El desaf¨ªo industrial de Tesla

La planta perteneci¨® a General Motors. La oper¨® durante dos d¨¦cadas antes de cederla a Toyota, que acab¨® abandon¨¢ndola durante la pasada crisis. Elon Musk, cofundador de Tesla, aprovech¨® la oportunidad para adquirirla a un precio de ganga y montar la cadena de ensamblaje del sed¨¢n de gama alta Model S. Ah¨ª se fabrica tambi¨¦n el todoterreno Model X. Ahora se prepara para pasar de una producci¨®n de boutique a la masiva con el Model 3.

El complejo est¨¢ en proceso constante de ampliaci¨®n. En diciembre recibi¨® el aprobado para construir 11 nuevos edificios en la propiedad, donde ya tienen problemas de espacio para aparcar los coches acabados. La f¨¢brica duplicar¨¢ su tama?o con estos a?adidos. El ¨¦xito o el fracaso del Model 3 va a ser un evento cr¨ªtico para la estabilidad financiera de Tesla y marcar¨¢ el futuro de la industria.

Tesla es sin¨®nimo del Made in America. Un gran empleador de California, con 6.210 asalariados. Aunque los robots hacen gran parte de las operaciones de ensamblaje y hay veh¨ªculos aut¨®nomos que mueven los componentes por el taller, el factor humano es clave en el acabado. Con la expansi¨®n para producir el Model 3 la plantilla tiene previsto incrementarse en un 50%, hasta llegar a los 9.315 empleados a finales de a?o.

La compa?¨ªa lleva meses contratando de manera activa nuevos empleados. Pero como indican desde la asociaci¨®n profesional de ingenieros de automoci¨®n, Tesla tiene un problema para dotarse del talento t¨¦cnico que necesita para fabricar sus coches. Hasta el punto de que est¨¢ mirando al lado sur de la frontera buscando 15 tipos diferentes de t¨¦cnicos con experiencia en rob¨®tica y otros equipos.

El trabajo en la cadena de ensamblaje se reparte en dos turnos de 12 horas. El temor de los empleados es que el incremento de la producci¨®n se haga a su costa. Hay asalariados, como Jos¨¦ Mor¨¢n, que ya han acudido a las redes sociales para denunciar que la direcci¨®n les fuerza a trabajar turnos muy largos para cumplir los plazos de entrega y eso est¨¢ incrementando los incidentes.

30% m¨¢s de accidentes

Un informe elaborado por el grupo Worksafe apoya estas quejas. Los accidentes laborales en la f¨¢brica fueron un 30% m¨¢s altos que la media de la industria entre 2014 y 2016. Los duplica cuando son graves. El sindicato United Auto Workers aprovecha el descontento para tratar de organizar las condiciones laborales en Fremont. Tesla insiste en que "la seguridad y la satisfacci¨®n de los empleados es de importancia extrema" para la compa?¨ªa. "Estas reclamaciones no reflejan el clima actual", a?ade Josh Hedges, director de Recursos Humanos. Ahora est¨¢n en proceso de ampliar los turnos en la cadena de ensamblaje a tres para rebajar la presi¨®n sobre la plantilla, de acuerdo con Crystal Spates, responsable de producci¨®n.

Pero los empleados m¨¢s d¨ªscolos no creen que sea suficiente. Tesla fabric¨® 76.200 veh¨ªculos el pasado ejercicio. El objetivo es llevarlo a un ritmo anual de medio mill¨®n a finales de 2018. Musk revel¨® el a?o pasado en una conferencia con analistas que alguna vez ech¨® el saco de dormir al suelo, en defensa de su duro estilo de gesti¨®n. Como dice el ejecutivo, la compa?¨ªa pierde dinero. Es una cuesti¨®n de supervivencia.

El gran reto para Tesla est¨¢, de hecho, en la ejecuci¨®n. El plan para elevar la producci¨®n es el siguiente: empezar¨ªa en julio con 1.000 unidades semanales, que duplicar¨ªa en agosto y de nuevo en septiembre para llegar a 5.000 a final de a?o. De ah¨ª la llevar¨ªa a 10.000 semanales "en alg¨²n momento" en 2018. Sumando esa cifra a los modelos S y X, alcanzar¨ªa as¨ª las 500.000 unidades anuales.

Musk necesita triplicar la capacidad de producci¨®n este a?o en Fremont para poder cumplir los plazos. Eso implica que en un escenario de ejecuci¨®n perfecta, la producci¨®n del Model 3 alcanzar¨ªa las 80.000 unidades. Incluso consiguiendo este ritmo de ensamblaje, que se ve casi imposible, ser¨¢ insuficiente para atender a los 400.000 clientes que ya han hecho una reserva pagando por adelantado 1.000 d¨®lares.

Tesla busca desafiar el modelo tradicional. Para acelerar el proceso har¨¢ algo similar a la estrategia que sigui¨® Audi en su nueva planta en M¨¦xico. En lugar de hacer pruebas de producci¨®n con prototipos, recurre a simulaciones. As¨ª consigue ir un 30% m¨¢s r¨¢pido. Peter Hochholdinger, el encargado de definir esta estrategia para Audi, es hoy el vicepresidente de producci¨®n en Tesla.

Musk habla, adem¨¢s, de los primeros coches como una versi¨®n "beta". Asume que los clientes iniciales del Model 3 ser¨¢n tolerantes y aceptar¨¢n fallos al principio. Las primeras entregas, adem¨¢s, se concentrar¨¢n en California. Tendr¨¢n prioridad los empleados de la propia Tesla y de SpaceX. Esto permite tener cerca los coches que haya que reparar mientras se afina el proceso.

El propio Musk admite que no ser¨¢ f¨¢cil. Toda la cadena de producci¨®n puede verse afectada si tan solo un 1% de los componentes no est¨¢n listos a tiempo. "En ese caso tendremos que hacerlos manualmente, a un coste que puede ser 10, 20 o 30 veces m¨¢s caro, o habr¨¢ que frenar el ritmo de producci¨®n", se?al¨®. Los analistas coinciden que es cr¨ªtico que todo vaya bien en el proceso.

La mayor¨ªa de los analistas de Wall Street anticipa que a Tesla le llevar¨¢ tiempo ganar volumen al ritmo que anticipa la compa?¨ªa. Los anteriores modelos estuvieron plagados de retrasos en la producci¨®n. Morgan Stanley pone el list¨®n en solo 2.000 unidades del Model 3 este a?o y 90.000 el que viene. Advierten que el objetivo de las 500.000 entregas no se alcanzar¨¢ hasta 2024. Evercore es algo m¨¢s optimista y proyecta que el a?o pr¨®ximo realizar¨¢ 280.000 entregas. El objetivo de Musk es llegar al mill¨®n de coches en 2020, incluyendo el Model Y. La pregunta es si podr¨¢ sacar al mercado el Model 3 antes de que otros fabricantes lo inunden con veh¨ªculos similares.