Gafas que apuestan por el color
Etnia Barcelona consigue hacerse un hueco en el competitivo mercado de la ¨®ptica
Hace nueve a?os, Melinda Gates fue a una ¨®ptica en Seattle y se compr¨® ocho gafas graduadas de la marca Etnia Barcelona, del modelo Saigon, atra¨ªda por el colorido de sus monturas. A los pocos d¨ªas, la pintura empez¨® a saltar de las patillas met¨¢licas. La esposa del fundador de Microsoft fue a reclamar a su ¨®ptico, igual que hicieron decenas de miles de clientes de la marca en todo el mundo. Fue un punto de inflexi¨®n: desde ese infortunado incidente, en Etnia Barcelona se propusieron fabricar las mejores gafas del mundo.
Al menos, en lo que respecta a los materiales: acetatos biodegradables con un 60% de algod¨®n y, para sus gafas de sol, cristal mineral Barberini, polarizadas y fotocr¨®micas, tratadas con elementos qu¨ªmicos como neodimio y praseodimio para realzar los colores. Muy pocas marcas en el mundo incluyen estas lentes italianas en toda su gama. Las gafas se ensamblaban en China y, para asegurarse de que la pintura no volver¨ªa a saltar de sus monturas, recurrieron al mejor: la empresa que da color a los iphone. Probablemente, Bill Gates no sea consciente de que las nuevas gafas de su esposa las han pintado los mismos que dan tono a los m¨®viles de Apple, su rival hist¨®rica.
Factor¨ªa propia
¡°Aquel desastre con los tintes nos oblig¨® a retirar todo el stock de ese a?o y perdimos toda la facturaci¨®n¡±, cuenta David Pellicer, barcelon¨¦s de 37 a?os, fundador y propietario de la marca, en la oficina de Esplugues de Llobregat, a pocos kil¨®metros de la Ciudad Condal. ¡°Entonces nos obsesionamos con la calidad y cambiamos radicalmente la forma de hacer las cosas¡±. Hasta el incidente, Etnia Barcelona (fundada en 2003) dise?aba sus gafas y las mandaba a fabricar en China. Dos a?os despu¨¦s, la empresa adquiri¨® la factor¨ªa asi¨¢tica para controlar todo el proceso de producci¨®n y se pusieron a buscar los mejores materiales.
Hace tres a?os introdujeron las gafas de sol en su gama de monturas, con solo tres modelos; hoy ya tienen 48 en su colecci¨®n, con un coste de producci¨®n por unidad cercano a los 30 euros, uno de los mayores del sector. El 90% lo facturan fuera de nuestras fronteras: distribuyen en pa¨ªses como Francia, Alemania e Italia, sus principales mercados, y tienen filiales en Estados Unidos, Canad¨¢ y Hong Kong. Abarcan m¨¢s de 40 pa¨ªses y solo les queda un continente por cubrir: Ocean¨ªa. ¡°Estamos en ello¡±, aseguran.
La compa?¨ªa vendi¨® en 2016 casi un mill¨®n de gafas y factur¨® m¨¢s de 60 millones de euros, en torno a un 20% m¨¢s que en 2015. Un cifra que no ha dejado de subir desde que Pellicer tomara las riendas, a principios de este siglo, de la maltrecha f¨¢brica ¡ª¡°un tallercito¡±¡ª de su padre en Barcelona. ¡°Fabricaba monturas para terceros, pero en esa ¨¦poca entr¨® de lleno la competencia china y pasaron de cinco millones de facturaci¨®n a 200.000, y de 100 trabajadores a 10, cuyas n¨®minas ten¨ªan que cubrir muchas veces mis padres con su propio dinero¡±, recuerda Pellicer. ¡°As¨ª que cerramos la f¨¢brica, y me un¨ª a la tendencia del mercado: empec¨¦ a dise?ar mis propias gafas y las fabricaba en China, a trav¨¦s de un socio¡±.
El color salv¨® a Etnia Barcelona: ¡°Me di cuenta de que hab¨ªa un nicho de mercado porque las monturas eran siempre muy sobrias. As¨ª que les apliqu¨¦ tonalidades llamativas, algunas incluso fluorescentes. Y fue un bombazo¡±, cuenta Pellicer. El a?o anterior la firma hab¨ªa facturado 400.000 euros, y ese ejercicio rozaron el mill¨®n y medio. Poco despu¨¦s lleg¨® el incidente de la pintura, la obsesi¨®n con la calidad, los grandes endeudamientos e inversiones (m¨¢s de un mill¨®n para modernizar la f¨¢brica de China), el ansia exportadora y un crecimiento exponencial.
Hoy tienen una plantilla de 400 trabajadores, la mitad en su sede de Barcelona, donde acaban de abrir otra planta de producci¨®n para prototipos. Hace dos a?os introdujeron en su equipo perfiles procedentes de marcas como Nike, Havaianas, Pronovias, Luxottica o Vice Media Group. Cuentan con 25 dise?adores que olfatean el mercado, lo que se lleva y se llevar¨¢, y realizan concienzudos estudios de campo por todo el mundo que anticipan los colores de las pr¨®ximas temporadas para crear los suyos propios. La marca posiciona su imagen al lado de artistas rompedores como Jean Michel Basquiat, que ha dise?ado una de las colecciones, y de fot¨®grafos de prestigio como Nobuyoshi Araki o Steve McCurry, que se han encargado de algunas de sus campa?as. A finales de marzo abrir¨¢n su primer edificio de marca en el Born, epicentro de tendencias en Barcelona: un edificio de seis plantas que incluye tienda, oficinas, talleres y salas expositoras. Su compra y reacondicionamiento ha supuesto una inversi¨®n de cinco millones de euros.
¡°A¨²n somos muy peque?os en el sector¡±, defiende Pellicer ante la pregunta de c¨®mo logr¨® levantar una empresa en plena crisis, y pone un ejemplo. ¡°Las dos m¨¢s grandes, Luxottica y Essilor, se han fusionado y facturan m¨¢s de 15.000 millones de euros. Estamos a a?os luz de eso. La crisis afect¨® a quienes ya ten¨ªan una cuota de mercado amplia. Pero nosotros part¨ªamos de cero, ten¨ªamos todo el mundo por delante. Y esa sigue siendo nuestra mentalidad¡±.
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