Este tipo te va a convencer de por qu¨¦ programar es el nuevo leer y escribir
Ali Partovi, cofundador de Code.org, lidera una revoluci¨®n mundial para que todos los colegios ense?en Ciencias de la Computaci¨®n
Cuando uno escucha hablar a Ali Partovi (Teher¨¢n, 1972) se convence de que, independientemente de la edad, todos deber¨ªamos aprender a programar. No para evitar ser expulsados del mercado laboral y reemplazados por un robot, sino para seguir conectados al mundo. Por pura supervivencia. ¡°Saber programar se va a convertir en el nuevo leer y escribir. A quien no conozca el c¨®digo le resultar¨¢ m¨¢s complicado entender el mundo", defiende Partovi, cofundador junto a su hermano gemelo de Code.org, una organizaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro nacida en Silicon Valley en 2012 que lucha para conseguir que los programas acad¨¦micos de todas las escuelas del mundo incluyan Ciencias de la Computaci¨®n.
El porqu¨¦ lo explica de forma clara Partovi. ¡°Imagina mandar a un estudiante a un colegio en el que no se ense?a la fotos¨ªntesis o el sistema digestivo. No lo llamar¨ªas educaci¨®n. Hoy est¨¢n rodeados de ordenadores. Usan con m¨¢s frecuencia su m¨®vil que su sistema digestivo, y merecen que les expliquen c¨®mo funcionan ambos¡±, aseguraba el pasado octubre en su ponencia en el South Summit en Madrid. ?l, que estudi¨® Ciencias de la Computaci¨®n en la Universidad de Harvard y a los 25 a?os vendi¨® su compa?¨ªa LinkExchange a Microsoft por 265 millones de d¨®lares, cree que para acceder a la educaci¨®n superior ya no basta con saber leer y escribir.
Es necesario saber programar. Pone como ejemplo la Universidad de Stanford: de los 65 grados que ofrece, al menos en la mitad se requieren conocimientos de programaci¨®n. Recientemente, han lanzado 14 nuevos grados que fusionan humanidades (historia, literatura¡) con Ciencias de la Computaci¨®n. La universidad asegura en su web que esta especialidad prepara a los estudiantes para trabajar en el Gobierno, en al ¨¢mbito acad¨¦mico, empresarial o en la abogac¨ªa. ¡°Hoy el 90% de sus alumnos toman clases de programaci¨®n. Hay que saber c¨®mo funcionan las m¨¢quinas que nos rodean por todas partes¡±, a?ade Partovi.
Cuando ¨¦l y su hermano ten¨ªan nueve a?os, su padre les regal¨® un ordenador que no conten¨ªa ning¨²n juego. Aprendieron a programarlo. A los 15 a?os se mudaron de Ir¨¢n a Estados Unidos y durante el instituto consiguieron varios empleos como programadores. Despu¨¦s de graduarse, se instalaron en San Francisco, donde fundaron varias tecnol¨®gicas y dieron soporte a algunos gigantes como Facebook, Dropbox o Airbnb. En 2012 lanzaron Code.org y desde entonces siete pa¨ªses han incluido Ciencias de la Computaci¨®n en su programa acad¨¦mico escolar: Australia, Argentina, Italia, Reino Unido, Corea del Sur, Arabia Saud¨ª y Estados Unidos, donde m¨¢s de 120 escuelas p¨²blicas tienen acuerdos de colaboraci¨®n con la organizaci¨®n. En cuatro a?os han formado a m¨¢s de 40.000 docentes.
Usan con m¨¢s frecuencia su m¨®vil que su sistema digestivo, y nadie les explica c¨®mo funciona
"La programaci¨®n permite asimilar conceptos matem¨¢ticos complejos a una edad m¨¢s temprana", apunta Partovi a EL PA?S. Pone como ejemplo las funciones, que en la asignatura de Ciencias de la Computaci¨®n se introducen a los nueve a?os y en la de matem¨¢ticas a los 12. "Muchos padres pensar¨¢n que sus hijos ya pasan demasiadas horas frente a una pantalla de ordenador, pero deben saber que a programar se aprende tambi¨¦n con papel y l¨¢piz", contin¨²a. El primer ordenador se invent¨® en 1943, pero 100 a?os antes Ada Lovelace escribi¨® el primer programa. "Solo us¨® su imaginaci¨®n, esa es clave de la programaci¨®n, que como la escritura, una vez que se conoce, permite crear ideas propias y compartirlas".?
En la web code.org se ofrecen cursos gratuitos de introducci¨®n a la programaci¨®n tanto para ni?os como para adultos y algunos de los v¨ªdeos son conducidos por Bill Gates o Mark Zuckerberg.
Otra de las opciones para aprender a programar es Arduino, un chip del tama?o de una tarjeta de cr¨¦dito que se conecta al ordenador y, tras instalar un software, ense?a paso a paso c¨®mo desarrollar c¨®digo. Cuesta 25 euros. El ¨¦xito del producto, que se lanz¨® al mercado en 2005 y el a?o pasado acumul¨® 25 millones de usuarios ¨²nicos en su web y m¨¢s de 11 millones de descargas de su software, es su f¨¢cil uso. "Cualquiera, desde un ni?o de siete a?os hasta un anciano de 90 pueden aprender a programar con Arduino sin ning¨²n conocimiento previo. Lo dise?amos para hacer el mundo de la computaci¨®n mainstream (para todos los p¨²blicos)", cuenta el creador del chip Massimo Banzi.?
?l tambi¨¦n piensa que en pocos a?os, quien no entienda c¨®mo funciona la tecnolog¨ªa tampoco comprender¨¢ el mundo. "M¨¢s all¨¢ de encontrar un empleo, tener ese conocimiento te servir¨¢ para no ser un consumidor pasivo, para saber hacer las preguntas y no perder libertad como ciudadano", se?ala Banzi. En la era del Internet of Things la mayor¨ªa de productos del mercado estar¨¢n conectados a Internet, asegura Banzi, y quienes no entiendan qu¨¦ problemas pueden surgir, se quedar¨¢n descolgados.
De los 65 grados que ofrece Stanford, al menos en la mitad se requieren conocimientos de programaci¨®n
Hace unos cuatro a?os en Estados Unidos surgieron las llamadas code academies (escuelas de programaci¨®n). La alta demanda de expertos en tecnolog¨ªa hizo brotar estas escuelas en San Francisco, Nueva York o Boston, con cursos intensivos de 12 o 14 semanas a precios astron¨®micos (miles de euros) que, en algunos casos, consegu¨ªan triplicar el sueldo de los graduados. "Programar es mucho m¨¢s sencillo que escribir en lenguaje natural; es m¨¢s dif¨ªcil escribir un art¨ªculo que un programa sencillo de ordenador", apunta Sebasti¨¢n Barajas, fundador de Ubiqum Code Academy, abierta en Barcelona en 2014. All¨ª se puede seguir un curso de 600 horas -16 semanas- que cuesta 7.000 euros y prepara para trabajar en el sector TIC.?
Laura Raya, responsable de Posgrado en Ingenier¨ªa de U-tad, cree que la ¨²nica forma de que la gente no se quede en paro es aprender a controlar a los robots. "Entender la l¨®gica de c¨®mo funcionan los aparatos y por qu¨¦, solo para sobrevivir y ser aut¨®nomo", explica. Los productos ya no se venden con manuales, se espera que cualquiera tenga una m¨ªnima intuici¨®n tecnol¨®gica. "Todo lo que hacemos responde a un algoritmo. Es hora de que todos entiendan c¨®mo y por qu¨¦".?
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