Vegetales a precio de oro
Productores, intermediarios y comercializadores discrepan sobre los beneficios de los altos precios de las hortalizas
Los Bou trabajan el campo de Sant Boi de Llobregat (Barcelona) desde hace cuatro generaciones. Albert y su padre octogenario recogen ellos mismos las lechugas, los cal?ots, los br¨®colis que siembran en Cal Coracero. Las heladas matutinas de los ¨²ltimos d¨ªas han quemado algunas de las alcachofas que esperaban recolectar. Las manchas que les han quedado las sacar¨ªan autom¨¢ticamente de los lineales de cualquier supermercado. ¡°La vista es la que come¡±, explica el agricultor. Pero ante la escasez de producto, la est¨¦tica pasa a un segundo plano y la verdura acabar¨¢ en la mesa de cualquier consumidor.
Las olas de fr¨ªo de las ¨²ltimas semanas, tanto en Espa?a como en el resto de otras zonas productoras, han llevado a que los precios de hortalizas como el calabac¨ªn o la berenjena se hayan triplicado, si bien desde el mercado mayorista y el Ministerio de Agricultura certifican que los precios est¨¢n volviendo paulatinamente a la normalidad. En el caso de la alcachofa, Grecia, Italia e Israel, otros pa¨ªses proveedores, vieron perder sus cosechas por las nevadas y Espa?a se convirti¨® en una despensa alternativa. Pero los temporales que sacudieron Alicante, Murcia y Almer¨ªa a?adieron m¨¢s tensi¨®n al mercado y menguaron la cosecha en un momento de gran demanda exterior. La semana pasada, en Reino Unido, varios supermercados comenzaron a racionar el n¨²mero de lechugas y br¨®colis por cliente y el tabloide The Sun incluso culp¨® a los productores, injustamente, de esconder el producto.
Bou ofrece un 20% de su producci¨®n al mercado mayorista y el resto lo vende de manera directa a trav¨¦s de los mercados de pag¨¨s del Parque Agrario del Baix Llobregat. Las alcachofas manchadas las vende ahora a 80 c¨¦ntimos el kilo; por las perfectas puede llegar a sacar el doble, dependiendo de la oferta y la demanda. ¡°Usualmente recogemos despu¨¦s de Murcia o Valencia, pero este a?o ellos salieron m¨¢s tarde. A principio de temporada, en noviembre, llegamos a tener precios de 3,50 euros el kilo¡±, agrega el agricultor. Algo similar le sucedi¨® al calabac¨ªn, que hace tres semanas costaba cuatro euros el kilo. Esta semana, en Mercabarna, se consegu¨ªa a 90 c¨¦ntimos.
Tajada para los intermediarios
¡°Llevamos tres semanas de precios muy buenos, pero nunca miramos una cosecha en concreto, miramos el global de la campa?a. Todo puede cambiar de un momento para otro¡±, explica Bou. ¡°La diferencia entre ganar o perder para un agricultor son dos o tres c¨¦ntimos por kilo o unidad. Con la falta de productos ganan todos menos el consumidor¡±, acepta. Desde la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), sin embargo, denuncian que los intermediarios se han llevado la mayor tajada de la especial coyuntura del mercado y, de hecho, han pedido al Ministerio que intervenga.
El ?ndice de Precios en Origen-Destino de los alimentos (IPOD) de enero, realizado por diversas entidades de productores, muestra, por ejemplo, una diferencia del 247% entre lo que se pagaba por un kilo de cebolla en origen hasta el consumidor final. Unos precios que ahora han cambiado radicalmente. ¡°La situaci¨®n productiva en el campo no ha variado tanto de una semana a otra como para propiciar un derrumbe de los precios tan significativo¡±, denuncia Andr¨¦s G¨®ngora, responsable de frutas y hortalizas de la coordinadora, que defiende que los agricultores no se han lucrado con la coyuntura de precios.
¡°Los mayoristas nos regimos por la ley de la oferta y la demanda. En ocho d¨ªas los precios han bajado de la misma manera que subieron¡±, explica Jaume Flores, presidente de la Asociaci¨®n de Mayoristas de Frutas y Hortalizas de la central catalana (AGEM). Flores achaca el efecto distorsionador de los precios a la pol¨ªtica de precios pactados que ejercen grandes distribuidores y supermercados, que as¨ª buscan sostener sus m¨¢rgenes. ¡°La presi¨®n de las centrales de compra de los grandes distribuidores est¨¢ pasando factura a los productores, que una vez m¨¢s nos vemos indefensos para controlar una perniciosa volatilidad¡±, a?ade G¨®ngora.
Las entidades que agrupan a los supermercados y grandes distribuidores, como la Asociaci¨®n Espa?ola de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados o la Asociaci¨®n de Cadenas de Mercados quitan hierro a las acusaciones de los productores y ponen en duda que se pueda generalizar una variaci¨®n de precios como la que muestra el IPOD. Los diversos canales de distribuci¨®n y venta, aseguran, generan una competencia positiva para el mercado.
Desde el Ministerio explican que est¨¢n haciendo ¡°seguimiento continuo de la evoluci¨®n de los precios¡±, en particular de las hortalizas y por ahora no ha detectado ninguna irregularidad en el cumplimiento de la Ley de la Cadena Alimentaria, que ser¨ªa investigada por la Agencia de Informaci¨®n y Control Alimentarios.
Flores recuerda que el 35% de las verduras y hortalizas que llegan a Mercabarna se destinan a la exportaci¨®n. Las adversas condiciones meteorol¨®gicas de mediados de enero llevaron a doblar esta cifra para poder dar respuesta al resto del mercado europeo. Los precios parecen que volver¨¢n a su cauce normal, si bien hay que seguir con un ojo en el cielo. ¡°Solo seguimos teniendo problemas con la lechuga larga¡±, confiesa el mayorista.
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