Uruguay marca distancias con Mercosur

El Gobierno de Uruguay tiene la intenci¨®n de avanzar en la firma de un tratado de libre comercio con la segunda econom¨ªa m¨¢s potente del mundo, China, tras sellar este mismo a?o un acuerdo similar con Chile. Su actual estrategia de diversificaci¨®n de acuerdos al margen del Mercosur, algo impensable hace una d¨¦cada, cuando la asociaci¨®n con Brasil, Argentina y Paraguay era la prioridad pol¨ªtica y econ¨®mica del pa¨ªs rioplatense. Pero en menos de 10 a?os, el Mercado Com¨²n del Sur se ha deteriorado, hasta el punto de que el consenso en Uruguay es total -de izquierda a derecha-: es necesario apartarse de una ¡°jaula cerrada al mundo¡±, como ya lo califican en ambientes pol¨ªticos y financieros.

Las razones que lleva a valorar las bondades del Uruexit son, ante todo, econ¨®micas: en la ¨²ltima d¨¦cada, el intercambio entre socios de Mercosur ha disminuido, las negociaciones con la Uni¨®n Europea, Estados Unidos o China han fracasado y el crecimiento de la regi¨®n es menor que en el resto de Am¨¦rica Latina.

En su camino, los uruguayos se han topado con el veto del l¨ªder indiscutible en Am¨¦rica del Sur, Brasil, que esta semana cerr¨® la puerta a que Mercosur autorice la negociaci¨®n de su vecino con China. La normativa del bloque comercial impide negociar tratados bilaterales sin que sus miembros hayan alcanzado un consenso previo. La segunda econom¨ªa del club comercial, Argentina, se muestra algo m¨¢s flexible, aunque defiende un acuerdo con la potencia asi¨¢tica dentro de Mercosur. Por ¨²ltimo, Paraguay apoya las pretensiones uruguayas con el argumento de defender los intereses de los pa¨ªses peque?os del organismo.

El presidente charr¨²a, Tabar¨¦ V¨¢zquez, ha respondido que seguir¨¢ adelante con sus planes: los uruguayos est¨¢n convencidos de que el siglo XXI pasar¨¢ por China y consideran que Mercosur nunca firmar¨¢ un pacto con el gigante asi¨¢tico, especialmente si se tiene en cuenta que Paraguay ni siquiera mantiene relaciones diplom¨¢ticas con el gigante asi¨¢tico. De ah¨ª los temores expresados por el ministro de Econom¨ªa uruguayo, Danilo Astori, que esta semana ha hecho p¨²blico su miedo a que Pek¨ªn decida suspender el tratado de libre comercio sin el aval de Brasilia.

Pero lo cierto es que, mientras tanto, Pek¨ªn progresa en la transformaci¨®n de Uruguay en una de sus plataformas de operaciones para Latinoam¨¦rica. En diciembre, tres delegaciones chinas de alto nivel visitaron Montevideo y firmaron una bater¨ªa de acuerdos sectoriales: para la importaci¨®n de soja para consumo humano y ar¨¢ndanos, y de intercambios culturales. El pa¨ªs asi¨¢tico ya es el primer destino de las exportaciones de Uruguay (especialmente soja para alimentaci¨®n animal y carne), mientras que la parte del pastel que representan los intercambios con los vecinos de Mercosur disminuye. Brasil sigue siendo el segundo socio comercial de Uruguay, pero su severa recesi¨®n, las devaluaciones competitivas y el proteccionismo econ¨®mico dibujan un escenario de estancamiento.

La situaci¨®n con Argentina, otro pa¨ªs que no pasa por su mejor momento en lo econ¨®mico, es todav¨ªa m¨¢s delicada. La llegada al poder de Mauricio Macri hizo pensar en una mejor¨ªa de las tensas relaciones entre Montevideo y Buenos Aires durante los Gobiernos de N¨¦stor y Cristina Kirchner. Entre 2011 y 2015, las ventas de empresas uruguayas a Argentina pasaron de 600 millones de d¨®lares anuales a 450 millones. Pero en este 2016, esas cifras hist¨®ricamente bajas se redujeron a¨²n m¨¢s: cayeron un 10%, hasta los 341 millones de d¨®lares. En comparaci¨®n, en 2015 Uruguay vendi¨® productos a China por valor de 2.100 millones de d¨®lares. Nada m¨¢s llegar a la presidencia argentina, Macri levant¨® una serie de decisiones que bloqueaban las relaciones bilaterales, como la prohibici¨®n de recalar en puertos uruguayos a los barcos argentinos. Pero las medidas proteccionistas que impiden la entrada de productos uruguayos se han mantenido, seg¨²n los datos de las c¨¢maras empresariales.

Con un mercado min¨²sculo, de 3,3 millones de habitantes, Uruguay siente la necesidad de abrirse al mundo despu¨¦s de comprobar que no gozar¨¢ de la protecci¨®n de sus inmensos vecinos. Por ahora, el Gobierno de Montevideo pide medidas para flexibilizar los estatutos de Mercosur. En la pr¨¢ctica, el Uruexit est¨¢ en marcha.