Argentina se encomienda al capital extranjero
El Gobierno de Macri encara su segundo a?o con la presi¨®n de reactivar la econom¨ªa
Tras un primer a?o del presidente Mauricio Macri en el Gobierno argentino, su mayor haza?a tal vez sea la de mantener un alto ¨ªndice de aprobaci¨®n popular (55%) a pesar de que la econom¨ªa sigue en recesi¨®n y los precios est¨¢n mucho m¨¢s altos de lo saludable. La aparente contradicci¨®n de las encuestas no deja de ser llamativa, ya que todo argentino sabe que la inflaci¨®n ha sido la bestia negra de los Gobiernos del pa¨ªs pr¨¢cticamente desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. Todos los presidentes, elegidos o de facto, han sufrido directa o indirectamente por la escalada descontrolada de los precios. Incluso Carlos Menem, que logr¨® frenar la inflaci¨®n en los noventa, acab¨® asfixiando la econom¨ªa dentro del sistema de tipo de cambio fijo que hab¨ªa creado para combatirla.
Macri a¨²n tiene mucho que hacer para no correr la misma suerte que sus predecesores, a pesar de que a¨²n cuenta con altas expectativas y la extendida creencia de que la mayor¨ªa de los males del presidente son herencia de 12 a?os de kirchnerismo. La previsi¨®n de que Argentina acabe el a?o con una inflaci¨®n anual de en torno al 40% est¨¢ lejos del 25% que hab¨ªa prometido el Gobierno. Tampoco es buena la situaci¨®n de los tipos de inter¨¦s ¡ªen torno al 27%¡ª, que dificultan el acceso al cr¨¦dito a las peque?as y medianas empresas, que son el grueso del tejido industrial y de servicios. A?adido a esto, el Ejecutivo rebaj¨® los subsidios a la energ¨ªa y el transporte, lo que provoc¨® un fuerte incremento de tarifas que pusieron en jaque la paz social, por lo que Macri se vio forzado a levantar un poco el pie del acelerador de la ortodoxia fiscal.
Pese a este panorama, tanto desde dentro de Argentina como desde fuera predominan los an¨¢lisis que ven el vaso m¨¢s medio lleno que vac¨ªo. ¡°Macri nos sorprendi¨® con un par de jugadas exitosas al principio del mandato, como la eliminaci¨®n del cepo cambiario y el acuerdo con los deudores del pa¨ªs que permiti¨® a Argentina regresar a los mecanismos financieros internacionales¡±, explica Carlos Caicedo, analista principal de riesgos de IHS Markit en Londres. Caicedo y otros analistas consultados en la capital brit¨¢nica, Madrid y Nueva York son positivos respecto a la evoluci¨®n de la econom¨ªa para 2017. Pero tambi¨¦n comparten la inquietud de si las inversiones que el Gobierno espera para reactivar la econom¨ªa llegar¨¢n a tiempo para insuflar aire a Macri con vistas a las elecciones legislativas de octubre pr¨®ximo. El presidente gobierna en minor¨ªa parlamentaria y en los pr¨®ximos comicios se renuevan 127 de los 257 esca?os del Congreso y 24 en el Senado, de los que 18 pertenecen al bloque kirchnerista.
Dante Sica, socio fundador y director de la consultora argentina Abeceb, cree que ya hay signos para que lo que ¨¦l denomina el ¡°¨ªndice de felicidad del votante [crecimiento, tipo de cambio estable e inflaci¨®n a la baja]¡± se encamine a reforzar la posici¨®n del Gobierno durante el primer semestre del a?o pr¨®ximo, lo que contribuir¨ªa a mantener al menos la estabilidad del Ejecutivo. Las mismas se?ales positivas ve el tambi¨¦n consultor y ex economista jefe del Banco Galicia (el tercero mayor de Argentina), Nicol¨¢s Dujovne, pero no sin subrayar el alto precio en t¨¦rminos de d¨¦ficit fiscal que el Gobierno est¨¢ pagando para navegar en un mar tan adverso. Tanto este consultor como Sica creen que 2016 ha sido un a?o de transici¨®n en el que el Ejecutivo ha tenido que endeudarse a un ritmo del doble de los ingresos para mantener el gasto p¨²blico. Si las previsiones de las subidas de inter¨¦s en EE UU se confirman m¨¢s pronto que tarde y las inversiones productivas no se materializan, ambos expertos vaticinan que Macri tendr¨¢ que buscar otras v¨ªas de financiaci¨®n, como un cr¨¦dito del Fondo Monetario Internacional (FMI), para sostener el gasto.
Amnist¨ªa fiscal
Aparte de las emisiones de deuda, el Gobierno puso en marcha a mediados de a?o un proceso de amnist¨ªa fiscal cuyo plazo y alcance ha ido ampliando para intentar que aflore la mayor cantidad posible de capital. Al cierre de la primera etapa, a finales de noviembre, unos 160.000 contribuyentes argentinos blanquearon cerca de 7.000 millones de d¨®lares, seg¨²n fuentes oficiales. La amnist¨ªa tiene varias etapas, pero el plazo final para adherirse al plan es el 31 de marzo del a?o pr¨®ximo. Para entonces, los analistas prev¨¦n que el programa cierre con el blanqueo de entre 40.000 y 60.000 millones, una cifra nada desde?able ya que, por ejemplo, ser¨ªa superior a las reservas del Banco Central argentino de esta ¨²ltima semana, que se situaban en unos 36.800 millones. Hay muchas opiniones que apuntan a que en un entorno mundial cada vez m¨¢s hostil hacia los para¨ªsos fiscales, los planes de repatriaci¨®n de capitales tienen una mayor probabilidad de ¨¦xito.
Aunque para muchos economistas locales es deseable un poco m¨¢s de ortodoxia fiscal, los que opinan desde Europa, influidos por la experiencia griega, creen que Macri hace bien en tirar por la calle del medio. Si hubiese hecho un profundo ajuste para corregir los excesos de la ¨²ltima etapa de Cristina Kirchner en el poder, el estallido social ya lo habr¨ªa expulsado del poder. ¡°Quienes se quejan del endeudamiento que asumi¨® el Gobierno tienen que ser transparentes y explicar que la alternativa que proponen es m¨¢s ajuste, sea con m¨¢s impuestos o menos gastos. Creo que utilizar la capacidad de endeudamiento que hay, realizando una correcci¨®n gradual de los dese?quilibrios fiscales, es el camino adecuado ya que Argentina parti¨® de un nivel de deuda p¨²blica muy bajo. Este es uno de los pocos m¨¢rgenes de maniobra que tiene Macri para enfrentar los desequilibrios econ¨®micos que hered¨®¡±, enfatiza Guido Sandleris, economista de la Universidad Torcuato di Tella y exprofesor de la London School of Economics (LSE).
En el mundo de la empresa hay nombres como el de Gustavo Grobocopatel, conocido como el rey de la soja, que tambi¨¦n sostienen que el rumbo econ¨®mico es el adecuado y que, aunque queda mucho por hacer en la econom¨ªa, se ha ¡°mejorado la calidad de la democracia, la integraci¨®n con el mundo, y se ha recuperado la actividad parlamentaria¡±. El sector en el que desarrolla su actividad Grobocopatel, el agropecuario, es visto junto al de la miner¨ªa como uno de los m¨¢s beneficiados por Macri. Una de las primeras medidas del Ejecutivo fue eliminar las retenciones a las exportaciones de trigo, carne, ma¨ªz, girasol y productos de econom¨ªas provinciales, y rebajar los de la soja. La decisi¨®n, sumada la quita de los cupos a la venta exterior, dispar¨® la producci¨®n del campo. ¡°No nos han tratado mejor que al resto, sino que nos han igualado a otras actividades econ¨®micas¡±, se defiende Luis Etchevehere, presidente de la Sociedad Rural Argentina. ¡°Y una vez hecho esto, el campo ha respondido: el sector agroindustrial ser¨¢ un importante generador de divisas y empleo que impulsar¨¢ el crecimiento del pa¨ªs el pr¨®ximo a?o. Estimamos que la cosecha 2016/2017 generar¨¢ un valor exportable de 30.640 millones de d¨®lares, 2.340 millones m¨¢s que la campa?a anterior¡±, explica.
Orden financiero
Representantes del sector financiero, como Jorge Brito, propietario del Banco Macro, la mayor entidad de capital netamente argentino y sexta por dep¨®sitos, creen que la resoluci¨®n del conflicto con los tenedores de deuda, los llamados fondos buitre, ha sido clave para la banca. ¡°Volver al mundo nos permiti¨® a los banqueros tener referencias para operar en el mercado local. La emisi¨®n de un bono soberano nos permite calcular nuestros tipos de inter¨¦s, y eso es muy importante para reactivar la banca¡±, dice Brito. ¡°Ahora bien, que esos tipos son muy altos a¨²n, s¨ª, pero bajar¨¢n. Si miramos cu¨¢l es el porcentaje de pr¨¦stamos respecto al PIB es muy bajo, en torno al 15%. Pensar que los bancos tenemos que llegar al 40% no es una locura, es el gran desaf¨ªo. Y no solo para los bancos, sino tambi¨¦n para que las empresas puedan tomar cr¨¦ditos para producir m¨¢s, para exportar m¨¢s y crear m¨¢s trabajo, que es lo que Argentina necesita. No sirve solo un pa¨ªs agroexportador, es un modelo caduco, necesitamos a?adir valor a lo que producimos¡±, concluye.
La industria, por contra, tiene bastantes m¨¢s cosas que objetar al Gobierno. ¡°La actividad acumula una ca¨ªda interanual del 5%, y el descenso ya cumple cuatro a?os, en buena parte por la delicada situaci¨®n en la que est¨¢ Brasil, el principal socio econ¨®mico argentino; pero tambi¨¦n por factores internos. Necesitamos pol¨ªticas que bajen la presi¨®n tributaria, de acceso a cr¨¦ditos a tasas razonables, y de gesti¨®n del comercio internacional. Adem¨¢s de discutir sobre problemas coyunturales, hay que empezar a pensar qu¨¦ modelo de desarrollo queremos¡±, se?ala Jos¨¦ Urtubey, dirigente de la Uni¨®n Industrial Argentina (UIA), due?o de la firma Celulosa Argentina (1.900 empleados) y hermano del gobernador de Salta, Jos¨¦ Manuel Urtubey, un peronista que se distanci¨® de la facci¨®n kirch?nerista incluso antes de la derrota electoral de hace poco m¨¢s de un a?o, y que hoy es una figura con ascendente dentro del partido a escala nacional. Puede decirse que el ala del partido a la que pertenece Urtubey no tiene inter¨¦s en impedir a toda costa que Macri sea el primer presidente no peronista en terminar el mandato desde la vuelta de la democracia en 1983.
Convivencia pol¨ªtica
Figuras como la del gobernador salte?o son a las que apela el Gobierno para intentar no tener tantos palos en las ruedas a la hora de sacar adelante reformas que cree necesarias para la reactivaci¨®n. Macri necesita el apoyo de los peronistas, sean estos de una facci¨®n moderada del Partido Justicialista o de una escisi¨®n como es el Frente Renovador de Sergio Massa. Ejemplo de esta forzada convivencia es en estos d¨ªas el ¨¢rido debate sobre la reforma del impuesto de la renta y hace un mes fue la rocambolesca aprobaci¨®n de la Ley de Participaci¨®n P¨²blico Privada (PPP), con la que se pretende atraer inversiones extranjeras para el desarrollo de proyectos de infraestructura, tecnolog¨ªa, energ¨ªa y vivienda, entre otros.
La ley originalmente preve¨ªa que los desarrollos deb¨ªan contener un m¨ªnimo del 25% de productos nacionales para ser aprobados. Tras idas y vueltas en el Congreso por parte de los grupos divididos dentro del espectro peronista, la norma se aprob¨® con un m¨ªnimo del 33%. El proceso de esta ley fue muy seguido por las empresas espa?olas con inter¨¦s en participar en proyectos de infraestructura como los del plan Belgrano (obras en rutas, trenes y aeropuertos para el norte de Argentina), ya que es una regulaci¨®n clave para un mercado que les tienta y les inquieta por igual. Algunos empresarios espa?oles consultados sobre la ley, sobre todo del sector de las infraestructuras, creen que es positiva, pero recalcan que el mejor atractivo para las inversiones es ver al Gobierno luchar con mayor vehemencia contra la corrupci¨®n y el nepotismo en la Administraci¨®n; y a los empresarios argentinos apostar fuerte por su propio pa¨ªs. Y eso es algo que, de momento, no perciben claramente.
¡°Creo tambi¨¦n que una de las cosas que m¨¢s pueden preocupar a un inversor extranjero es que no hay una ¨²nica cabeza econ¨®mica¡±, explica Mart¨ªn Rapetti, investigador del Centro de Estudios de Estado y Sociedad (CEDES) de Buenos Aires. El economista se refer¨ªa a las supuestas tensiones entre el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, y el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, las dos piezas clave del equipo econ¨®mico de Macri. Rapetti, que es de los que ven el vaso medio vac¨ªo, comparte con otro economista, Federico Poli, una gran preocupaci¨®n por el tipo de cambio del peso con el d¨®lar. Ambos creen que la moneda argentina sigue sobrevalorada. Hay quienes calculan que el d¨®lar deber¨ªa valer entre 20 y 26 pesos frente a los 16 actuales. ¡°Actualizar la pol¨ªtica monetaria es un paso clave para corregir otros problemas como la inflaci¨®n y las altas tasas de inter¨¦s¡±, afirma Poli.
M¨¢s mano izquierda
El exministro de Econom¨ªa en la etapa de N¨¦stor Kirchner y actual asesor del Frente Renovador, Roberto Lavagna, ha endurecido recientemente las cr¨ªticas contra las pol¨ªticas econ¨®micas del Gobierno, sobre todo en lo referente al tipo de cambio y el precio del dinero. ¡°El Gobierno no comprende la relaci¨®n entre el consumo y la inversi¨®n. Cree que por hacer discursos favorables a una econom¨ªa de mercado generar¨¢ inversiones. Pero las inversiones se hacen para ganar plata, y si no hay un mercado interno activo y al mismo tiempo no hay exportaciones porque hay un atraso en el tipo de cambio, entonces la pregunta de cualquier empresario es ?para qu¨¦ voy a invertir? Hay que poner dinero en el bolsillo de la gente¡±, dice Lavagna, que defiende una rebaja de la presi¨®n fiscal sobre los asalariados y las rentas medias y reprocha al Gobierno falta de mano izquierda para negociar con los actores sociales.
¡°La p¨¦rdida del poder adquisitivo de los salarios junto a las suspensiones y los despidos han sido la t¨®nica a lo largo de casi todo el a?o. A pesar de esto, el Gobierno no ha tenido grandes trabas para gobernar y la dirigencia sindical ha actuado con prudencia aun pagando un alto coste pol¨ªtico¡±, dice Juan Carlos Schmid, secretario general de la central sindical CGT y jefe de la confederaci¨®n que agrupa a los sindicatos del transporte, los m¨¢s fuertes de Argentina. ¡°Tenemos muchas razones para ir a un paro general y, sin embargo, hemos priorizado que no se agrave la inestabilidad. Pasado un a?o, el Gobierno tiene que anotar en la columna del debe c¨®mo resuelve los grandes problemas del mercado laboral que le venimos planteando¡±, avisa Schmid.
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