Invertir en arte es mucho m¨¢s rentable que en Bolsa
El S&P500 se ha revalorizado un 33% en 10 a?os mientras que, por ejemplo, el arte belga del siglo XX lo ha hecho en un 1.146%
El semanario The Economist empez¨® a publicarse en 1843, es decir, lleva ya m¨¢s de 173 a?os seguidos public¨¢ndose, alcanzando un total de casi 9.000 n¨²meros, lo que supone un r¨¦cord mundial entre semanarios de casi 100 p¨¢ginas. Para celebrarlo, ha decidido aventurarse con una nueva revista bimensual de 120 p¨¢ginas de ideas, cultura y estilo de vida, titulada 1843. En su primer n¨²mero, de agosto-septiembre 2016, en una p¨¢gina titulada ?Que es lo que dicen los n¨²meros?, James Tozer muestra un gr¨¢fico de enorme inter¨¦s, titulado Art Markets Research Developments, que mide: en ordenadas (y) en porcentaje, el aumento del valor del n¨²mero de obras de arte vendidas (en miles) en subastas y en ventas privadas que se hayan hecho p¨²blicas y en abscisas (x) el porcentaje de aumento del ¨ªndice de Bolsa S&P 500, creado en 1923, que mide el ¨ªndice de las 500 mayores compa?¨ªas cotizadas en el NYSE o en el Nasdaq.
El resultado final es sorprendente, ya que el ¨ªndice S&P 500 de EEUU ha aumentado, en 10 a?os, un 33% y casi todas las obras de arte vendidas, ajustadas por inflaci¨®n, han superado, muy sobradamente, el aumento del valor de dicho ¨ªndice. Dado que dicho gr¨¢fico no da nombres de los grandes artistas, me he atrevido a dar algunos nombres que podr¨ªan ser los m¨¢s obvios. El r¨¦cord lo obtienen las m¨¢s de 2.000 obras del arte belga del siglo XX, cuyo valor ha aumentado un 1.146%, probablemente de Ren¨¦ Magritte, Paul Delvaux, James Ensor y Pierre Alechinsky, entre otros.
Les siguen las m¨¢s de 6.800 obras de arte espa?ol del siglo XX, cuyo valor aumenta en cerca de un 475%, probablemente de Picasso, Dal¨ª, Mir¨®, Gris y Tapies, adem¨¢s de Sorolla, Solana, Casas y Zuloaga, entre otros, estando estos ¨²ltimos a caballo entre los siglos XIX y el XX. Despu¨¦s figuran otras 26.931 obras de arte, sin especificar, posteriores a la II Guerra Mundial, que aumentan en un 440%.
Les siguen, unas 400 obras de fot¨®grafos norteamericanos del siglo XIX, con un aumento del 350%, probablemente de Timothy O?Sullivan, Mathew Brady y de varios fot¨®grafos indios y otras 300 obras de fot¨®grafos franceses del Siglo XIX, con un aumento del 340%, como Gustave Le Gray, entre otros. Tras ellos se sit¨²an 4.750 obras de arte de los pintores del Pop Art Norteamericano, con un aumento del 290%, posiblemente de David Hockney, Jasper Jones, Robert Rauschenberg, Roy Lichtenstein, Andy Warhol, Jean Michel Basquiat y Keith Haring, entre otros.
Les siguen 5.500 obras de los expresionistas alemanes, con un aumento del 250%, seguramente de Paul Klee, Vasily Kandinsky, Max Beckman, Lovis Corinth, Ludwig Kirchner, Oskar Kokotschka, Egon Schiele, Franz Marc, Emil Nolde, Otto Dix y George Grosz, entre otros. A continuaci¨®n, se sit¨²an 2.150 obras de escultores norteamericanos del siglo XX, con un aumento del 220%, probablemente de David Smith, Barnett Newman, Robert Rauschenberg, Donald Judd, Sol Lewit, Carl Andr¨¦, Richard Serra y Toni Smith, entre otros.
Les siguen 2.300 obras de artistas irlandeses, sin especificar, con un aumento del 170%, probablemente, de Sean Scully, Tony O¡¯Malley, Anne Donnely, Jack Butler Yeats y Paul Henry, entre otros. A continuaci¨®n, aparecen 2.050 obras de los impresionistas franceses, con aumentos del 140%, posiblemente de Claude Monet, Pierre Auguste Renoir, Eduard Manet, Gustave Caillebotte, Berthe Morisot, Alfred Sisley y Mary Cassat, entre otros. Luego est¨¢n 2.100 obras de los antiguos maestros flamencos, con un aumento del 120%, probablemente de H. Bosch, Brueghel, Memling, Rubens, van Dick, van Eyck y van der Weiden, entre otros.
Les siguen 3.500 obras de arte contempor¨¢neo chino con una apreciaci¨®n del 110%, seguramente, de Ai Weiwei, Zhang Daqian, Yue Minjun, Zhang Xiaogang, Liu Wei, Xu Bing, Zhang Huan, entre otros. A continuaci¨®n, se encuentran 4.250 obras de arte contempor¨¢neo Brit¨¢nico con una apreciaci¨®n del 70%, tal vez de David Hockney, Frank Auerbach, Damien Hirst, Antony Gormley, y Bridget Riley, entre otros. Les siguen 5.500 obras de artistas de Australia, con una apreciaci¨®n del 55%, tales como Arthur Boyd, Sidney Nolan, Albert Tucker, Joy Jester y otros muchos pintores abor¨ªgenes, conocidos posteriormente. Los impresionistas americanos consiguen una apreciaci¨®n de su valor del 36%, tres puntos por encima del S&P 500, probablemente de Childe Hassam, William Merrit Chase, Alden Weir, Theodore Robinson, William Metcalf y Edward Willis Redfield.
Por ¨²ltimo, quedan otros artistas con una apreciaci¨®n inferior al 33% del S&P 500. Por un lado e incomprensiblemente, los antiguos maestros Italianos con una apreciaci¨®n de s¨®lo el 18%: como Fra Angelico, Uccello, Filippo Lippi, Antonello da Messina, Leonardo da Vinci, Tiziano, Raphael y Caravaggio, pero la raz¨®n puede estar en que no ha habido ventas o subastas de dichos maestros, ya que todos sus cuadros est¨¢n ya en los mejores museos del mundo o bien se trata de subastas de otros maestros menores o poco conocidos. Lo mismo sucede con los pintores brit¨¢nicos del siglo XVII a XIX, como Hogarth, Gainsborough, Constable y Turner, que tienen una apreciaci¨®n de s¨®lo el 10%.
Tambi¨¦n se incluye un cuadro con los precios finales de aquellas ventas y/o subastas acumuladas de la ¨²ltima d¨¦cada, que han alcanzado mayores ingresos: Pablo Picasso: 3.430 millones de d¨®lares; Andy Warhol: 3.380 millones; Zhang Daqian: 2.030 millones; Qi Baishi: 1.910 millones; Francis Bacon: 1.500 millones; Claude Monet: 1.430 millones; Gerhard Richter: 1.390 millones; Alberto Giacometti: 1.170 millones; Mark Rothko: 1.110 millones y Jean Michel Basquiat: 1.090 millones.
Por ¨²ltimo, se estiman los ¡°precios medios¡± de las ventas de sus propias obras, para descontar su volatilidad: Mark Rothko: 11,1 millones de d¨®lares; Claude Monet: 4,56 millones; Vincent van Gogh: 4,29 millones; Jacson Pollock: 2,45 millones; Amedeo Modigliani: 2.01 millones; Francis Bacon: 1,58 millones; Jean-Michel Basquiat: 1,43 millones; Paul C¨¦zanne: $0,85 millones; Alberto Giacometti: 0,84 millones y Willem de Kooning: 0,83 millones.
Resaltan tambi¨¦n los precios elevados de los artistas chinos del siglo XX como, probablemente, Zang Daqian y Qi Baishi desconocidos fuera de China, que pueden responder al n¨²mero creciente de multimillonarios chinos y quiz¨¢ de alg¨²n europeo pero, por ser tan caros, en 2015, han ca¨ªdo un 23%. Tambi¨¦n destacan los precios alcanzados en las categor¨ªas nicho, como la fotograf¨ªa americana del siglo XIX y la pintura belga del siglo XX, dominada por Ren¨¦ Magritte, ya que el Surrealismo sigue aumentando su apreciaci¨®n cada a?o por parte de muchos compradores, como tambi¨¦n ocurre con la obra de Salvador Dal¨ª.
Extra?a la diferencia de precios entre Mark Rothko y Jackson Pollock que es de m¨¢s del doble a favor del primero. Asimismo, Dal¨ª y Mir¨® y la pintura espa?ola contempor¨¢nea, en general, est¨¢n todav¨ªa muy por debajo del precio de los grandes maestros contempor¨¢neos de otros pa¨ªses, pero su rentabilidad est¨¢ creciendo con rapidez.
Ahora bien, conviene advertir al lector que es l¨®gico que los precios de los grandes maestros de la pintura y de la escultura superen claramente los grandes ¨ªndices burs¨¢tiles de las mejores compa?¨ªas cotizadas, pero podr¨ªa ocurrir lo contrario con obras que no sean de dichos grandes maestros, que podr¨ªan ser superadas por algunos ¨ªndices burs¨¢tiles. Asimismo, conviene tener en cuenta que muy pocos inversores pueden adquirir obras de un gran maestro, pero pueden invertir en acciones cotizadas ya que a dichas rentabilidades elevadas s¨®lo se accede a partir de costes fijos muy altos. S¨®lo algunas inversiones inmobiliarias en grandes ciudades como Londres, Nueva York o Paris han llegado a producir rentabilidades superiores.
Finalmente, Jeff Koons, un gran innovador, vendi¨®, en Noviembre de 2013, un Balloon Dog Orange, cuasi fabricado en serie, por 58,4 millones de d¨®lares. Parece incre¨ªble que una obra de serie, en diferentes colores, pueda valer m¨¢s que obras ¨²nicas de grandes maestros que han dedicado meses o a?os a terminarlas. Walter Benjamin, en 1936, en The work of art in the age of mechanical reproduction, citando a Paul Valery, en su conquete de l?ambiguit¨¦, fue el primero que plante¨® este problema y John Berger, en 1972, volvi¨® a analizarlo en una serie excelente de televisi¨®n Ways of Seeing. ?Podremos llegar a un arte manufacturado por robots?
Guillermo de la Dehesa es presidente honorario del Centre for Economic Policy Research (CEPR) de Londres
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