La apuesta verde de Bioceres
La compa?¨ªa biotecnol¨®gica argentina descubre cultivos resistentes a las sequ¨ªas
Los productores agr¨ªco?las que fundaron Bioceres recuerdan la fecha en que crearon esta empresa con sede en Rosario (Santa Fe, Argentina). Fue el 12 de diciembre de 2001, 10 d¨ªas despu¨¦s de que el Ejecutivo argentino anunciara el corralito a los dep¨®sitos bancarios que precipit¨® el estallido social y la ca¨ªda del Gobierno. La coyuntura no parec¨ªa la m¨¢s indicada para un emprendimiento, pero los socios estaban pensando en el largo plazo y ten¨ªan la convicci¨®n de que un proyecto biotecnol¨®gico revolucionar¨ªa los agronegocios. Despu¨¦s de a?os de invertir en investigaci¨®n cient¨ªfica y de cerrar balances en rojo, Bioceres ha empezado a cosechar su siembra.
En 2015 se convirti¨® en la primera empresa del mundo en obtener la aprobaci¨®n regulatoria de una soja modificada gen¨¦ticamente para resistir la sequ¨ªa, una tecnolog¨ªa que est¨¢ replicando en otros cultivos y est¨¢ muy avanzada tambi¨¦n para el trigo. En octubre compr¨® m¨¢s del 50% de Rizobacter, y obtuvo as¨ª el control de una empresa l¨ªder en microbiolog¨ªa que exporta a m¨¢s de 30 pa¨ªses y le permitir¨¢ potenciar sus canales comerciales para los nuevos productos. Como resultado, este a?o esperan triplicar la facturaci¨®n, de 44 millones de d¨®lares del ¨²ltimo ejercicio.
En las instalaciones de la sede central de Bioceres, con vistas a las gr¨²as del puerto de Rosario, el gerente general de la empresa, Federico Trucco, explica que la crisis de 2001 fue m¨¢s un aliciente que un obst¨¢culo para el nacimiento de la biotecnolog¨ªa. ¡°Gener¨® la percepci¨®n de que dej¨¢bamos de ser atractivos para el desarrollo de tecnolog¨ªa agr¨ªcola del exterior y necesit¨¢bamos una iniciativa local¡±, explica. Los productores argentinos ya hab¨ªan comprobado la estrecha relaci¨®n que existe entre la biotecnolog¨ªa y el rendimiento del trabajo agr¨ªcola. La llegada, a fines de los a?os noventa, de las semillas modificadas gen¨¦ticamente que desarrollaron grandes multinacionales como Monsanto aument¨® la productividad. ¡°La incorporaci¨®n de los cultivos tolerantes a herbicidas potenci¨® la adopci¨®n de la siembra directa, que necesita un control de malezas qu¨ªmico. Esa tecnolog¨ªa permiti¨® la agricultura de escala e hizo m¨¢s competitivas a las empresas argentinas, que llegaron a liderar muchos espacios agr¨ªcolas en Brasil, un pa¨ªs que aprob¨® m¨¢s tarde las primeras sojas resistentes al glifosato¡±, afirma Trucco, que es graduado en bioqu¨ªmica por la Universidad de Luisiana (EE UU) e hijo de uno de los fundadores de Bioceres.
Cuando naci¨® la empresa rosarina, su padre, Victor Trucco, era presidente de la Asociaci¨®n Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid), una organizaci¨®n no gubernamental creada en 1989 con el fin de promover esa nueva tecnolog¨ªa para cultivar la tierra sin tener que ararla previamente y que tiene en Argentina la tasa de adopci¨®n m¨¢s alta del mundo, en torno al 80%. Fue en las reuniones y congresos de esa asociaci¨®n donde germin¨® la idea de crear una firma biotecnol¨®gica. Entre los fundadores estaba Gustavo Grobocopatel, due?o del grupo empresarial Los Grobo y una de las caras visibles del fen¨®meno de la agricultura a gran escala que prosper¨® en los a?os de altos precios de la soja.
¡°El prop¨®sito inicial era conectar inversores con el mundo cient¨ªfico de Argentina, donde est¨¢n los disc¨ªpulos de tres premios Nobel en este campo. Pero los inversores fuimos nosotros mismos. ?ramos 23 en el inicio y r¨¢pidamente el n¨²mero fue creciendo. Dec¨ªamos que era una cooperativa del siglo XXI¡±, afirma Grobocopatel, que fue presidente de la empresa durante los primeros ocho a?os y hoy sigue siendo accionista. El ingreso de nuevos socios fue clave para una sociedad que requer¨ªa permanente capitalizaci¨®n. En Bioceres afirman que, de los 305 socios actuales, unos 270 son productores agr¨ªcolas. Tambi¨¦n hay grandes cooperativas, empresas agroindustriales y varios miembros de AACREA, la patronal de los establecimientos agr¨ªcolas m¨¢s importantes en la regi¨®n. Ninguno de ellos, sin embargo, supera el 5% de participaci¨®n accionarial, seg¨²n subraya el consejero delegado.
Si Bioceres persisti¨® a lo largo de 15 a?os de quebrantos, en la visi¨®n de Trucco (hijo), eso fue por ¡°una cuesti¨®n de fe¡± y un sentimiento de pertenencia. ¡°Hab¨ªa que estar dispuesto a perder, pero la realidad llev¨® a que fuera un formidable negocio y que, quien puso un d¨®lar, hoy tenga m¨¢s de 700 de retorno¡±, afirma. El despegue de la compa?¨ªa en la ¨²ltima etapa se debi¨® en gran medida al desarrollo y avance regulatorio de la HB4, una tecnolog¨ªa que permite a los cultivos sobrevivir mejor en suelos salinos y sobrellevar episodios de sequ¨ªa. Las investigaciones comenzaron en cooperaci¨®n con cient¨ªficos del Conicet, el principal organismo p¨²blico dedicado a la promoci¨®n de la ciencia en Argentina, que se ha convertido en socio de Bioceres en su subsidiaria Indear. En 2011 se uni¨® a la estadounidense Arcadia Biosciences, una firma con experiencia en cuestiones de regulaci¨®n internacional y due?a de una amplia cartera de derechos de propiedad intelectual en el campo que interesa a los argentinos.
Alianzas clave
Otra de sus alianzas tuvo como objetivo la producci¨®n y venta de enzimas para uso industrial a partir de plantas gen¨¦ticamente modificadas. Junto a una empresa de C¨®rdoba, el a?o pasado comenz¨® a funcionar en esa provincia una planta para producir quimosina bovina, una enzima clave para la fabricaci¨®n de quesos. Con una tecnolog¨ªa similar planean el a?o que viene empezar a producir, en alianza con YPF, una enzima para fabricar biocombustibles de manera m¨¢s eficiente.
A lo largo de su historia, el grupo se centr¨® en desarrollar productos. ¡°Ahora que vamos a salir a vender necesitamos una estructura comercial¡±, explica el gerente. Esa intenci¨®n estuvo detr¨¢s de la adquisici¨®n de Rizobacter por unos 100 millones de d¨®lares. Otra compra crucial de 2016 fue una participaci¨®n en la qu¨ªmica Chemot¨¦cnica por unos 10 millones de d¨®lares. Las adquisiciones le permitir¨¢n encarar mejor su pr¨®ximo gran objetivo: empezar a cotizar antes de fin de a?o en el parqu¨¦ de Nueva York, con lo que puede convertirse en la tercera tecnol¨®gica argentina en llegar a Wall Street, despu¨¦s de Mercado Libre y Globant.
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