El holand¨¦s Dijsselbloem se aferra a la presidencia del Eurogrupo

El Eurogrupo, la instituci¨®n m¨¢s oscura de la Uni¨®n Europea, empieza a velar armas en la carrera por la presidencia. El holand¨¦s Jeroen Dijsselbloem se aferra desesperadamente al cargo: las elecciones holandesas se celebran en marzo y su partido ¡ªsocialdem¨®crata¡ª apenas conseguir¨¢ el 10% de los votos, al menos seg¨²n las encuestas, por lo que podr¨ªa cerrarse su etapa como ministro. Una alta fuente europea explic¨® ayer que las reglas no escritas del Eurogrupo exigen que su presidente sea ministro, lo que pone en serias dificultades la continuidad de Dijsselbloem. El holand¨¦s, sin embargo, sali¨® a rebatir esa interpretaci¨®n al asegurar que piensa seguir hasta que expire su mandato, a finales de 2017.

Eso deja dos posibilidades: que siga siendo ministro ¡ªtiene una m¨ªnima posibilidad si su partido entra en la futura coalici¨®n de Gobierno, aunque tambi¨¦n podr¨ªa seguir unos meses si los partidos holandeses tardan en llegar a un acuerdo¡ª o que el Eurogrupo acabe con la regla que el propio Dijsselbloem invoc¨® cuando se jug¨® el puesto con el ministro espa?ol Luis de Guindos, que promet¨ªa no repetir en el Gobierno de Rajoy y aun as¨ª present¨® su candidatura.

Los populares europeos acaparan cargos en la c¨²pula de la UE, a pesar de que en las elecciones europeas de 2014 vencieron por escaso margen a los socialdem¨®cratas. Un conservador luxemburgu¨¦s, Jean-Claude Juncker, preside la Comisi¨®n Europea. Un conservador polaco, Donald Tusk, sigue en la jefatura del Consejo Europeo. Un conservador italiano ¡ªberlusconiano, para m¨¢s se?as: Antonio Tajani¡ª acaba de hacerse con la presidencia del Parlamento Europeo.

Eso deja pocas opciones al conservador espa?ol Luis de Guindos: su equipo aseguraba hoy que el ministro "ni se plantea" volver a optar por la presidencia del Eurogrupo, y ¨¦l mismo ha explicado ante la prensa que "hay elecciones en Holanda y no tiene ning¨²n sentido especular" acerca del futuro de esa preciada silla. Guindos lo intent¨® en 2015 con el apoyo de Alemania y parte de la prensa espa?ola le dio varias veces como ganador, pero sali¨® trasquilado. Espa?a apunta en Bruselas a la menor ocasi¨®n que est¨¢ infrarrepresentada en las instituciones, pero no parece haber muchas vacantes a la espera de candidatos espa?oles."Hace cinco a?os estaba era una amenaza para la eurozona, pero ahora es el pa¨ªs que m¨¢s crece y aporta estabilidad", ha subrayado el ministro a su entrada a la reuni¨®n de ministros de Finanzas.

La prensa alemana daba por hecho hace dos semanas que Dijsselbloem tiene los d¨ªas contados y que Guindos es el favorito junto con el eslovaco Peter Kazimir, otro supuesto socialdem¨®crata ¡ªpero siempre entre los ortodoxos en materia fiscal, como Dijsselbloem¡ª que hoy parec¨ªa descartarse de antemano: "Dijsselbloem a¨²n est¨¢ vivo, es un presidente excelente y deber¨ªa continuar: en un a?o con tanta elecciones a Europa le conviene la continuidad y la estabilidad".

El resto de ministros, sin embargo, ha recordado que la regla no escrita es que para presidir el Eurogrupo haya que ser ministro. Un portavoz de Dijsselbloem asegur¨® ayer a la cadena NRC que el actual presidente es partidario de un "arreglo" para permitir que siga en el cargo. Pero las especulaciones han comenzado: otro socialdem¨®crata, el comisario franc¨¦s Pierre Moscovici, dio por hecho que de momento la presidencia del Eurogrupo ser¨¢ para un ministro, pero present¨® su propia candidatura: "mi preferencia es que el comisario europeo sean en el futuro una especie de ministro de finanzas de la eurozona; quiz¨¢ eso no pueda ser ahora, pero s¨ª m¨¢s adelante".

Las reglas europeas son lo suficientemente difusas: un protocolo de los tratados apenas apunta que los ministros de Finanzas de la eurozona deben elegir por mayor¨ªa al presidente, pero no se especifica si ¨¦ste tiene que ser ministro. T¨¢citamente, siempre se ha dado por hecho. Espa?a defend¨ªa en 2015 convertir la presidencia del Eurogrupo en un puesto a tiempo completo: curiosamente, Holanda fue uno de los pa¨ªses que bloque¨® esa posibilidad. Ahora cambian las tornas, y Dijsselbloem se agarra al cargo con todas sus fuerzas y un punto de patetismo.