Los abogados ampl¨ªan su negocio en Am¨¦rica Latina

La conquista del mercado jur¨ªdico latinoamericano est¨¢ en auge. Son muchos los despachos que han puesto sus ojos en esta regi¨®n emergente y llena de oportunidades. La afinidad cultural hace que sea un territorio especialmente atractivo para los despachos espa?oles, pero no han sido los ¨²nicos (ni los primeros) que han llegado a la zona. Las firmas anglosajonas, sobre todo las estadounidenses, han dado importantes pasos para adentrarse en los principales pa¨ªses de Latinoam¨¦rica.

La estabilizaci¨®n econ¨®mica en la regi¨®n y las buenas expectativas de crecimiento (excepto en Brasil) han abierto la puerta a nuevas oportunidades de negocio y de inversi¨®n extranjera, lo que conlleva tambi¨¦n la llegada de bufetes que acompa?an a sus clientes, o incluso aquellos que deciden empezar a operar de forma local en este mercado para ampliar su negocio. La batalla se est¨¢ librando sobre todo en los pa¨ªses de la Alianza del Pac¨ªfico (Colombia, M¨¦xico, Chile y Per¨²), a los que habr¨ªa que a?adir tambi¨¦n Brasil, donde, pese a las restricciones del Consejo Federal de la Orden de Abogados (OAB), ya operan despachos internacionales, y cabe esperar que tambi¨¦n pronto de Argentina.

Los ¡®best friends¡¯

Las estrategias de desembarco en las diferentes jurisdicciones son muy variadas, con cuatro posibles v¨ªas: alianzas internacionales entre despachos de diferentes pa¨ªses, o lo que se conoce como best friends; la fusi¨®n con firmas locales o la participaci¨®n en parte del capital en algunas de ellas; la apertura de oficinas propias (a las que poco a poco se van incorporando profesionales locales) y la creaci¨®n de una ¨²nica oficina en la regi¨®n desde la que operar en diversas jurisdicciones, que puede estar en alguno de los pa¨ªses de Latinoam¨¦rica o incluso en Estados Unidos, sobre todo en Miami o en Nueva York.

Seg¨²n explica el abogado Javier Fern¨¢ndez-Samaniego, que ha optado por este ¨²ltimo modelo y cuenta con oficina en Miami, a la hora de hacerse hueco en el mercado legal de la regi¨®n, la clave est¨¢ en contar siempre con los despachos locales evitando modelos de integraci¨®n ¡°colonialistas¡±, pensar a largo plazo y estar en el mismo ¡°huso horario¡±. Prueba de ello es que, incluso en los modelos de entrada m¨¢s agresivos, las firmas globales que han absorbido despachos locales han mantenido el nombre original integrado en su marca al operar en el pa¨ªs respectivo.

En general, las firmas globales estadounidenses y los grandes despachos locales dominan el mercado debido fundamentalmente al importante nexo comercial del eje norte-sur del continente. Pero es poco frecuente encontrar un despacho local que se instale en otras jurisdicciones de Latinoam¨¦rica ¡ªcon algunas excepciones como el bufete Ferrere, que opera en Bolivia, Ecuador, Uruguay y Paraguay¡ª. Algunas firmas globales como Hogan Lovells o DLA Piper est¨¢n llevando a cabo una importante inversi¨®n en la regi¨®n, as¨ª como Baker & McKenzie, que tradicionalmente es la primera firma extranjera en abrirse paso en nuevos pa¨ªses, como sucedi¨® en Espa?a, donde acaba de cumplir 50 a?os. La ventaja de las grandes firmas es que son capaces de atraer el mejor talento de los abogados locales, por el reconocimiento que supone trabajar para un gran despacho.

Tambi¨¦n el bufete Dentons, creado en 2013 tras la fusi¨®n de Salans LLP, Fraser Milner Casgrain LLP (FMC) y SNR Denton, ha anunciado recientemente la integraci¨®n de la firma Mu?oz en Centroam¨¦rica. Adem¨¢s ha entrado en Colombia, a trav¨¦s de C¨¢rdenas y C¨¢rdenas, y en M¨¦xico, donde integr¨® a L¨®pez Velarde. CMS ha sido el ¨²ltimo en incorporar firmas en Chile, Per¨² y Colombia.

La primera oleada de despachos espa?oles que llegaron a Latinoam¨¦rica tuvo lugar en los a?os noventa de la mano de los grandes bancos y compa?¨ªas que empezaban a hacer negocio en la regi¨®n, y la segunda gran incursi¨®n se ha producido en los ¨²ltimos cinco a?os, coincidiendo con la crisis econ¨®mica.

Las grandes firmas espa?olas, Ur¨ªa Men¨¦ndez, Garrigues y Cuatrecasas, han emprendido diversos proyectos para asentarse en la zona. Ur¨ªa ha optado por la fusi¨®n con despachos l¨ªderes en sus respectivas jurisdicciones. Al tiempo que se produc¨ªa la fusi¨®n entre un bufete chileno, Philippi, y otro colombiano, Prietocarrizosa, el despacho espa?ol tom¨® una participaci¨®n en la propiedad de la firma resultante, uni¨¦ndose luego tambi¨¦n la firma peruana Ferrero y Delmar Ugarte. Ahora operan bajo la marca PPU, convirti¨¦ndose en el despacho m¨¢s grande de Latinoam¨¦rica.

Garrigues fue el primero en llegar a la regi¨®n y, tras liderar en su momento la alianza Affinitas, opt¨® finalmente por abrir oficinas propias bajo su marca para especializarse no s¨®lo en derecho internacional, sino tambi¨¦n en derecho local, logrando aumentar en 2016 un 81% su facturaci¨®n en la zona. Con presencia en Brasil, Colombia, Per¨², M¨¦xico y Chile, ya tiene puestos sus ojos en Argentina y Centroam¨¦rica.

El caso de Cuatrecasas es algo diferente, ya que ha optado por un modelo mixto que combina oficinas propias en M¨¦xico ¡ªdonde lleg¨® de la mano de su cliente Pemex¡ª y Brasil, al tiempo que cuenta con una alianza estrat¨¦gica en Colombia con Posse Herrera Ruiz y relaciones preferentes con algunas de las principales firmas de abogados de la zona.

Otros grandes despachos espa?oles, como P¨¦rez-Llorca o G¨®mez-Acebo & Pombo, publicitan su estrategia latinoamericana operando desde sus oficinas en Nueva York. Tambi¨¦n despachos medianos como Ontier o Broseta han apostado por la regi¨®n.

Miguel ?ngel P¨¦rez de la Manga, asesor de firmas de abogados en Espa?a y Latinoam¨¦rica, explica que el salto ¡°puede realizarse cuando sea una ventaja para los clientes de la firma, se pueda prestar en todas las jurisdicciones un servicio de calidad similar y el coste no provoque una disminuci¨®n de la rentabilidad del despacho a medio plazo que genere un conflicto entre socios. Esto se logra si el posicionamiento en los pa¨ªses de destino es equivalente al de las mejores firmas locales, y no resulta f¨¢cil¡±.