A contrapi¨¦
Nadie esperaba un arranque de a?o tan negativo de los mercados
A la espera de los datos definitivos del ¨²ltimo trimestre, los indicadores adelantados apuntan a una nueva aceleraci¨®n del crecimiento del PIB mundial que, aunque leve, es suficiente para que el ejercicio se salde con un avance del 3%. Es una tasa inferior a la esperada hace doce meses (3,3%-3,5%), pero superior a la que auguraban en febrero los economistas m¨¢s pesimistas. Tambi¨¦n los mercados financieros, si atendemos al intenso repunte de la aversi¨®n al riesgo de las primeras seis semanas del a?o que se tradujo en el peor arranque de la historia de los ¨ªndices burs¨¢tiles.
Adem¨¢s, la cotizaci¨®n del barril de petr¨®leo en la zona de los 25 d¨®lares aument¨® la probabilidad de insolvencia de alguna de las petroleras m¨¢s importantes del mundo, al tiempo que se generalizaba el temor sobre un potencial impago de ciertas entidades financieras europeas. Por si fuera poco, persist¨ªa la duda sobre la capacidad de las autoridades chinas de evitar una intensa desaceleraci¨®n de aquella econom¨ªa. Claros riesgos que, en caso de materializarse, se configurar¨ªan como ¡°sist¨¦micos¡±, a lo que el mercado reaccion¨® con ca¨ªdas de las cotizaciones de la renta variable y de los activos de renta fija con peor calidad crediticia, volvi¨¦ndose a producir as¨ª la simetr¨ªa especular entre cotizaciones e indicadores de volatilidad. Muchos de estos llegaron a doblarse lo que deriv¨® en un aumento de los par¨¢metros de riesgo de las carteras (como el Value at Risk ?VaR) que oblig¨® a los gestores a reducirlos de forma mec¨¢nica y disciplinada.
Los m¨ªnimos hist¨®ricos de rentabilidad en los bonos soberanos de alta calidad crediticia hab¨ªan llevado a muchos de ellos a aumentar, semanas atr¨¢s, su exposici¨®n a diversos v¨¦rtices de riesgo. Es decir, el aumento de la volatilidad se produjo en un momento de mayor exposici¨®n al riesgo por parte de los gestores. Combinaci¨®n explosiva que oblig¨® a una dr¨¢stica reducci¨®n de la misma, intensificando los movimientos a la baja de las cotizaciones. Tal vez por esa minoraci¨®n del riesgo de las carteras (y por un unos indicadores econ¨®micos mejores de lo esperado) es por lo que el mercado ha podido absorber muy bien los obst¨¢culos que han ido surgiendo desde junio: Brexit, elecciones en EEUU y el "no" en Italia.
Seamos sinceros: nadie esperaba un arranque de a?o tan negativo de los mercados y nadie habr¨ªa anticipado la intensa recuperaci¨®n de las cotizaciones si a mediados de junio hubiera sabido el resultado de las tres citas electorales. 2016 va a poder calificarse como muy complejo (posiblemente la reacci¨®n del mercado ha sido la contraria a la esperada) y haber gestionado mal el riesgo (?haci¨¦ndolo en l¨ªnea con los fundamentales!) ha generado importantes p¨¦rdidas.
Como colof¨®n, el repunte de las curvas de tipos de inter¨¦s: r¨¢pido, intenso y sin ¡°previo aviso¡±. Si en 2017 se cumple la previsi¨®n de crecimiento, el movimiento proc¨ªclico en los mercados deber¨ªa continuar, con un mejor comportamiento de la renta variable y un aumento de pendiente de las curvas.
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