Un pionero de la industria de Brasil
La crisis engulle en un profundo bache a Romi, l¨ªder brasile?o en el sector de m¨¢quinas herramienta
En la primavera austral de 1956, Brasil viv¨ªa un estado de euforia econ¨®mica. El reci¨¦n elegido presidente Juscelino Kubitschek, representante de una nueva clase media, urbana y culta, hab¨ªa prometido a los brasile?os, entre otros hitos del desarrollo, una red de carreteras pavimentadas sobre las que circular¨ªan coches fabricados al 100% en el pa¨ªs sudamericano. Las grandes multinacionales del autom¨®vil se pusieron manos a la obra para ser las pioneras del coche brasile?o, pero la primera en salir al mercado no ser¨ªa ni Ford ni Volkswagen, sino una peque?a empresa de Santa B¨¢rbara d'Oeste, en el Estado de S?o Paulo, con una versi¨®n del c¨¦lebre coche burbuja Isetta, de dise?o italiano.
El Romi-Isetta, con solo dos plazas y poqu¨ªsima potencia, no pudo competir con los veh¨ªculos que vendr¨ªan despu¨¦s, por lo que la empresa sali¨® del mercado automovil¨ªstico a los pocos a?os. Pero Am¨¦rico Emilio Romi, el fundador de la compa?¨ªa que llevaba su nombre y especializada en m¨¢quinas herramienta, obtuvo de la experiencia algo mucho m¨¢s importante: hab¨ªa demostrado que una firma brasile?a pod¨ªa fabricar los equipos sobre los que se edificar¨ªa la que, con el tiempo, se convertir¨ªa en la s¨¦ptima industria automovil¨ªstica del mundo.
Hoy, Romi es una de las mayores empresas de m¨¢quinas herramienta de Latinoam¨¦rica, con una facturaci¨®n de 586 millones de reales (169 millones de d¨®lares) en 2016, 155.000 equipos instalados en m¨¢s de 60 pa¨ªses y 11 factor¨ªas ¡ªnueve en Brasil y dos en Alemania¡ª que dan trabajo a m¨¢s de 1.750 empleados en todo el planeta. "No podemos decir que trabajemos con un sector en concreto", explica Luiz Cassiano, su consejero delegado. "Si el sector agr¨ªcola va bien y necesita equipamientos, nosotros estamos ah¨ª; si es la industria petrolera, tambi¨¦n; si es la aeroespacial, lo mismo".
La empresa tiene principalmente tres l¨ªneas de negocio: construcci¨®n y moldeado de piezas met¨¢licas de precisi¨®n, m¨¢quinas herramienta para la fabricaci¨®n de estas piezas, y aparatos de moldeado de pl¨¢sticos y resinas. "Trabajamos con la industria del autom¨®vil, pero no con las grandes empresas, que, como su nombre indica, son m¨¢s montadoras que fabricantes", se?ala Cassiano. "Vendemos a los peque?os y medianos proveedores".
Cronolog¨ªa
1930. Am¨¦rico Emilio Romi funda el Garage Santa B¨¢rbara en la ciudad del mismo nombre, a 140 kil¨®metros al noroeste de S?o Paulo.
1941. La empresa fabrica su primer torno, que comercializa con la marca Imor (reverso del apellido de su fundador). Tres a?os m¨¢s tarde saca al mercado el primer tractor brasile?o, el Toro.
1956. Se pone a la venta el Romi-Isetta, el primer autom¨®vil fabricado integralmente en Brasil. Se producir¨ªa hasta 1961.
1972. La firma sale a Bolsa. En 2007 se transfiere del ¨ªndice general de la Bolsa de S?o Paulo al Nuevo Mercado.
2011. Romi adquiere a la italiana Riello su rival alemana Burkhardt & Weber, especializada en m¨¢quinas herramienta de precisi¨®n.
La crisis econ¨®mica de su pa¨ªs de origen ¡ªel PIB ha ca¨ªdo durante ocho trimestres consecutivos¡ª y los meros cambios en los procesos productivos han golpeado duramente a la cuenta de resultados de la firma, que termin¨® 2016 con cifras preocupantes: una ca¨ªda del 3,5% en la facturaci¨®n y un ebitda negativo de 44,4 millones de reales (12,8 millones de d¨®lares). Desde que, en 2014, la econom¨ªa brasile?a empez¨® a dar se?ales de debilidad, la firma ha reducido plantilla en, al menos, tres ocasiones.
Cassiano define la tormenta que se ha encontrado su empresa en 2016 como "un a?o lleno de desaf¨ªos". "El mercado brasile?o viene de una larga recesi¨®n", explica. "En estas circunstancias, las industrias m¨¢s afectadas son las que fabrican bienes de capital, instrumentos que permiten a las empresas expandir su capacidad de producci¨®n. En la actual coyuntura econ¨®mica, el mercado interno est¨¢ reduciendo capacidad, no aument¨¢ndola; ese vector es pr¨¢cticamente nulo".
La demanda del mercado internacional no ha servido para compensar el brusco par¨®n de la econom¨ªa del pa¨ªs sudamericano. "El mercado ha crecido", reconoce Cassiano, "pero la revalorizaci¨®n del real se ha comido la mayor parte de nuestros m¨¢rgenes". Despejada en parte la incertidumbre pol¨ªtica tras la destituci¨®n de Dilma ?Rousseff (que, no obstante, no resolvi¨® la incertidumbre econ¨®mica), la moneda brasile?a ha pasado de rondar las 4 unidades por d¨®lar a principios de 2016 a los 3,20 al cierre del ejercicio; la revaluaci¨®n frente al euro ha sido menos brusca, pero igualmente potente.
Ni siquiera la filial alemana Burkhardt & Weber, adquirida en 2011 a la italiana Riello y que factura en euros, ha estado exenta de problemas. "La clase de maquinaria de precisi¨®n que fabricamos en Alemania tiene un ciclo de producci¨®n de entre 12 y 18 meses", explica Cassiano. "A finales de 2015, China, que es uno de nuestros principales clientes, entr¨® en un breve momento de p¨¢nico sobre el enfriamiento de la econom¨ªa. Eso hizo que muchas empresas cancelasen sus pedidos, generando una brecha en nuestras l¨ªneas de producci¨®n de la que solo hemos empezado a recuperarnos ahora". B&W representa un 20% de la facturaci¨®n del grupo.
No todo son malas noticias. El mercado de piezas se ha mantenido estable (es la ¨²nica divisi¨®n que da beneficios) y la cartera de pedidos internacional ha recuperado vigor. "Nuestra generaci¨®n de caja sigue positiva", considera Cassiano. "Es lo que hace que tengamos un balance s¨®lido. No nos hace falta cambiar nuestra estructura de capital". La empresa est¨¢ en Bolsa desde 1972, pero en 2007 se movi¨® al Nuevo Mercado de S?o Paulo.
Historia y desaf¨ªos
La historia de la compa?¨ªa no puede entenderse sin la de su fundador, un hijo de inmigrantes toscanos que, tras formarse profesionalmente en el Ej¨¦rcito italiano durante la I Guerra Mundial, volvi¨® a S?o Paulo, donde se orient¨® a la mec¨¢nica. En 1930 fund¨® un garaje en Santa B¨¢rbara d'Oeste.
El siguiente paso se dio durante la II Guerra Mundial, en la que los suministros de equipamientos de precisi¨®n cayeron dr¨¢sticamente. As¨ª, en 1941 Romi mont¨® el primer torno mec¨¢nico de su historia. Con ese equipamiento, la empresa fue creciendo y expandiendo su l¨ªnea de negocio a los suministros agr¨ªcolas, y en 1944 present¨® el Toro, el primer tractor hecho en Brasil.
El desaf¨ªo ahora es la creciente robotizaci¨®n de la industria, que obliga a replantearse el sector de las m¨¢quinas herramienta. "En nuestra f¨¢brica ya tenemos varias m¨¢quinas conectadas a un sistema de producci¨®n flexible (FMS, en sus siglas en ingl¨¦s)", explica Cassiano. "Hace muchos a?os ya que exportamos productos adaptados a la automatizaci¨®n. Lo importante es que sean receptivos a cualquier forma de producci¨®n".
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