El proteccionismo de Trump pone en riesgo el sistema multilateral
El riesgo de que se generen guerras comerciales emerge con m¨¢s fuerza que nunca
Ha bastado una semana de la nueva Administraci¨®n en la Casa Blanca para que la pol¨ªtica comercial de Estados Unidos afronte su giro m¨¢s radical de los ¨²ltimos 70 a?os y, con ello, amenace con provocar el mayor cambio en las reglas de juego global desde la II Guerra Mundial. El ¡°Am¨¦rica primero¡± impulsado por el presidente Donald Trump da al traste con el sistema comercial multilateral y aboca a negociaciones basadas en la fuerza, el poder y el tama?o. El riesgo de que se desaten guerras comerciales, que parec¨ªa haberse evitado durante la Gran Recesi¨®n, emerge con m¨¢s fuerza que nunca.
?¡°De hoy en adelante, una nueva visi¨®n va a gobernar nuestro pa¨ªs. Desde este momento se va a imponer el ¡°Am¨¦rica primero¡±. Cada decisi¨®n en materia de comercio, impuestos, inmigraci¨®n o relaciones internacionales se tomar¨¢ para beneficiar a los trabajadores y las familias estadounidenses¡±. Donald Trump no dej¨® lugar a dudas en su discurso inaugural de cu¨¢les eran las prioridades de su agenda, que ha empezado a poner de inmediato en pr¨¢ctica. La retirada de Estados Unidos del Acuerdo de Asociaci¨®n Transpac¨ªfico (TPP, en sus siglas en ingl¨¦s), la renegociaci¨®n del Tratado de libre comercio de Am¨¦rica del Norte (Nafta) y el mandato al nuevo secretario de Comercio, Wilbur Ross, de usar todas las herramientas disponibles para poner fin a los abusos comerciales se enmarcan en esa marcha atr¨¢s en la apertura comercial estadounidense. ¡°La protecci¨®n nos llevar¨¢ a una mayor prosperidad y fortaleza¡±, tron¨® Trump desde el Capitolio. Por ese mensaje le votaron millones de estadounidenses.
?¡°No estamos ante un giro casual ni una decisi¨®n personal. Trump se hace eco de un cambio que se ha producido en buena parte de Estados Unidos y con el que las ¨¦lites financieras no parecen estar en contra¡±, apuntan fuentes financieras internacionales.
El entusiasmo de los mercados
Casi al mismo tiempo que Donald Trump pon¨ªa en marcha su giro proteccionista, el ¨ªndice Dow Jones de la Bolsa de Nueva York alcanzaba por primera vez en la historia los 20.000 puntos. El estupor que ha provocado en el ¨¢mbito pol¨ªtico la llegada al poder de Trump ha sido ignorado por los mercados, veremos si con o sin raz¨®n.
La combinaci¨®n de una rebaja de impuestos, un plan de inversi¨®n en infraestructuras y una relajaci¨®n de la regulaci¨®n, como ha prometido Trump, ha disparado las previsiones de beneficios de las compa?¨ªas y ha atra¨ªdo a los inversores a la Bolsa. Pero hay m¨¢s. A corto plazo, seg¨²n David Kohl, jefe de divisas de Julius Baer, las medidas proteccionistas van a provocar un aumento de la inflaci¨®n y dar¨¢ m¨¢s poder a las empresas para fijar los precios, despu¨¦s de a?os de presiones a la baja desde China. A largo plazo, como dec¨ªa John Maynard Keynes, todos estaremos muertos.
Desde finales de la II Guerra Mundial, Estados Unidos ha promovido la integraci¨®n econ¨®mica como una de sus principales herramientas de pol¨ªtica exterior. Mediante los acuerdos comerciales multilaterales, la primera potencia mundial ha ido tejiendo y ampliando una red de alianzas internacionales que ha servido tanto para la expansi¨®n de sus multinacionales como para el incremento del comercio global. Al dejar atr¨¢s la doctrina del aislacionismo de James Monroe, EE?UU se comprometi¨® a promover los valores universales como arma frente al imperialismo, y a impulsar la creaci¨®n de organismos como la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Organizaci¨®n Mundial del Comercio (OMC). El proteccionismo impl¨ªcito en el ¡°Am¨¦rica primero¡± abre una inc¨®gnita sobre el futuro de las relaciones comerciales.
?Oportunidad para los rivales
?¡°La retirada de EE?UU del liderazgo comercial multilateral crea un espacio que otros pa¨ªses ya est¨¢n empezando a ocupar, empezando por China. Pero tambi¨¦n se est¨¢n moviendo otros, como Jap¨®n, India y ?frica, que apuestan por la apertura comercial para modernizar sus econom¨ªas¡±, dice desde India por correo electr¨®nico Arancha Gonz¨¢lez, directora ejecutiva del Centro Internacional de Comercio, una agencia de desarrollo conjunta de Naciones Unidas y la OMC. ¡°Renunciar al liderazgo tendr¨¢ un coste para las empresas americanas¡±, advierte.
La ¨®ptica comercial es tambi¨¦n lo ¨²nico que da cierto sentido a las arremetidas de Trump, sin precedentes en un presidente estadounidense, contra el proyecto de integraci¨®n europea. La UE de los 28 representa el mayor bloque comercial del mundo, es el principal socio comercial de m¨¢s de 80 pa¨ªses y el primer inversor mundial, seg¨²n datos de Deutsche Bank. En un nuevo orden global, en el que los acuerdos comerciales abandonan el modelo de reglas multilateral y se encaran bilateralmente, el tama?o de las econom¨ªas es lo que otorga fuerza y poder en las negociaciones, y solo la UE es capaz de hacer frente en ese terreno a EE?UU. De hecho, Trump no ha empezado a poner en marcha su giro comercial enfrent¨¢ndose a China ¡ª¡°la econom¨ªa m¨¢s proteccionista del mundo¡±, seg¨²n el secretario de Comercio¡ª, ni siquiera a Canad¨¢ ¡ªel otro miembro del Nafta¡ª, sino arremetiendo contra el ¡°enemigo¡± m¨¢s d¨¦bil, M¨¦xico.
En este mundo al rev¨¦s que vivimos, fue precisamente el presidente Chino, Xi Jinping, quien enarbol¨® en el Foro Econ¨®mico Mundial de Davos la bandera de la globalizaci¨®n y el libre comercio. ¡°Pero China no puede reemplazar a Estados Unidos, desde luego no de inmediato. Su sistema de garant¨ªas es todav¨ªa muy deficiente y su apertura comercial tiene muchos l¨ªmites¡±, asevera un alto ejecutivo que trabaja en el pa¨ªs. De hecho, el economista jefe de Unicredit, Erik Nielsen, recuerda que casi al mismo tiempo que Xi hablaba en Davos, el presidente del Tribunal Supremo chino arremet¨ªa contra el modelo legal occidental y advert¨ªa de que el sistema judicial chino ¡°estar¨ªa siempre subordinado al Partido Comunista¡±.
China puso en marcha un acuerdo comercial para plantar cara al TPP, la Asociaci¨®n Integral Econ¨®mica Regional (RCEP, en sus siglas en ingl¨¦s), con el que est¨¢ dispuesta a jugar prominente, pero solo en el ¨¢mbito regional. Tampoco Jap¨®n parece dispuesto a asumir el testigo cedido por EE?UU, lo que evidencia un mundo sin liderazgo, el ¡°G-0¡±, como lo denomina el director de la consultora Eurasia Group, Ian Bremmer.
A finales de 2016, el comercio mundial registr¨® un repunte que reflejaba la recuperaci¨®n de la econom¨ªa global en los ¨²ltimos meses del a?o. El volumen de los intercambios comerciales crec¨ªa a ritmos del 3% en noviembre, lo que situar¨ªa la tasa de incremento de 2016 en el 1%, seg¨²n datos de la Oficina de Estad¨ªsticas de Holanda, reconocida experta en la materia. ¡°La cuesti¨®n clave ahora es si la nueva Administraci¨®n estadounidense acabar¨¢ con esta recuperaci¨®n¡±, admite Michael Pearce, de Capital Economics en Londres. Porque ¡°medidas unilaterales de un pa¨ªs invitar¨¢n a adoptar medidas multilaterales de otros¡±, como recuerda Gonz¨¢lez. Y ah¨ª las guerras comerciales estar¨ªan servidas.
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