La lucha contra el fraude fiscal se est¨¢ perdiendo
En 2016 se recaud¨® en la lucha contra el fraude 14.883 millones, un 4,98% menos que un a?o atr¨¢s
Apenas hace unas semanas calificaba como continuista el Plan de control Tributario y su escasa ambici¨®n en la determinaci¨®n de las directrices a seguir para este a?o. Y es que hacer siempre lo mismo implica que los malos acaban conociendo lo que hacemos y les permite innovar sus trucos para no pagar a Hacienda; reinventarse para seguir impunes ocultando sus riquezas fruto de la delincuencia y la defraudaci¨®n.
Los resultados de recaudaci¨®n que esta semana se han conocido son poco satisfactorios, insuficientes y reflejan que estamos perdiendo la lucha contra el fraude. Las cifras hechas p¨²blicas sobre el 2016 no han podido igualar los ingresos r¨¦cord de lucha contra el fraude de 2015 (de 15.664 millones) recaud¨¢ndose solo 14.883 millones con una ca¨ªda del 4,98%. Sin embargo, este descenso respecto a 2015 se ha justificado por unos supuestos ingresos extra obtenidos en 2015 que, l¨®gicamente, no se ha repetido en 2016.
No se trata de poner en cuesti¨®n si hubo o no ingresos extra, pero cuando el a?o pasado se explicaron aquellas grandilocuentes cifras, en nada se habl¨® de esas aportaciones extraordinarias. Entonces, la Agencia Tributaria, preocupada de lanzar un mensaje pol¨ªtico de gran eficacia, solo habl¨® de sus grandes ingresos, sin advertir en ese momento de su car¨¢cter extraordinario y excepcional. Entonces y ahora, prima m¨¢s el conseguir mayores ingresos que luchar contra el fraude.
La comparecencia del director de la AEAT dando cuenta de lo recaudado en la lucha contra el fraude en 2016 no ha sido una autentica rendici¨®n de cuentas, se ha limitado a explicar unos pocos d¨ªgitos y ha omitido otras explicaciones, todo ello en un contexto de escasa transparencia ya que ni siquiera en la p¨¢gina de la AEAT se han publicado a fecha de hoy, mediados de marzo, los n¨²meros detallados del a?o 2016.
Pero lo peor de esta ca¨ªda de resultados es que era previsible. Los inspectores de Hacienda llevamos a?os reclamando un giro en la lucha contra el fraude fiscal y los deficientes resultados nos empiezan a dar la raz¨®n porque evidencian la urgencia de que hay que cambiar el foco y hacer mucho m¨¢s en la lucha contra la econom¨ªa sumergida, contra los para¨ªsos fiscales.
Los inspectores hemos puesto encima de la mesa un paquete de propuestas, de general aceptaci¨®n. Salvo el sindicato de t¨¦cnicos, que considera de una manera poco enfocada y corporativista, que la gran soluci¨®n para reducir el fraude es que los conviertan en inspectores por decreto (lo cual implica su desconsideraci¨®n por el trabajo que actualmente realizan en la agencia, valioso, meritorio y esencial), existe casi unanimidad en lo que hay que hacer, o al menos evitar.
La econom¨ªa sumergida en Espa?a supone un enorme problema al que no es ajeno que la inmensa mayor¨ªa de las transacciones se realice en efectivo. En nuestro pa¨ªs solo el 18% de las compras se hace mediante tarjeta, mientras que los pa¨ªses n¨®rdicos, Francia o Reino Unido las usan el triple que nosotros. Incluso China refleja un uso del 22%. Y es que adem¨¢s de un cierto atraso de la sociedad electr¨®nica la raz¨®n principal de su bajo nivel de aceptaci¨®n cultural es la ocultaci¨®n de la econom¨ªa sumergida, que quedar¨ªa al descubierto si dejara rastro bancario. Por ello, es f¨¢cil concluir que una buena medida contra la econom¨ªa sumergida ser¨ªa potenciar el uso de tarjetas y la obligaci¨®n a los empresarios del uso del TPV. Si se quiere, se pueden hacer cosas sin gastar dinero mediante normas mejores y m¨¢s rigurosas contra el fraude.
Otro ejemplo de lo que se deber¨ªa hacer y no se hace es la imposible explicaci¨®n a estas alturas de la esquizofr¨¦nica posici¨®n de la Uni¨®n Europea sobre para¨ªsos fiscales que ya empieza a rayar el cinismo. Por un lado, manifiesta de forma grandilocuente el fin del secreto bancario y los para¨ªsos fiscales, pero la realidad es muy distinta y no solo no se aprueban medidas eficaces contra los para¨ªsos, sino que hasta se permiten la existencia de estos territorios dentro de la propia UE. Tambi¨¦n a nivel nacional se podr¨ªan dise?ar normas contra estos para¨ªsos que hasta ahora no se han tomado.
Y qu¨¦ decir de la elusi¨®n de las multinacionales. Los pa¨ªses de la OCDE llevan desde el 2013 trabajando en un proyecto antifraude, bautizado como el ¡°paquete BEPs¡±. Pero la realidad es que en el 2017 las multinacionales siguen eludiendo pagar impuestos mediante las llamadas operaciones vinculadas, los c¨¢nones por intangibles y otros artificios que santifican la no tributaci¨®n de sus ingentes beneficios que de tributar convertir¨ªa lo que recauda la AEAT cada a?o en una calderilla.
?Por qu¨¦ no se aplican medidas en este sentido? En lugar de tomar estas medidas normativas, la AEAT ha explicado que se han incrementado los controles sobre alquileres, control de operaciones de efectivo de 1.500 euros y las unidades Inform¨¢ticas que analizan ordenadores y dobles cajas han hecho m¨¢s entradas y registros. No digo que esto est¨¦ mal, pero estamos incidiendo en el peque?o fraude y dejando la parte del le¨®n sin atacar.
La mayor eficiencia pretendida por este Ejecutivo ha sido la de hacer un plan especial cuestionado por los sindicatos a?o tras a?o, en la que se le pide a los funcionarios que trabajen a brazo partido a cambio de un estipendio graciablemente repartido a final de a?o por la direcci¨®n de la AEAT con unos criterios desconocidos a priori: m¨¢s horas a cambio de una gratificaci¨®n extraordinaria. Esta es la causa de que haya subido la recaudaci¨®n estos a?os y que hay que agradecerlo a nuestros funcionarios, pero no parece que este sea el esquema ¨®ptimo de lucha contra el fraude.
En conclusi¨®n, queda mucho por hacer y afortunadamente existen medidas para luchar contra el fraude. Muchas no costar¨ªan un euro al erario p¨²blico y contribuir¨ªan a las buenas cifras; y otras, aunque costaran, ser¨ªan tremendamente rentables como el fomento de la educaci¨®n fiscal, la divulgaci¨®n de los efectos del fraude y la introducci¨®n en los planes de estudio de contenidos sobre fiscalidad, para que quede claro que Hacienda debemos ser todos.
Rans¨¦s P¨¦rez Boga es inspector de Hacienda del Estado
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