Un sistema eficiente aunque con errores
Como resultado de la sentencia del Tribunal de Justicia de la UE de 21 de diciembre de 2016, algunas organizaciones pol¨ªticas, con el Gobierno a la cabeza, han puesto en funcionamiento un decreto ley por el que se regula un procedimiento extrajudicial con el que dar soluci¨®n a las reclamaciones que se van a producir en relaci¨®n con las llamadas cl¨¢usulas suelo.
Sea bienvenido cualquier procedimiento que d¨¦ agilidad y transparencia. El problema est¨¢ en que la controversia medi¨¢tica, jur¨ªdica y social sobre la resoluci¨®n de las cl¨¢usulas suelo ha vuelto a verter en el maltrecho mercado hipotecario espa?ol otra cucharada de incertidumbre e ilegitimidad sobre su funcionamiento. Esta situaci¨®n, que viene siendo paralela a la ya largu¨ªsima crisis que estamos viviendo, en nada contribuye al desarrollo futuro de un mercado como el hipotecario, que no tiene alternativa en la financiaci¨®n del acceso a la vivienda para los ciudadanos.
Se hace absolutamente necesario que, m¨¢s all¨¢ de una u otra sentencia relativa a una cuesti¨®n u otra relacionada con un contrato u otro de una entidad u otra, pongamos en valor un sistema global de financiaci¨®n a la vivienda que, por extempor¨¢neo que parezca, es uno de los mejores y m¨¢s eficientes del mundo.
A lo largo de estos a?os, se ha producido una p¨¦rdida de imagen de nuestro mercado que no ser¨¢ f¨¢cil de recuperar. Pero, a pesar de ello, tendremos que convenir que la valoraci¨®n colectiva sobre el funcionamiento del mercado hipotecario, al que se le ha imputado todo tipo de calificativos y que ha servido para justificar los aspectos m¨¢s negativos de la crisis, no ha sido del todo justa. Tenemos la obligaci¨®n de poner en valor un mercado que, entre otras cuestiones, ha conseguido que seamos uno de los pa¨ªses del mundo con m¨¢s personas que habitan su propia vivienda, con lo que ello significa en t¨¦rminos de solvencia y de estabilidad social.
Y esto no ha sido por casualidad. A lo largo de los m¨¢s de 30 a?os de funcionamiento del mercado hipotecario, muchos han sido los esfuerzos de Gobiernos, entidades, notarios, registradores, sociedades de tasaci¨®n y ciudadanos, sin olvidarnos de los inversores que, confiando en nuestro mercado, han apostado por su bondad y por que su desarrollo se produjera en las mejores condiciones legales y econ¨®micas.
Sin duda, hemos cometido errores. Algunos probablemente est¨¦n ligados al esfuerzo competitivo de estos ¨²ltimos a?os, que nos ha dejado una gran cantidad de productos y entidades dispuestos a hacer del mercado hipotecario uno de los mercados financieros m¨¢s potentes de nuestro sistema bancario. Estoy convencido de que los millones de ciudadanos que han conseguido su vivienda a trav¨¦s del pr¨¦stamo hipotecario esperan una evaluaci¨®n m¨¢s ponderada de los resultados. Sin embargo, no bajemos la guardia. El pr¨¦stamo que m¨¢s condiciona el futuro social y econ¨®mico de nuestras familias merece que se desarrolle en las mejores condiciones posibles y si, efectivamente, algo no est¨¢ bien, que act¨²en los Tribunales. Pero al C¨¦sar lo que es del C¨¦sar¡
Santos Gonz¨¢lez es presidente de la Asociaci¨®n Hipotecaria Espa?ola.
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