Mercados estoicos
El riesgo se ha desplazado de la anemia del crecimiento a la taquicardia de la inestabilidad pol¨ªtica
El rechazo a la reforma electoral en las urnas italianas era tal vez el resultado m¨¢s temido por los mercados pero tambi¨¦n el m¨¢s previsible de cuantos hemos visto este a?o. En los mercados europeos, algunos fundamentos macroecon¨®micos est¨¢n mejorando y la inflaci¨®n crece pero, al mismo tiempo, el riesgo pol¨ªtico pondera al alza. Es un riesgo, en parte, oculto. Para los que no valoran suficientemente el poder analg¨¦sico del programa de compra de deuda del BCE, cabe pensar que un resultado como el que el domingo se produjo en Italia hubiera desembocado en una crisis de deuda soberana.
Aun siendo un dique potente, el bono italiano sigue subiendo y abriendo brecha respecto a otras referencias (el espa?ol, por ejemplo). Todo ello a pesar de los esfuerzos ¨ªmprobos del banco central adquiriendo t¨ªtulos soberanos. Un vistazo a las ¨²ltimas estad¨ªsticas del sistema de pagos mayoristas Target y a la posici¨®n del BCE y de Italia es, si no revelador, bastante orientativo del sost¨¦n que la pol¨ªtica monetaria aporta al riesgo soberano italiano.
El petr¨®leo registra m¨¢ximos de 16 meses y alcanza un precio de equilibrio m¨¢s compatible con las expectativas de inflaci¨®n en la eurozona. Los acuerdos en la OPEP han propiciado un cierto apuntalamiento de una subida moderada, aunque es dif¨ªcil aventurar un encarecimiento m¨¢s significativo del crudo. Aunque el objetivo de inflaci¨®n del 2% del BCE est¨¢ lejos, los fundamentos de mercado podr¨ªan sugerir que es posible una cierta atenuaci¨®n de la expansi¨®n cuantitativa a medio plazo en el ¨¢rea monetaria ¨²nica. Pero el riesgo pol¨ªtico est¨¢ aumentado de forma considerable y cuestiona un cambio de rumbo ortodoxo para la pol¨ªtica monetaria.
No es que el mercado est¨¦ tranquilo ante la situaci¨®n en Italia, ni que se regocije en la victoria de Trump, ni que se haya olvidado del Brexit. Son tres fen¨®menos de indudable ponderaci¨®n pol¨ªtica para los que lo peor podr¨ªa estar a¨²n por ocurrir y 2017 podr¨ªa ser el a?o en que se recoja la cosecha de los sorpresivos referendos de 2016. Desde el BCE se ha se?alizado estrat¨¦gicamente que se est¨¢ preparado para actuar de forma contingente y, de momento, esto ha sido suficiente para evitar la tempestad. Pero lo que acarrea Italia de regalo es una crisis bancaria hasta ahora contenida por una mezcla de negaci¨®n y de inusual estabilidad pol¨ªtica. La primera no puede ser eterna y la segunda se ha volatilizado, en gran medida, con el adi¨®s de Renzi.
El riesgo se ha desplazado de la anemia del crecimiento a la taquicardia de la inestabilidad pol¨ªtica. Y cada uno de estos s¨ªntomas puede llamar de vuelta al otro. Hay otro mercado pero no hay nuevas respuestas. Las Bolsas mostraron este lunes un aparente estoicismo pero el nerviosismo era indisimulado en los mercados de divisas y en los de bonos. Pr¨®xima parada: mensajes del BCE este jueves.
Si a las elecciones en Francia y Alemania en 2017 se unen unos comicios anticipados en Italia, las curvas del mercado van a ser muy pronunciadas.
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