El gusto por las casas de paja revive
Con este desecho agr¨ªcola se han construido unas 500 viviendas en Espa?a que ahorran hasta el 75% en el consumo de energ¨ªa
Si hoy se reescribiera la f¨¢bula de los Tres cerditos, el lobo se llevar¨ªa una desagradable sorpresa. Encontrar¨ªa una casa de paja robusta, ecol¨®gica y tan eficiente que puede prescindir de la calefacci¨®n y el aire acondicionado. La construcci¨®n de viviendas con paja recupera su vieja gloria. En las ¨²ltimas d¨¦cadas ha ganado calidad y se ha convertido en una de las formas de bioarquitectura que mejor y m¨¢s garantiza la salubridad del ambiente interior. "Una vez que has dormido en una casa de paja, no querr¨¢s volver a una construcci¨®n convencional, son muy acogedoras", sentencia Rikki Nitzkin, coordinadora de la Red de Construcci¨®n con Paja, asociaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro creada en 2005 para promover estas construcciones.
Cierto es que la paja es uno de los m¨¦todos m¨¢s antiguos que se conocen y combinada con el barro se ha utilizado durante miles de a?os. Pero es con el invento de la m¨¢quina embaladora, a mediados del siglo XIX, cuando empieza a usarse la paja empacada para construir. La forma actual de edificar con balas de paja comenz¨® en los a?os setenta del siglo pasado. "Y en estos momentos est¨¢ integrada completamente en la construcci¨®n en Francia, Alemania y Austria ¡ªen estos dos ¨²ltimos pa¨ªses existe una bala certificada¡ª", dice Alejandro L¨®pez Altuna, arquitecto y socio fundador de Okambuva, empresa bioconstructora.
En Espa?a, las primeras casas son de mediados de los a?os noventa, la mayor¨ªa edificadas por los mismos propietarios con el fin de abaratar costes. "Hoy se calcula que puede haber en torno a 500 viviendas", seg¨²n Nitzkini. Una cifra que queda lejos de Francia, donde se estiman m¨¢s de 6.000 edificios, alguno de ocho plantas, y se construyen unos 500 nuevos cada a?o.
Actualmente, sus principales clientes ya no persiguen viviendas baratas, sino ecol¨®gicas y saludables; huyen de la construcci¨®n llena de materiales t¨®xicos. Adem¨¢s, la paja es un material aislante que consigue ahorros energ¨¦ticos que pueden ir del 50% al 75%. "Es seis veces m¨¢s aislante que cualquier material que exige la normativa de construcci¨®n espa?ola", dice I?aki Urk¨ªa, arquitecto que ha levantado su casa de paja en Navarra y presume de que su consumo energ¨¦tico es la d¨¦cima parte que el de una vivienda convencional.
Adem¨¢s, al ser un desecho agr¨ªcola tiene una huella ecol¨®gica m¨ªnima. "En su producci¨®n una casa de paja consume 50 veces menos energ¨ªa que una de hormig¨®n", asegura Nitzkini. "Decimos que compensa las emisiones de un coche de clase media que recorre 300.000 kil¨®metros", a?ade L¨®pez Altuna. Este arquitecto recuerda que en el mundo se cultivan m¨¢s de 600 millones de hect¨¢reas de cereales. "Por cada tonelada de cereal para comer generamos 1,5 toneladas de paja cada a?o y m¨¢s del 90% se quema. Se calcula que solo en Alemania con la paja que sobra cada a?o se podr¨ªan construir 350.000 viviendas", explica.
El material que se usa son los fardos o pacas de paja que se compran al agricultor a un precio de un euro (cuatro euros con la puesta en obra). Si se colocan las balas planas, se necesitan tres por cada metro cuadrado de pared y dos si se ponen de canto. Aun as¨ª, el mercado se est¨¢ profesionalizando y desde hace dos a?os se fabrican en Espa?a paneles prefabricados de madera y paja en serie, como alfaWALL, la marca desarrollada por Okambuva. Con estas estructuras (cuestan 130 euros el metro cuadrado sin revestir ni colocar) se puede montar una casa de 100 metros cuadrados en tres d¨ªas.
Los fardos tradicionales se pueden colocar de dos formas: construir muros portantes, usando la bala como si fuera un bloque o un gran ladrillo; o construir estructuras, preferiblemente de madera, y usar la paja como relleno aislante en los muros. "Las paredes resultantes tienen entre 40 y 50 cent¨ªmetros de grosor y en total se necesitan entre 200 y 300 pacas", se?ala Urk¨ªa.
Santiago Mart¨ªnez es el due?o de una vivienda de 100 metros cuadrados en Murcia en la que las pacas de paja se usan como cerramiento. La casa tiene estructura de madera, revocos de arena y cal, y techos con planchas de corcho. "Estos materiales generan un ambiente interior m¨¢s sano que el cemento, los aislamientos qu¨ªmicos y las pinturas pl¨¢sticas". Adem¨¢s, "no tiene aire acondicionado, a diferencia de las casas de alrededor; en verano, en d¨ªas que se han alcanzado 42 grados, en el interior hab¨ªa 25", cuenta. Para el invierno dispone de una peque?a estufa que funciona con c¨¢scara de almendra.
Esto es as¨ª porque este tipo de construcci¨®n evita los puentes t¨¦rmicos. "La construcci¨®n de paja tiene un retraso de siete a diez horas. Si situamos la hora m¨¢s calurosa a las 14.00, este calor no entra en el edificio hasta las 24.00, de forma que mediante la ventilaci¨®n podemos reducir la temperatura sin utilizar sistemas de climatizaci¨®n", resume Jordi Corominas, experto en construcci¨®n con paja que ha realizado un estudio a partir de la recogida de la temperatura y la humedad de distintas tipolog¨ªas de inmuebles.
Es importante que la paja est¨¦ revestida, preferiblemente con materiales naturales y transpirables, como cal o tierra arcillosa, porque es lo que la protege del fuego y la humedad (estas construcciones cumplen la normativa de protecci¨®n frente al fuego) y le confiere la inercia t¨¦rmica que necesita. De ah¨ª que la paja nunca se vea y que el aspecto exterior sea como el de cualquier vivienda.
Menores costes
Que estas construcciones son m¨¢s baratas es una verdad a medias. Si se autoconstruye cuesta menos de la mitad que una convencional. "Esto es muy com¨²n, ya que la paja y el barro son materiales que invitan a ello", comenta la coordinadora de la Red de Construcci¨®n con Paja. De hecho, por todo el mundo, tambi¨¦n en Espa?a, se est¨¢n impartiendo talleres donde se ense?a a los particulares a levantar muros de paja. Es lo que ha hecho Jairo Garc¨ªa, que se est¨¢ construyendo una casa de paja en Gij¨®n. "La estoy haciendo yo, me form¨¦ en este tipo de construcci¨®n en Canad¨¢ y en Francia; opt¨¦ por ella porque los materiales son de origen natural, es una casa sana, no hay ning¨²n material qu¨ªmico ni nocivo para la salud y porque es muy aislante, no voy a poner calefacci¨®n".
Algunos propietarios hacen estos cursos y colaboran como peones, pero siempre bajo la supervisi¨®n de un profesional. Y otros encargan el trabajo a alguna de las pocas constructoras especializadas que hay en Espa?a. En este caso, "el coste es comparable con la construcci¨®n convencional y, en alg¨²n caso incluso, m¨¢s alto porque la mano de obra para estas casas es cualificada, hay pocos oficiales y pocas empresas que trabajan o se atreven a trabajar con materiales naturales", dice el arquitecto de Okambuva.
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