Singapur incuba su salida al mundo
La ciudad-Estado asi¨¢tica fomenta el surgimiento de sus propias multinacionales ante el final del modelo de exportaciones basado en mano de obra barata
Tras d¨¦cadas siendo el perfecto anfitri¨®n de compa?¨ªas extranjeras, Singapur ahora quiere exportar las suyas. El tigre asi¨¢tico cree que el c¨¦nit de su modelo de crecimiento ¡ªsustentado en atraer a empresas de todo el mundo con el im¨¢n de bajos impuestos y mano de obra educada en ingl¨¦s¡ª ha quedado atr¨¢s, por lo que busca f¨®rmulas para zafarse de los zarpazos de la d¨¦bil demanda global. Y para ello las multinacionales vuelven a ser clave, pero esta vez con sello local. Una de las medidas incluidas en el presupuesto del Gobierno, anunciada por el ministro de Finanzas, Heng Swee Keat, a mediados de febrero, es la creaci¨®n de un fondo de 600 millones de d¨®lares para que las empresas de la ¡°casa¡± con m¨¢s potencial salgan al exterior.
Una ayuda que no obrar¨¢ milagros, pero que va en l¨ªnea con otras iniciativas del presupuesto y de un comit¨¦ asesor econ¨®mico del Gobierno ya anunciadas. Todas buscan allanar el camino a la internacionalizaci¨®n de las empresas locales mientras la ciudad-Estado trata de reducir la dependencia de las inversiones y aumentar la productividad del peque?o pa¨ªs, que con alrededor de un mill¨®n de habitantes menos que Madrid (5,5 millones, seg¨²n el ¨²ltimo censo) es el s¨¦ptimo pa¨ªs por PIB per capita del mundo.
¡°No hay elecci¨®n. Si queremos continuar siendo competitivos, tenemos que salir fuera¡±, advierte Krystal Tan, economista para Singapur de Capital Economics. La situaci¨®n lo requiere: el pa¨ªs cerr¨® 2016 con un crecimiento del 1,8%, la cifra m¨¢s baja desde 2009, en plena vor¨¢gine entonces de la crisis financiera global. El Fondo Monetario Internacional (FMI) vaticina que la isla crecer¨¢ una media del 2,5% hasta 2021, lejos de los dos d¨ªgitos de hace a?os, y el Ministerio de Comercio e Industria singapurense afirma que la productividad de la mano de obra est¨¢ estancada desde 2011.
Turismo: China, el sost¨¦n
Singapur empez¨® a recoger el pasado a?o los esperados frutos de su inversi¨®n en el sector tur¨ªstico, una de las estrategias de las autoridades para reducir la dependencia del sector manufacturero. En 2016, el pa¨ªs recibi¨® 16,4 millones de turistas (un 7,7% m¨¢s), mientras los ingresos aumentaron un 13,9% hasta los 24.800 millones de d¨®lares.
El espaldarazo final al sector lo dio China. Con un aumento del 36% en el n¨²mero de visitantes en contraste con 2015, la segunda econom¨ªa mundial se erigi¨® como el principal emisor de turistas, por delante incluso de sus vecinos Malasia e Indonesia.
Singapur, que en 2005 cre¨® un Fondo para el Desarrollo del Turismo, no ha logrado todav¨ªa llegar a su objetivo de 17 millones de visitantes anuales que se fij¨® en 2004 (y que tampoco espera alcanzar este a?o). El sector del turismo contribuye actualmente en un 4% al PIB del pa¨ªs y sostiene unos 160.000 empleos.
Varios factores explican este declive. Por el lado interno, Singapur se aleja de la pir¨¢mide demogr¨¢fica expansiva y se enfrenta a un acuciante envejecimiento de su poblaci¨®n, como otras econom¨ªas de la regi¨®n, mientras sus trabajadores carecen de la formaci¨®n para adaptarse a la digitalizaci¨®n de la econom¨ªa. ¡°Todo esto indica que debemos virar hacia un modelo centrado en la productividad en vez de en simplemente pretender aumentar la mano de obra¡±, subraya Chia Shuhui, analista para Asia de BMI Research.
Por la parte externa, las propias condiciones de la isla, sin m¨¢s recursos que su capital humano y estrat¨¦gica ubicaci¨®n en el estrecho de Malaca, donde confluyen el oc¨¦ano ?ndico y el extremo occidental del Pac¨ªfico, la hacen especialmente vulnerable a los reveses globales. Azuzado por la d¨¦bil demanda externa y la creciente competencia regional, tanto en mano de obra m¨¢s barata como en las cambiantes rutas a¨¦reas o mar¨ªtimas ¡ªfue el puerto m¨¢s grande del mundo en tr¨¢fico de contenedores hasta que qued¨® relegado por Shangh¨¢i en 2005¡ª Singapur aguanta ahora la respiraci¨®n a la espera de si EE UU tomar¨¢ una deriva proteccionista con Donald Trump o emprende una guerra comercial con China.
Un escenario que har¨ªa temblar los pilares de la econom¨ªa singapurense, levantada sobre la globalizaci¨®n. Por ello, la ciudad-Estado busca reforzar los cimientos de sus mejores marcas locales, aquellas con m¨¢s posibilidades de triunfar en el extranjero. ¡°M¨¢s que por sectores, se trata de elegir firmas espec¨ªficas del ¨¢mbito privado que ya den buenos resultados. Lo que Singapur quiere ver son puestos de trabajo sostenibles, que se quedan en la isla y contribuyen a su productividad¡±, apunta David Skilling, director de la consultora Landfall Strategy Group, con sede en Singapur. Algunas empresas, sobre todo de biotecnolog¨ªa, educaci¨®n, informaci¨®n y comunicaci¨®n tecnol¨®gica, llevan la voz cantante y comienzan a expandirse en la regi¨®n.
?nfasis local
Pero en ning¨²n caso Singapur busca fulminar del todo su modelo de crecimiento, ideado por el conocido como padre de la patria, Lee Kuan Yew, en la d¨¦cada de 1960. ¡°Se trata m¨¢s bien de reequilibrarlo, al estilo de otros pa¨ªses de peque?o tama?o europeos, como Holanda o Suiza, que tienen compa?¨ªas locales fuertes¡±, apunta ?Skilling. El problema es que el ¨¦xito que ha supuesto para Singapur atraer a multinacionales representa un obst¨¢culo al emprender esa transici¨®n hacia una econom¨ªa con m¨¢s ¨¦nfasis en lo dom¨¦stico: la alta productividad de las firmas globales ha aumentado los sueldos y los costes estructurales, limitando la competitividad de los sellos con ADN local.
Pese a algunas medidas para proteger a los trabajadores singapurenses, como las limitaciones a mano de obra for¨¢nea en los ¨²ltimos a?os, otras se est¨¢n haciendo de rogar. El presupuesto anual pospuso a 2018 la puesta en marcha de un esperado aumento de los grav¨¢menes sobre los trabajadores extranjeros en los sectores de la marina y la manufactura. Una demora que provoc¨® la decepci¨®n de la Federaci¨®n de Negocios de Singapur, que insiste tambi¨¦n en que la subida impositiva deber¨ªa extenderse a otras ¨¢reas.
Tampoco se han producido cambios sustanciales, que llevan a?os debati¨¦ndose, sobre las exenciones y reducciones fiscales de las que se benefician las empresas extranjeras en Singapur. El reto consiste en c¨®mo rearmar los negocios dom¨¦sticos para que acaben compitiendo con las multinacionales que han guiado el crecimiento de la isla durante medio siglo sin ahuyentar a las ¨²ltimas. Un juego de equilibrios que, coinciden los expertos, llevar¨¢ su tiempo. ¡°Es un buen comienzo. De momento es un experimento, pero, si hay buenos resultados, Singapur continuar¨¢ en esa direcci¨®n. Hay mucha ambici¨®n detr¨¢s¡±, advierte Skilling.
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