El d¨®lar barato llena Punta del Este de argentinos
El ¨¦xodo hacia Uruguay golpea a Pinamar, el balneario m¨¢s caro de Buenos Aires
Los altos precios en su pa¨ªs y el d¨®lar barato llevan a los argentinos que se lo pueden permitir a veranear en el extranjero. Lo hacen en destinos caros, como Punta del Este, el balneario uruguayo que desde hace d¨¦cadas es la meca del turismo de los argentinos m¨¢s ricos . All¨ª tienen casas y apartamentos de lujo empresarios, actores famosos y pol¨ªticos. Pero ¡°Punta¡±, como se la llama vulgarmente, vivi¨® temporadas de regulares a malas durante los ¨²ltimos a?os del kirchnerismo, cuando el cepo cambiario complic¨® contar con los d¨®lares necesarios para el viaje. Con la llegada del presidente Mauricio Macri ya no existen esas restricciones y el d¨®lar est¨¢ cada vez m¨¢s barato: la inflaci¨®n ha subido 40% en 2016 y la divisa apenas se movi¨®. As¨ª se han llenado de argentinos las playas del sur de Brasil y las de Chile. Punta del Este, en tanto, vive su mejor verano desde 1997. La contracara est¨¢ en Buenos Aires. La ocupaci¨®n hotelera en Pinamar, que cada a?o atrae al mismo perfil de turistas que Punta del Este, est¨¢ al 50%. El atraso cambiario la volvi¨® cara para el turismo local y aquellos que tienen dinero han preferido cruzar la frontera.
Este verano, los argentinos se cansan de repetir que Punta del Este est¨¢ m¨¢s barato que una playa equivalente en Buenos Aires, como Pinamar o su vecino Caril¨®, un balneario de casas residenciales ocultas entre el bosque. Pero no es del todo cierto. Un relevamiento del diario La Naci¨®n encontr¨® precios entre un 10% y un 50% m¨¢s altos en gastronom¨ªa, el segundo mayor gasto despu¨¦s del alquiler. Hospedarse en Punta del Este tambi¨¦n es m¨¢s costoso, pero all¨ª las diferencias son menores. Un piso de dos habitaciones en Pinamar ronda los 130 d¨®lares por d¨ªa, de promedio. En Punta del Este los precios arrancan en los 150 d¨®lares pero pueden trepar hasta los 2.000 d¨®lares diarios en las torres de lujo que dan al mar. ?Por qu¨¦ entonces hay tantos argentinos?
La propietaria de un piso a pocas calles de La Mansa intenta una explicaci¨®n. Hasta el a?o pasado, comer en Punta del Este hasta triplicaba los valores de la costa argentina. ¡°Nosotros viaj¨¢bamos con el auto cargado de comida, para no tener que ir al supermercado. Hoy sale casi lo mismo y est¨¢s dispuesto a pagar esa peque?a diferencia en d¨®lares¡±. A esos precios m¨¢s acomodados deben sumarse las promociones oficiales. A los turistas que usan sus tarjetas de cr¨¦dito o d¨¦bito se les reintegra el 22% de IVA y el 10,5% del valor del alquiler. Si viajan en auto pagan el combustible un 24% m¨¢s barato.
El monitoreo de ingresos de turistas que hace el municipio estima que este a?o pasar¨¢n por Punta del Este un 30% m¨¢s de argentinos que en 2016. Sumados a los brasile?os y paraguayos, ser¨¢n en total unos 365.000 visitantes, 55.000 m¨¢s que en 1997, cuando se alcanz¨® un r¨¦cord hasta ahora no superado. En aquella ¨¦poca, reg¨ªa la convertibilidad de un peso por d¨®lar y no hab¨ªa inflaci¨®n. El salario de los argentinos rend¨ªa como el oro. Ahora no hay paridad, pero la inflaci¨®n hizo estragos. El d¨®lar se mantiene en una franja de entre 14 y 16 pesos desde enero, mientras que el costo de vida ha subido 40%. Los argentinos viven en el pa¨ªs m¨¢s caro de Am¨¦rica Latina y Punta del Este, pese a contar con precios internacionales, se ha vuelto m¨¢s accesible.
La efervescencia tur¨ªstica que se vive en Punta del Este se padece en la costa contraria. Los balnearios argentinos han sentido el golpe de la competencia externa, sobre todo en Pinamar, un destino de alto poder adquisitivo, el mismo que prefiere viajar a la playa m¨¢s exclusiva de Uruguay cuando los n¨²meros se acomodan a su favor. Pinamar en una villa rodeada de bosques, con casas junto al golf y edificios de lujo frente al mar. El municipio incluye tambi¨¦n a Caril¨®. Ambos son los destinos preferidos de la far¨¢ndula argentina y tambi¨¦n de altos funcionarios y legisladores, lugares donde se definen muchas de las pol¨ªticas que marcar¨¢n el camino del a?o que se inicia.
Pero este verano la temporada ¡°es mucho peor que la del a?o pasado¡±, dice el secretario de la Asociaci¨®n Empresaria, Hotelera y Gastron¨®mica de Pinamar (AEHG), Alberto Salvemini. ¡°Tenemos una ocupaci¨®n de 50% entre semana y de 60% los fines de semana. C¨®mo competimos con el exterior no aumentamos los precios y los hoteles tienen la misma tarifa que en 2016. Un hotel 4 estrellas para dos personas cuesta, para dos personas, unos 100 d¨®lares diarios. No es caro, pero as¨ª y todo estamos complicados¡±, explica.
Los alquileres, en tanto, han aumentado un 25% con respecto a enero pasado, muy por debajo de la inflaci¨®n, pero eso tampoco ha alcanzado. Los turistas han esperado a ¨²ltimo momento para alquilar, una estrategia que les ha permitido regatear los precios hasta un 10%. Las tiendas tambi¨¦n han salido a la caza turistas con planes de descuento y los restaurantes ofrecen men¨²s por poco m¨¢s de 12 d¨®lares.
En Pinamar esperan que la temporada mejore con el correr del mes de enero, pero lamentan que los argentinos de ¡°turismo premium¡± hayan decidido irse a otros sitios. ¡°El problema es que cuando un argentino ve que una zapatilla le sale m¨¢s barata en Chile que ac¨¢ a la vuelta prefiere irse a Chile¡±, dice Salvemini, ¡°sin tomar en cuenta el costo extra del viaje¡±. Los n¨²meros le dan la raz¨®n: entre el 26 y el 30 de diciembre, 45.000 argentinos cruzaron la cordillera por el paso Cristo Redentor (Mendoza), donde las filas de autos llegaron a medir 12 kil¨®metros, y otros 6.000 pasan cada d¨ªa por la aduana a la altura de Bariloche.
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