Argentina revive el cr¨¦dito hipotecario para reactivar su econom¨ªa

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Tener casa propia en Argentina no es una tarea f¨¢cil. El saber popular dice que son tantos los requisitos para acceder a un cr¨¦dito que quienes los cumplen seguramente no necesiten pedir dinero prestado. En cambio quienes los necesitan, aquellos que viven en la clase media y media baja, no cumplen los requisitos, es decir que no ganan lo suficiente para que el banco los considere buenos pagadores. As¨ª fue siempre en Argentina, con altibajos, pero en los ¨²ltimos a?os la situaci¨®n se agrav¨®. La inflaci¨®n, que el a?o pasado alcanz¨® el 40%, ha puesto las cuotas de los pr¨¦stamos hipotecarios por las nubes. El presidente Mauricio Macri lanz¨® ahora l¨ªneas de cr¨¦ditos a 30 a?os, una novedad en el pa¨ªs, y a una tasa de inter¨¦s ajustable por inflaci¨®n que permitir¨¢ cuotas de arranque similares a las de un alquiler. El Gobierno conf¨ªa en que la medida ayudar¨¢ a reactivar el mercado inmobiliario, un sector que lleg¨® a m¨ªnimos durante el kirchnerismo.

El control de cambios impuesto durante el gobierno de Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner (2007-2015) paraliz¨® el mercado inmobiliario en un pa¨ªs donde todas las operaciones se calculan y se hacen en d¨®lares. S¨®lo aquellos que ten¨ªan el efectivo pod¨ªan comprar una vivienda o, a lo sumo, acceder a una l¨ªnea de cr¨¦dito con cuotas alt¨ªsimas y tasas cercanas al 20% . Hoy, el financiamiento bancario para la vivienda representa apenas el 1,5% del Producto Interior Bruto (PIB) argentino, lejos del 18% que alcanza el Chile o el 6,5% en Uruguay. Esto significa que poco m¨¢s del 10% de las casas que se venden y se compran en Argentina se financia con dinero bancario, una media que el Gobierno ahora pretende duplicar. Para ello los bancos p¨²blicos, y pronto los privados, lanzaron ofertas ajustables por inflaci¨®n y con plazos a 30 a?os.

La f¨®rmula parece simple pero era impensable en Argentina, donde el ¨ªndice oficial de inflaci¨®n representaba apenas la mitad de la real (por el maquillaje de los datos oficiales del INDEC) y los bancos, para ¡°cubrirse¡± de la p¨¦rdida de valor del dinero, cobraban cuotas muy altas que dejaban fuera de la calificaci¨®n crediticia a sueldos medios y bajos. Las estad¨ªsticas de inflaci¨®n se normalizaron en abril del a?o pasado, cuando el INDEC difundi¨® el IPC tras una profunda reestructuraci¨®n de la agencia. Falta ahora que los argentinos conf¨ªen en ellas y le pierdan el miedo a las cuotas ajustables.

Un tercio de los argentinos paga cada mes un alquiler y son ellos los grandes destinatarios de los cr¨¦ditos. ¡°Las cuotas ajustables por inflaci¨®n, m¨¢s la extensi¨®n de plazos permitieron que estos nuevos cr¨¦ditos tengan el mismo valor mensual que un alquiler, e incluso menos, cuando antes lo duplicaban¡±, dice Mart¨ªn Tetaz, analista econ¨®mico de la Universidad Nacional de la Plata. Entre los empresarios inmobiliarios todo es optimismo. Vienen de a?os dif¨ªciles y ahora esperan un ¡°renacimiento¡±, como dijo Alejandro Juan Bennazar, presidente de la C¨¢mara Inmobiliaria Argentina (CIA). ¡°Habr¨¢ una reactivaci¨®n del mercado y hay oferta suficiente para abastecer la demanda. Hace a?os que no estamos acostumbrados al cr¨¦dito hipotecario, a partir del a?o pasado se empez¨® a acostumbrar y con la baja de la inflaci¨®n cada vez habr¨¢ m¨¢s compradores que se animen¡±, dijo.

Detr¨¢s del plan est¨¢ la necesidad del Gobierno de reactivar el mercado interno y revertir las magras cifras econ¨®micas que marcaron los primeros 15 meses de gobierno macrista. Apuntar al mercado inmobiliario y de la construcci¨®n es una estrategia com¨²n, aunque sus efectos demoran en llegar. ¡°El impacto de la construcci¨®n es del 6% del PIB, que es muy poco, pero su efecto es importante porque alcanza a algunos sectores de mano de obra no calificada. Adem¨¢s mejora el clima de negocios: cuando uno ve que en el barrio se empieza a construir siente un impacto emocional positivo que mejora la sensaci¨®n t¨¦rmica de la econom¨ªa¡±, explica Tetaz.

Al dinero de los cr¨¦ditos se sumar¨¢ tambi¨¦n el que pueda repatriarse del blanqueo fiscal que cierra este 31 de marzo. A diciembre, se hab¨ªan declarado 97.842 millones de d¨®lares, y el sector financiero estima que la cifra definitiva ser¨¢ de entre 115.000 y 120.000 millones de d¨®lares, todo un r¨¦cord mundial. La mayor parte de esos d¨®lares seguir¨¢n en el extranjero, aunque tributar¨¢n en Argentina. Pero una porci¨®n ingresar¨¢ al pa¨ªs e ir¨¢ a parar a la inversi¨®n preferida de los argentinos que buscan un lugar seguro para su dinero: la vivienda. Esa es la gran esperanza del sector inmobiliario.