La pensi¨®n media de los nuevos jubilados baja por primera vez desde 2005

El aumento de la pensi¨®n de los nuevos jubilados parec¨ªa inexorable. Quienes se retiraron del mercado laboral en 2000 empezaron su nueva vida cobrando una pensi¨®n media de 644,86 euros al mes. En 2015, esta prestaci¨®n no llegaba a los 1.343 euros por seis c¨¦ntimos. Un aumento del 108% que solo se vio interrumpido en 2005. Entonces se permiti¨® que las viudas que ten¨ªan derecho a una pensi¨®n de jubilaci¨®n por haber cotizado en el SOVI (antes de 1967) pudieran cobrar ambas prestaciones a la vez, un colectivo que suele tener prestaciones muy bajas. Pero esta senda, que ya se hab¨ªa ralentizado en los ¨²ltimos a?os, se ha invertido en 2016.

Los jubilados suelen suponer la mayor parte de las nuevas pensiones. De las 560.759 que hubo el a?o pasado, 307.511 fueron por jubilaci¨®n.

Tambi¨¦n baj¨® la cuant¨ªa media de las prestaciones por incapacidad permanente. No obstante, el incremento de las nuevas pensiones de viudedad, de 656 euros mensuales a 696 euros, evit¨® que la ca¨ªda de la prestaci¨®n media de las nuevas altas en el sistema de la Seguridad Social, que subieron hasta los 1.062,36 euros, 13 m¨¢s que en 2015. Esto, junto al mayor n¨²mero de pensionistas, sigue tirando al alza del gasto de la Seguridad Social.

Lo sucedido con los nuevos jubilados tampoco ha reducido la pensi¨®n de todos los que ya se han retirado del mercado laboral, tanto en 2016 como en a?os anteriores, cuya paga media ha subido a 1.054,67 euros. Esto se debe a que quienes fallecen cobraban menos (963,3 euros).

Consecuencias de la crisis

La reducci¨®n de la prestaci¨®n de los nuevos jubilados est¨¢ muy vinculada a la destrucci¨®n de empleo durante la crisis, ya que quienes se han ido al paro en los ¨²ltimos a?os de su vida laboral dif¨ªcilmente han vuelto a trabajar. Esto se ve f¨¢cilmente observando la evoluci¨®n del desempleo entre quienes tienen de 55 a 64 a?os. Cuando el paro toc¨® techo a comienzos de 2013, con 6,2 millones de personas sin ocupaci¨®n, hab¨ªa 580.000 en ese rango de edad. Ahora cuando hay dos millones menos de parados, sigue habiendo 567.000 de los m¨¢s mayores.

Llegar sin empleo a los a?os inmediatamente anteriores a la jubilaci¨®n conlleva el riesgo de que la prestaci¨®n final se deteriore. Para calcularla, en 2016 se tomaba lo cotizado en los ¨²ltimos 19 a?os de la vida laboral. Si durante este periodo el beneficiario pierde su empleo y no tiene un mecanismo alternativo para sostener su base de cotizaci¨®n (prestaci¨®n contributiva o convenio especial suscrito con la Seguridad Social), la prestaci¨®n final bajar¨¢.

Adem¨¢s, las ¨²ltimas reformas de pensiones han deteriorado la posici¨®n de este colectivo. Al retraso de la edad de jubilaci¨®n paulatino hasta los 67 a?os en 2027 (en 2016 la edad legal era 65 a?os y cuatro meses), hay que a?adir cambios posteriores que en el caso de quienes han cotizado por el r¨¦gimen general (los asalariados) pueden haber tenido un impacto incluso mayor. Por ejemplo, en 2013 se cambi¨® sustancialmente la forma en que se calculaban las lagunas o vac¨ªos de cotizaci¨®n, tomando supuestos que reduc¨ªan la base de c¨¢lculo. Ese a?o tambi¨¦n se endurecieron los requisitos de acceso a la jubilaci¨®n anticipada a los 63 a?os y se incrementaron los coeficientes de reducci¨®n. A esto hay que sumar los recortes de 2012 en el seguro de desempleo, que restringieron el acceso al subsidio y redujeron su base de cotizaci¨®n del 125% del salario m¨ªnimo al 100%. Todo esto combinado ha provocado una lluvia fina que en el caso de quienes han cotizado en el r¨¦gimen general ha pasado de 1.460 euros a 1.451.

En el caso de los aut¨®nomos la ca¨ªda es mayor ¡ªde 847 euros a 811¡ª y viene de antes, comenz¨® a bajar ya el a?o pasado. En este colectivo, que suele tener carreras de cotizaci¨®n m¨¢s cortas y con menores bases, s¨ª que es probable que el retraso de la edad de jubilaci¨®n legal tenga un impacto mayor que el resto de medidas.