desde la empresa recuerdan que gran parte de esta cantidad corresponde a impuestos indirectos y el margen no es tan generoso. ¡°El 65% del precio que aparece en el monolito corresponde a los impuestos¡±, aclara. La mayor¨ªa de sus puntos de servicio est¨¢n en Madrid (con 28 centros), Barcelona y Tarragona (con 15 en cada provincia), aunque tambi¨¦n hay en poblaciones de Alicante, Toledo, Sevilla o M¨¢laga, entre otras.
La franja cant¨¢brica, Madrid y M¨¢laga son las zonas a las que Ballenoil quiere dirigirse en su expansi¨®n. ¡°Hemos elegido estas nuevas ubicaciones por razones geogr¨¢ficas y de competencia¡±, dice su m¨¢ximo responsable. La inversi¨®n necesaria para poner en marcha una estaci¨®n ronda los 600.000 euros, algo que depende de si se compra o alquila el suelo. Querejeta explica que una estaci¨®n tipo tiene una superficie de mil metros cuadrados, con un par de surtirdores dobles y un total de cuatro puntos para dispensar gasolina.
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