Klaus Regling: ¡°Los supervisores de la banca espa?ola no fueron lo bastante duros¡±
El director del fondo de rescate europeo advierte de que "hay que mantener la deuda baja para que la zona euro funcione"


Tras una d¨¦cada trabajando en el FMI, otra en el Ministerio de Finanzas alem¨¢n, y ocho a?os en la Comisi¨®n Europea, Klaus Regling (L¨¹beck, Alemania, 1950), ha sido casi todo en pol¨ªtica econ¨®mica. Acaba de renovar por otros cinco a?os en el Mecanismo Europeo de Estabilidad (Mede), el fondo que pone el dinero de los rescates y al que Espa?a debe 34.700 millones. De visita en Madrid para reunirse con el ministro de Econom¨ªa, Luis de Guindos, y el Banco de Espa?a, recibe a EL PA?S: "Estos cinco a?os en el Mede han pasado muy r¨¢pido", suspira.
Pregunta. En Espa?a se cuestiona el papel del Banco de Espa?a en la crisis. Usted form¨® parte del rescate bancario espa?ol como director del Mede, ?c¨®mo lo valora?
Respuesta. Seguimos muy de cerca la reestructuraci¨®n de la banca espa?ola. El programa fue bien implementado y muestra que nuestra respuesta a la crisis funciona. Se tom¨® mucho menos dinero de lo esperado y despej¨® las dudas de los mercados. En definitiva, restableci¨® la salud de los bancos y permiti¨® que Espa?a se convirtiese en un campe¨®n del crecimiento en Europa.
P. ?Qu¨¦ lecciones deber¨ªan extraer las autoridades espa?olas?
R. La d¨¦cada previa se conoci¨® como La Gran Moderaci¨®n, un largo periodo de tipos bajos que se pens¨® que pod¨ªa durar mucho tiempo. Pero no fue as¨ª. Surgieron burbujas en muchas partes del mundo incluyendo Espa?a, donde los precios inmobiliarios se triplicaron. En parte estuvo motivado por la entrada en el euro, que implic¨® un cambio permanente de unos tipos altos a otros bajos. Eso justificaba que los precios subiesen porque la gente gastaba menos en los intereses de la hipoteca y pod¨ªa permitirse precios m¨¢s altos. Pero fue demasiado lejos. Recuerdo que entonces trabajaba para la Comisi¨®n y visit¨¦ Espa?a para discutirlo con las autoridades. La pol¨ªtica monetaria la llevaba el BCE; pero la pol¨ªtica fiscal, las reformas y la supervisi¨®n bancaria eran competencias nacionales. Hab¨ªa super¨¢vit fiscal, pero ahora sabemos que era demasiado peque?o. Y los supervisores bancarios no fueron lo bastante duros, igual que sucedi¨® en la mayor¨ªa de pa¨ªses avanzados.
P. ?Qu¨¦ reformas quedan por hacer en Espa?a?
R. Comparado con otros pa¨ªses, Espa?a lo ha hecho bastante bien. Pero en el futuro ser¨ªa importante respetar los objetivos de d¨¦ficit. Eso se vigilar¨¢ muy de cerca. La evoluci¨®n demogr¨¢fica tambi¨¦n puede requerir reformas adicionales de las pensiones.
P. El ministro Luis de Guindos dice que Espa?a crece m¨¢s porque sane¨® la banca, ?no deber¨ªa Italia seguir el ejemplo?
R. En Italia no hay una crisis del sistema bancario. Un n¨²mero peque?o de bancos tiene problemas y el Gobierno trabaja con la Comisi¨®n para hallar soluciones.
P. ?Pero es justo permitir que los accionistas italianos se libren de las p¨¦rdidas?
R. No se puede decir eso. Los accionistas del Monti dei Paschi han perdido todo. Tenemos una uni¨®n bancaria con unas reglas. Por ahora, esas reglas se est¨¢n cumpliendo y la labor de la Comisi¨®n es asegurarse de ello.
¡°Es importante que Espa?a cumpla con el d¨¦ficit. Se vigilar¨¢ muy de cerca¡±
P. Una vez dejada atr¨¢s la crisis soberana, ahora el problema es el euroescepticismo.
R. El crecimiento de la zona euro en 2016 fue mayor que en EE UU. Mientras que all¨ª el 80% de la poblaci¨®n no ha logrado ganancias reales de ingresos durante los ¨²ltimos 20 a?os, en Europa el 80% s¨ª que las ha tenido. A pesar de la crisis, Europa cuenta con la mejor distribuci¨®n de ingresos del mundo. Aunque el desempleo sea alto, la participaci¨®n en el mercado laboral ha subido y hay m¨¢s europeos trabajando que en el a?o 2000. Pese a ello, hay movimientos que reaccionan contra la globalizaci¨®n y se centran en sus identidades nacionales. Creo que eso es un error.
P. ?Pero esto no ocurre por la precarizaci¨®n de las perspectivas econ¨®micas?
R. Pueden tener esa percepci¨®n. En Espa?a y otros pa¨ªses existe un alto desempleo. Y eso ha contribuido a los movimientos populistas. Pero est¨¢n equivocados. Los n¨²meros agregados son mejores que en otros lugares. Tambi¨¦n se dan populismos en otros pa¨ªses avanzados como EE UU. Suiza es un pa¨ªs rico y sufre este fen¨®meno desde hace tiempo. Sin embargo, en la zona euro es algo nuevo y estamos intentando comprender c¨®mo responder a ello. Aun as¨ª, al contrario que algunos, no soy pesimista sobre las elecciones en Holanda y Francia.
P. ?Deber¨ªan hacer m¨¢s la UE y Alemania para combatir este fen¨®meno?
R. Los pa¨ªses debemos centrarnos en aquellas ¨¢reas en las que solo trabajando juntos podemos tener ¨¦xito, como la lucha contra el terrorismo, el cambio clim¨¢tico, la protecci¨®n de fronteras, la defensa, la pol¨ªtica exterior o unos pocos elementos econ¨®micos.
P. ?Entonces no se puede hacer mucho m¨¢s para avanzar en la integraci¨®n econ¨®mica?
¡°Pese a la crisis, la UE tiene la mejor distribuci¨®n de ingresos del mundo¡±
R. No mucho m¨¢s. No comparto la visi¨®n de que necesitamos una uni¨®n fiscal y pol¨ªtica plena para que la zona euro funcione, una especie de Estados Unidos de Europa. No hay deseo de eso, as¨ª que no veo que vaya a ocurrir. No obstante, creo que la zona euro puede funcionar bien si evitamos los errores del pasado. Por ejemplo, eso significa que hay que mantener baja la deuda. Holanda o Finlandia tambi¨¦n sufrieron dificultades econ¨®micas, pero nunca padecieron ataques de los mercados. Y la raz¨®n es que tienen poca deuda. La p¨¦rdida de competitividad fue tambi¨¦n algo com¨²n en los pa¨ªses que recibieron ayuda del Mede. Tambi¨¦n en Espa?a, donde los salarios subieron m¨¢s que la productividad. Hemos aprendido de esta experiencia, y el nuevo procedimiento europeo por desequilibrios macroecon¨®-micos est¨¢ dise?ado para evitar esos errores.
P. En Grecia hay disparidad de criterios entre el FMI y las instituciones europeas, ?han resuelto ya sus desacuerdos?
R. Hay desacuerdo en dos ¨¢reas: el FMI es m¨¢s pesimista sobre el crecimiento. Nosotros somos m¨¢s optimistas porque ya hemos incorporado el comportamiento de 2016, que fue mejor de lo esperado. Una vez tengamos todas las cifras de Atenas, sabremos mejor cu¨¢l es la situaci¨®n. Ojal¨¢ tengamos raz¨®n porque as¨ª ser¨¢ m¨¢s f¨¢cil para Grecia. El segundo desacuerdo reside en que el FMI quiere tomar medidas adicionales de alivio de la deuda. En cambio, en Europa pensamos que se podr¨¢n tomar esas medidas cuando acabe el programa, si fuera necesario. Entendemos que es la mejor estrategia dada la incertidumbre existente. Pero estamos limando posiciones y con los ¨²ltimos datos que obtengamos de Atenas ser¨¢ posible zanjar estas diferencias. Estamos trabajando duro para mantener al FMI en el programa. Varios parlamentos nacionales aprobaron el rescate heleno bajo el compromiso de que el Fondo participase con su experiencia.
P. ?No es excesivo exigir a Grecia un super¨¢vit primario del 3,5% del PIB tras haber perdido el 30% del PIB?
R. No hay desacuerdo en el nivel de super¨¢vit primario exigido. Fue suscrito por todos los l¨ªderes, incluido el primer ministro Alexis Tsipras. Seg¨²n nuestras estimaciones, las medidas ya adoptadas son suficientes para conseguir que Grecia logre ese objetivo en 2018. Sin embargo, el FMI no est¨¢ de acuerdo con esa proyecci¨®n. Aun as¨ª, el Gobierno griego no cuestiona alcanzar ese super¨¢vit. Lo que s¨ª cuestiona es por cu¨¢nto tiempo debe mantenerlo. Y ese es uno de los temas abiertos, porque el acuerdo dice que se debe conseguir en 2018 y mantenerse en el medio plazo. De momento, no hay ninguna definici¨®n de lo que ese medio plazo significa. No obstante, tenemos tiempo para negociarlo.
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