Nueva guerra por el fondo agrario

En el pr¨®logo de la negociaci¨®n del Brexit y el auge del populismo, en Europa asoma una nueva y dura batalla por una nueva reforma de la Pol¨ªtica Agr¨ªcola Com¨²n (PAC). Este sistema de ayudas al sector, con 60 a?os de historia, ha sido un pilar del desarrollo de pa¨ªses como Espa?a; pero es un hueso cada vez m¨¢s duro de roer ahora que las finanzas p¨²blicas de muchos de los pa¨ªses que aportan m¨¢s de lo que reciben no nadan precisamente en la abundancia. Espa?a quiere mantener a toda costa el sistema de ayudas, mientras potencias como Alemania ¡ªsiempre cr¨ªticas con los desembolsos de la PAC¡ª quieren aprovechar la coyuntura para desmantelar en todo o en parte el sistema.

Precisamente ma?ana, el Ministerio de Agricultura y las Comunidades Aut¨®nomas debatir¨¢n la propuesta espa?ola con vistas a las negociaciones para la reforma de la PAC que empezar¨¢n en breve en Bruselas. La nueva normativa entrar¨¢ en vigor, en principio, en 2020. Para defender la continuidad del sistema, Espa?a argumentar¨¢ que ha sido un eje fundamental en la construcci¨®n europea y un instrumento indispensable para atajar los retos a los que debe enfrentarse la agricultura en las pr¨®ximas d¨¦cadas en materia de producir alimentos suficientes para m¨¢s personas con menos recursos (es decir, la seguridad alimentaria), as¨ª como la preservaci¨®n del medio ambiente y el cambio clim¨¢tico, reconociendo la diversidad de la agricultura mediterr¨¢nea o el mantenimiento del medio rural en proceso de abandono.

Pero si defender el mantenimiento de la PAC ser¨¢ dif¨ªcil, m¨¢s complicada a¨²n ser¨¢ la batalla por los fondos que cada pa¨ªs miembro debe aportar o recibir. En la ¨²ltima reforma, la que est¨¢ en vigor desde 2014 y hasta 2020, la PAC cuenta con 298.000 millones de euros a trav¨¦s del fondo de garant¨ªa para pagos directos y otros 95.578 millones de euros para los programas de desarrollo rural. Ambas cifras suponen el 28% del presupuesto comunitario. De este dinero, Espa?a recibe 44.000 millones de euros, de los que 35.705 millones corresponden a pagos directos para unos 790.000 perceptores y otros 8.291 millones para apoyar los programas de desarrollo rural. Las subvenciones al sector agrario (compuestas por los recursos que proceden de la aplicaci¨®n de la PAC) suponen anualmente entre un 25% y un 28% de la renta agraria espa?ola. Espa?a es el segundo mayor receptor de fondos agr¨ªcolas europeos, por detr¨¢s de Francia.

Aunque la Administraci¨®n espa?ola ir¨¢ a Bruselas con el objetivo de defender el mantenimiento de una financiaci¨®n suficiente para la Pol¨ªtica Agraria Com¨²n, aumentan los temores a que un ajuste de los fondos ser¨¢ inevitable ante la exigencia de muchos pa¨ªses de que haya m¨¢s recursos para el empleo, la seguridad o la inmigraci¨®n, todo ello agravado por la salida de Reino Unido, cuya aportaci¨®n al presupuesto de la PAC es de unos 3.600 millones de euros.

Una vez resuelto qu¨¦ recursos habr¨¢ (s¨ª los hay), quedar¨¢ saber c¨®mo distribuirlos entre los agricultores. Espa?a aboga mayoritariamente por mantener el sistema de los pagos directos como el mejor instrumento para que los fondos lleguen a los que ejercen la actividad agraria. Madrid considera que se deben mantener los pagos para determinados sectores en funci¨®n de su producci¨®n, como los programas de apoyo para vino, apicultura o frutas y hortalizas. Y, sobre todo, la simplificaci¨®n real en la aplicaci¨®n de la PAC para evitar que cada explotaci¨®n tenga que convertirse en una gestor¨ªa.

Tras la finalizaci¨®n el 2 de mayo del plazo abierto por la Comisi¨®n Europea para que todos los ciudadanos comunitarios puedan opinar sobre la nueva reforma de la PAC a trav¨¦s de Internet, Bruselas tiene previsto poner en marcha las negociaciones y publicar una propuesta oficial de reforma para el pr¨®ximo oto?o. Dada la coyuntura pol¨ªtica de la UE ¡ªproceso del Brexit y elecciones clave como las de Francia, Reino Unido, Alemania e Italia¡ª, es muy probable que la actual reforma siga en vigor uno o dos a?os m¨¢s. Entretanto, Bruselas dar¨ªa luz verde a alguna modificaci¨®n parcial de la PAC.

Batalla interna

Si Espa?a logra en Bruselas mantener en un nivel aceptable los recursos de la PAC, la guerra se trasladar¨¢ de la capital belga a la espa?ola, donde comenzar¨¢ otro conflicto por el reparto de las ayudas entre las Comunidades Aut¨®nomas. En la PAC vigente simplemente se continu¨® con el modelo de reparto anterior a la ¨²ltima reforma en aras de dar estabilidad a las explotaciones. Pero ahora, y a la vista de que es muy probable que haya menos dinero para repartir, comunidades como Arag¨®n, La Rioja y Castilla-La Mancha buscan un reajuste de la distribuci¨®n por territorios o sectores m¨¢s equilibrada.

Estas regiones abogan por un mayor proceso de convergencia de las ayudas sin llegar a establecer una tarifa o ayuda plana igual para todos. Con la figura de los activos como eje, a la hora de la futura distribuci¨®n de los fondos, el consejero de Agricultura de Castilla-La Mancha, Francisco Mart¨ªnez Arroyo, ve inaplazable la eliminaci¨®n de los pagos por los derechos hist¨®ricos y la apertura de un debate para aplicar mayores ayudas a las primeras hect¨¢reas de cada explotaci¨®n, la posibilidad de incorporar incluso nuevos sectores hoy marginados, o el establecimiento de un tope de ayudas por explotaci¨®n frente a la actual pol¨ªtica de modulaci¨®n del 5% para pagos por encima de los 150.000 euros.